Si bien me sentía optimista cuando en agosto de 1998 se publicó mi libro La masai blanca, pensando que el relato de mi historia africana de amor despertaría amplio interés, ni en mis sueños más audaces hubiese esperado que en poco tiempo acabase en las listas de best seller, que fuese traducido a quince idiomas y llevado al cine. El éxito del libro y todas las vivencias relacionadas con este éxito se convirtieron en otra gran aventura en mi vida.

Entonces no tenía intención de escribir un segundo libro, pero en el transcurso de los años recibí miles de cartas, faxes y mails en los que lectoras y lectores me comunicaban de diversas maneras hasta qué punto mi historia les había impresionado. Casi siempre estos escritos finalizaban preguntándome cómo se encontraba en la actualidad mi familia keniata, mi hija y yo misma.

Al principio yo intentaba aún contestar personalmente a cada uno de estos escritos, pero llegó un día en que tuve que capitular ante las oleadas de consultas. Sin embargo, a cada nueva muestra de interés por nuestro destino se iba formando en mí una creciente presión interna de tener que cumplir con una especie de obligación.

Deseo dedicar este libro a todos aquellos que me han conmovido en lo más hondo con su reconocimiento, sus muestras de aliento y su interés por la historia de mi vida.

Lugano, abril de 2003