Au revoir, Platón
RAINBOW:
¿Hola?
PLATÓN:
Hola. Buenas noches.
RAINBOW:
¿Te has cambiado el nick, Pitágoras?
PLATÓN:
No soy Pitágoras. A partir de ahora harás tratos conmigo.
RAINBOW:
¿Qué le ha pasado a Pitágoras?
PLATÓN:
Ha tenido que dejarlo, por problemas de salud…
RAINBOW:
Vaya, lamento oírlo, nos entendíamos muy bien.
PLATÓN:
No te preocupes por eso, también nos entenderemos bien tú y yo. No habrá ningún problema, puedes estar tranquilo.
RAINBOW:
¿Hay trabajo a la vista? Eso espero, porque en los últimos tiempos Pitágoras solo me reservaba asuntos menores. Envenenar bombones no es lo mío…
RAINBOW:
Por cierto…
RAINBOW:
Aún no he recibido ese pago.
RAINBOW:
¿Estás ahí, Platón?
RAINBOW:
¿Platón? ¡Parece que esto se ha cortado!
PLATÓN:
Sí, estoy aquí…
RAINBOW:
¿Ocurre algo?
PLATÓN:
No, nada. No sabía que tú te habías encargado de ese trabajo.
RAINBOW:
Sí.
PLATÓN:
Mañana sin falta haré una transferencia a tu cuenta.
RAINBOW:
Perfecto. Bueno, cuéntame…
PLATÓN:
En un par de semanas tendrás varios informes de gentuza a la que queremos sacar de circulación.
RAINBOW:
Eso suena de maravilla, me estaba entumeciendo.
PLATÓN:
Empezaremos con un banquero…
RAINBOW:
Llevo años soñando con poder matar a uno de ellos. Los detesto.
PLATÓN:
Pues este vale por cien. Es el rey de los banqueros, un pez muy gordo. Será un trabajo relativamente sencillo. Tiene una casa a unos setenta kilómetros de París en la que pasa los fines de semana. Con sistema de alarma, pero sin vigilancia especial.
RAINBOW:
No hay alarma que se me resista, ¿qué más?
PLATÓN:
Tras solventar eso, seguiremos con dos altos cargos de la policía; también el director de una prisión y varios matones. Una pandilla de miserables.
RAINBOW:
¿Policías? Eso parece más complicado, habrá que estudiarlo con calma.
PLATÓN:
No tenemos ninguna prisa. Los ejecutaremos de forma escalonada, uno por uno. Tenemos muy buenos amigos en la policía, y están dispuestos a facilitarnos las cosas. Te aseguro que nos lo servirán en bandeja de plata.
PLATÓN:
Eso es todo por ahora. Nos pondremos de acuerdo en los detalles cuando los informes estén listos. Hablaremos en un par de semanas.
RAINBOW:
Entendido. Ya me avisarás. Estaré pendiente de la prensa…
PLATÓN:
Algo más antes de cerrar…
RAINBOW:
Dime.
PLATÓN:
Siempre que sea posible, me gustaría que hicieras algo muy especial…
RAINBOW:
¿De qué se trata?
PLATÓN:
Un favor sencillo. A partir de ahora quiero que arranques un botón de la ropa a cada uno de los cabrones que liquidemos.
RAINBOW:
¿Un botón, dices?
PLATÓN:
Sí, un botón, de la camisa, la chaqueta o el pantalón. Te daré el número de un apartado de correos y me los irás enviando.
RAINBOW:
¡Joder, me han pedido cosas muy raras, pero creo que esta se lleva la palma! ¿Para qué coño quieres un botón?
PLATÓN:
Sería muy largo de explicar. Tal vez en otro momento. Simplemente, hazlo.
RAINBOW:
Como quieras. No te cobraré por eso. Me estoy riendo a base de bien.
PLATÓN:
Me alegra saberlo. Reír es bueno. Bonne nuit, Rainbow.
RAINBOW:
Au revoir, Platón.