JACK WILLIAMSON es sin duda uno de los fundadores de la ciencia ficción moderna, y, sin embargo y a diferencia de otros autores, ha sabido renovarse constantemente y adaptar su producción a los cambios del tiempo y de la Evolución estilística del género, completando una de las carreras más importantes y trascendentes de toda la ciencia ficción. Nació el 29 de abril de 1908 en Brisbee, Arizona. Su nombre auténtico es John Stewart Williamson; vivió una infancia rural en una región de los Estados Unidos muy marcada por su condición de frontera, época de la que guarda recuerdos muy sugestivos, como cuando toda la familia se tuvo que trasladar en un carro al más puro estilo de los pioneros americanos. Se graduó en literatura inglesa en la University of Colorado con una tesis sobre H. G. Wells y ha dedicado gran parte de su vida a enseñar esa materia en la University of Eastern, New México.

De carácter sensible y bastante nervioso, pasó de joven por un tratamiento psicoanalítico. Sin embargo, encontró el mejor tratamiento en su afición por la ciencia ficción. Publicó su primera historia en 1928, The Metal Man, en lo que fue el inicio de una prolífica colaboración con las revistas más prestigiosas y hoy en día legendarias del género: Amazing Stories, Wonder Stories, Astounding Science Fiction o Weird Tales. En muchos de sus primeros relatos, de corte fantástico, se puede seguir el rastro de la influencia de Abraham Merritt, uno de los autores de culto de la época. Más adelante volvería a este género con obras como Reign of Wizard y, inspirada en el mito de Teseo, pero pronto su carrera se decantaría por la ciencia ficción. Aunque Williamson se sirvió de algunos de los elementos típicos de la época anterior a la Edad de Oro, consiguió huir de los estereotipos y adelantarse a su época introduciendo además de ideas sorprendentes, una exploración de la inconsciencia, dotando a sus obras de una novedosa cualidad onírica.

El inicio del esplendor de su inmensa carrera se produjo con uno de sus ciclos más actualmente más, famosos, el de La legión del espacio. Narra las peripecias de un grupo de aventureros del siglo treinta cuya misión es defender el sistema solar de la invasión de unos desagradables alienígenas. En esta serie se puede apreciar la influencia de H. G. Wells (La guerra de los mundos), de Alejandro Dumas (el protagonista nos recuerda al mismísimo D’Artagnan) o Edmond Hamilton, contemporáneo suyo y con quien mantuvo una gran amistad.

Otro de los méritos de Jack Williamson es el de haber introducido plenamente en la ciencia ficción la idea de las paradojas temporales y los conflictos que se derivan de ellas. En la serie de la Legión del Tiempo, dos universos paralelos coexisten y luchan por conseguir que el suyo sea el verdaderamente real. Entre sus obras maestras se encuentra también «Más oscuro de lo que piensas», una historia de suspense en el que trata de una forma científica una historia de hombres lobo.

En 1947 inicia con el cuento With Folded Hands… la serie de los Humanoides, de nuevo dando pie a lo que sería otro gran tema de la ciencia ficción: las historias de robots. Bastante antes de que Isaac Asimov lo convirtiera en un subgénero inmensamente popular, Williamson ya había analizado la psicología de androides creados y obligados a servir al hombre.

Dentro del estilo clásico de aventuras en el espacio están Seetee Ship, novela en la que según el diccionario Oxford aparece por primera vez en toda la historia la palabra «terraformar», y Seetee Shock. Williamson también aparece en el diccionario Oxford como inventor de la expresión «ingeniería genética», tan de moda en la actualidad, aparecida por primera vez en Dmgon’s Ishnd en 1951.

Galardonado con nueve premios a toda una carrera, no es de extrañar que además Williamson fuera nombrado en 1976 Gran Maestro de la ciencia ficción, el segundo autor en recibir este título en toda la historia, después de Robert A. Heinlein, y que su autobiografía, Wonder’s Child: my Life in Science-Fiction, escrita en 1984, recibiera el prestigioso premio Hugo. Muy lejos de caer en el síndrome del estancamiento que atrapó a muchos de los autores tanto contemporáneos suyos como posteriores, Williamson ha logrado demostrar una vez más su inmenso talento con la novela corta The Ultímate Earth, ganadora nada menos que de un Hugo y un Nébula y nominada en tres galardones clásicos más, y con Terraforming Earth, ganadora de un premio John W. Campbell.