Este libro y la historia que hay detrás están en deuda con muchas personas a quienes quisiera dar las gracias:
A Tina Klopp, por dos meses altamente productivos y por escribir todas mis historias en tan poco tiempo.
A mi lectora Silvie Horch y al resto del gran equipo de la editorial Econ, sin cuya competencia no habríamos podido publicar un libro tan bueno en tan poco tiempo.
A mi agente Barbara Wenner por defender a la perfección la idea de este libro hasta su publicación e incluso más allá.
A los colegas de las editoriales extranjeras que van a traducir esta historia y que, de momento, van a publicarla en diecisiete países. En particular, a Charlie Conrad, de la editorial norteamericana Crown, por sus valiosas aportaciones sobre el contenido del libro.
A los abogados Markus Kompa y el Dr. Sven Krüger, como también a Amanda Telfer y Matthew Martin, por sus aportaciones (probablemente impagables) a este libro.
A mi familia por haberme inculcado los buenos valores que hacen que sea quien soy.
A mi mujer Anke, mi compañera y amiga, y a mi hijo Jacob.
Al Chaos Computer Club y a todos sus caóticos, por tantas cosas que cualquier intento de enumerarlas todas sería en vano.
A la cervecería Loscher por el Club Mate. ¿Qué sería de mí sin vosotros? Seguramente andaría siempre muy cansado.
A Internet, porque siempre contraataca.
A tal y a cual, por todo.
A todos aquellos que, de forma directa o indirecta, han participado en el espectáculo de los últimos tres años. Sin vosotros nada de esto habría sido posible.
A las numerosas fuentes cuyas informaciones hemos publicado. Si hubiera más personas tan valientes como vosotros, la Tierra sería un lugar mucho mejor.
A Julian Assange, que tuvo una idea y la introdujo en mi vida.
Al equipo de OpenLeaks. ¡Que sigamos trabajando juntos mucho tiempo!
DANIEL DOMSCHEIT-BERG