Notas

[1] La mayor parte de los datos que conforman la biografía de Epicuro son aportados fundamentalmente por Diógenes Laercio, en el libro X. <<

[2] Cfr. Diógenes Laercio, X, 14, la Suda, y Cicerón, De natura deorum, 1, 72. <<

[3] Cfr. Estrabón, XIV, 638. <<

[4] Cfr. Diógenes Laercio, X, 13-14. <<

[5] Cfr. Diógenes Laercio, X, 8. <<

[6] Cfr. Diógenes Laercio, X, 15. <<

[7] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto 40, 12; 41, 4 y 42, 8, con Anaxágoras, fr. 497 Kirk-Raven. <<

[8] Cfr. P. Nizan, Los materialistas de la Antigüedad, Barcelona, 1938, trad. esp., y A. Tovar y M. S. Ruipérez, Historia de Grecia, Barcelona, 1972, páginas 267 y ss. <<

[9] Lucrecio, 1, 62-65. <<

[10] Lucrecio, 1, 80-100. <<

[11] Lucrecio, 1, 101. <<

[12] Cfr. B. Farrington, The Faith of Epicurus, Londres, 1967, 63-75. <<

[13] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto 35, 14-15. <<

[14] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto, 79. <<

[15] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto, 35, 36, 37 y 79. <<

[16] Lucrecio, 3, 1. <<

[17] Cfr. Lucrecio, 1, 62 y ss. <<

[18] Diógenes Laercio, X, 26. <<

[19] Cfr. Platón, Banquete, 216 a. <<

[20] Cfr. Kirk-Raven, Los filósofos presocráticos, trad. esp., 1974, números 554 y 562, con Epicuro, Epístola a Heródoto, 39-40. <<

[21] Aristóteles, De generatione el corruptione a 8, 325 a 23. <<

[22] Epicuro, Epístola a Heródoto, 38, 4. <<

[23] Cfr. Kirk-Raven, op. cit., núm. 546, con Epicuro, Epístola a Heródoto.

43, 4. <<

[24] Cfr. Kirk-Raven, op. cit., núm. 562, con Epicuro, Epístola a Heródoto,

45, 4 y 73, 11-19. <<

[25] Cfr. Kirk-Raven, op. cit., núm. 587, 588, y 454, 455, con Epicuro, Epístola a Heródoto, 49. <<

[26] Cfr. Diógenes Laercio, X, 12. <<

[27] Cfr. Kirk-Raven, op. cit., núm. 497, con Epicuro, Epístola a Heródoto, 38, 13-14; 40, 12; 41, 4 y 42, 8. <<

[28] Cfr. Farrington, op. cit., pág. 7. <<

[29] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto, 35, 37, 78-82; Epístola a Pítocles. <<

[30] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto 35-38, 78, 82; Epístola a Pítocles, 84, y Epístola a Meneceo, 122. <<

[31] A. Long, La filosofía helenística, trad. esp., Madrid, 1975, pág. 35. <<

[32] Cfr. Epicuro, Epístola a Heródoto, 46 y 52. <<

[33] Cfr. Epicuro, ídem, 46, 49, 50. <<

[34] Cfr. Epicuro, ídem, 51. <<

[35] Epístola a Heródoto, 38. <<

[36] Ídem, 39. <<

[37] Ídem, 39. <<

[38] Ídem, 39. <<

[39] Ídem, 39. <<

[40] Ídem, 40. <<

[41] Epístola a Meneceo, 123. <<

[42] Epístola a Heródoto, 63-66. <<

[43] Epístola a Meneceo, 125. <<

[44] Ídem 123 y Epístola a Heródoto, 76-77. <<

[45] Epístola a Heródoto, 41. <<

[46] Ídem, 45. <<

[47] Ídem, 73. <<

[48] Ídem, 75-76. <<

[49] Ídem, 75. <<

[50] Ídem, 44. <<

[51] Ídem, 76. <<

[52] Cfr. A. Long, op. cit., pág. 64. <<

[53] Lucrecio, 2, 251-293. <<

[54] Epístola a Heródoto, 43. <<

[55] Ídem, 43. <<

[56] Ídem, 43. <<

[57] Ídem, 43. <<

[58] Ídem, 35-37 y 79. <<

[59] Epístola a Meneceo, 128-129. <<

[60] Ídem, 128-129. <<

[61] Ídem, 128-130. <<

[62] Ídem, 122, 128. <<

[63] Epicuro, Máximas Capitales, 33-34. <<

[64] Ídem, 33. <<

[65] Ídem, 27. <<

[66] Cfr. Antología Palatina, 7, 72. <<

[67] Diógenes Laercio X, 3. <<

[68] Cfr. Evangelio de Lucas, 4, 24-25. <<

[69] Cfr. Evangelio de Juan, 7, 5, y de Marcos 3, 21. <<

[70] Diógenes Laercio, X, 15. <<

[71] Ídem, X, 22. <<

[72] Ídem, X, 3, 6, 7, 10. <<

[73] Ídem, X, 9. <<

[74] Cicerón, Tusc. 4, 6-7. <<

[75] En su Alejandro, 17, 25, 30. <<

[76] Luciano, Alejandro, 25, 38, 45, 47. <<

[77] C. García Gual, Epicuro, Madrid, 1981, págs. 86 y ss., y A. García Calvo, «Para la interpretación de la Carta a Heródoto de Epicuro», Emérita 40, 1972, págs. 70 y ss. <<

[78] Cfr. Bollack-Wismann, La lettre d’Epicure, París, 1971, págs. 14-37. <<

[79] Como el artículo τά de ὑπερείδοντα concierta con στελλοντα, lo mismo ocurre con el preverbio ὑπ. <<

[80] Seguimos la opinión de A. García Calvo, op. cit, pág. 83, al interpretar σημειώσει como dativo y no como verbo. <<

[81] Por coherencia con ἀκίνητον… συνημμένην… διάληψιν δὲ ἐχούση, de 50, 14-16, parece obligado entender que el texto transmitido aquí, τινα κίνησιν, oculta en realidad τιν᾽ ἀκίνησιν. El origen del error radicaría en un falso corte de palabras. <<

[82] Cfr. 63, 1 y ss. <<

[83] Seguimos la edición de C. Bailey, Epicurus, Oxford, 1926. <<

[84] Seguimos la edición de C. Bailey, op. cit. <<

[85] También aquí seguimos la edición de C. Bailey. <<

[86] Seguimos la edición de C. Bailey. <<

[87] Las sentencias encerradas entre paréntesis no son obra de Epicuro, sino de sus discípulos. <<