éase con acento mexicano bien marcado:
Putito, dame chance. Después de aventarte en la alberca, dejaste el calzón mojado en la cajuela de mi carro.
Traducción para los no mexicanos:
‘Amigo, cómo eres. Después de saltar a la piscina, dejaste el bañador mojado en el maletero de mi coche’.
Esta frase mexicana refleja lo que sucede con nuestro idioma: hay tantos tipos de español como países (incluso ciudades y pueblos) que lo hablan, y son muchas las palabras y expresiones que, dependiendo del lugar, toman un sentido u otro. Por ejemplo, en España la expresión putito no se emplea de modo cariñoso y resulta malsonante; acaso tiene su homóloga en la palabra cabrón que, utilizada en un contexto determinado, puede llegar a tener connotaciones afectuosas.
Cada lugar presenta singularidades lingüísticas. En esta entrada, hemos elegido México tanto por ser un país rico en vocabulario como por legítima proximidad afectiva. Y os dejamos con algunas otras palabras o expresiones escasamente conocidas es España:
abarrotes = tienda de comestibles
andar como araña fumigada = estar agotado/a
arrimar una chingá = hacer daño a alguien, moral o materialmente
a la brava = a la fuerza
chimuelo = desdentado
dar pena = dar vergüenza
estar padre = gustar mucho
grillerío = rumor
güero/a = rubio/a
jalar = tirar
mesero/a = camarero/a
¡qué onda! = ¡qué bueno!
pupilentes = lentillas
tina = bañera