espetemos a los muertos, por favor, incluidas las lenguas que pasaron a mejor vida. El mal uso de los latinismos ha calado tan hondo en nuestro modo de hablar que incluso la expresión correcta llega a sonar errónea.
Hay incorrecciones para todos los gustos: palabras mal escritas, mal acompañadas e incluso plurales inventados.
Tenemos errores a tutiplén (forma viciosa del latín totus, ‘todo’, y plenus, ‘lleno’); por ejemplo: He tomado la decisión de motu propio, cuando lo correcto es decir motu proprio, sin de, y proprio, no propio. En este caso, el uso de la preposición es redundante, ya que la expresión se encuentra en caso ablativo.
También le sobra la preposición a al latinismo grosso modo, que significa ‘aproximadamente’. Valga un ejemplo: A grosso modo deben de ser unos cuarenta en esta sala.
Es frecuente oír en reputados foros económicos: Será difícil volver al status quo que desencadenó la burbuja inmobiliaria, o El modus operandis de la banda de delincuentes. Estas locuciones latinas no varían en plural y debe decirse, pues, statu quo y modus operandi.
Otra expresión muy arraigada es cum laudem; cum solo acompaña al ablativo, y laudem es acusativo, por lo tanto, la forma correcta es cum laude.
Esperamos que con este tótum revolútum (que no totum revoluto) de latinismos se hayan aclarado algunas dudas.