6.11

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Schofield tragó saliva: cien mil toneladas de un superpetrolero estaban a punto de aterrizar encima de su diminuto submarino.

El casco era tan grande, tan inmenso, que generaba un zumbido profundo y vibrante conforme descendía por las aguas.

—Esto no se ve todos los días —dijo Schofield para sí mismo—. ¡Knight!

—¡No puedo llegar a tiempo! —gritó Knight con frustración.

—Mierda —murmuró Schofield mientras miraba a izquierda y derecha.

¡Opciones!, gritó su cerebro. No podía escapar nadando. Con sus más de trescientos metros de eslora y sus sesenta de ancho, era demasiado grande. No lograría salir de debajo de él a tiempo.

La única opción era permanecer allí y morir aplastado.

Menudas opciones. Muerte segura o muerte segura.

Pero, si eso era todo lo que había, al menos podía lograr algo antes de que le llegara la muerte.

Y, así, en el lecho marino del canal de la Mancha, Shane Schofield pulsó su micrófono por satélite.

—¡Libro! ¿Cómo va todo por Nueva York?

—Tenemos el Ambrose, Espantapájaros. Todas las fuerzas enemigas han caído. En estos momentos nos encontramos junto a la consola de control y he conectado el enlace ascendente por satélite. Por mi reloj son las 11:52. Dispone de ocho minutos para desactivar esta cosa.

Schofield vio que el superpetrolero seguía descendiendo por las aguas hacia él, un gigante silencioso en caída libre. A esa velocidad, llegaría al lecho en menos de un minuto.

—Puede que usted disponga de ocho minutos, Libro, pero yo no. Tengo que desactivar esos misiles ahora.

Así que sacó su unidad CincLock-VII de su bolsa impermeable y activó el enlace ascendente por satélite.

La unidad cobró vida:

ENL-SAT: CONECTAR ENLACE ASCENDENTE «AMBROSE-049».

CONEXIÓN REALIZADA.

ACTIVAR SISTEMA DE CONEXIÓN REMOTA.

SECUENCIA DE LANZAMIENTO DEL MISIL INICIADA.

PULSE «ENTER». PARA INICIAR LA SECUENCIA DE DESACTIVACIÓN.

PRIMER PROTOCOLO (PROXIMIDAD): SATISFECHO.

INICIAR SEGUNDO PROTOCOLO.

Los círculos rojos y blancos de la consola de control de los misiles del barco de Nueva York aparecieron en la pantalla de Schofield.

Y mientras el impresionante casco del Talbot descendía hacia él, Schofield inició la secuencia de desactivación.

El superpetrolero estaba ganando velocidad.

Caía. Y caía…

Los movimientos de Schofield se tornaron más rápidos.

Un círculo rojo parpadeó y Schofield lo pulsó.

Dieciocho metros

Quince metros

El zumbido del superpetrolero en caída se volvió más potente.

Doce metros…

Nueve metros

Schofield pulsó el último círculo rojo. La pantalla de visualización parpadeó:

SEGUNDO PROTOCOLO (PATRÓN DE RESPUESTA): SATISFECHO.

TERCER PROTOCOLO (CÓDIGO): ACTIVO.

POR FAVOR, INTRODUZCA CÓDIGO DE DESACTIVACIÓN AUTORIZADO.

Seis metros

El agua que rodeaba al submarino se oscureció de repente, consumida por la sombra del superpetrolero.

Schofield introdujo el código de desactivación universal: 131071.

Cuatro metros y medio

La pantalla emitió un bip.

TERCER PROTOCOLO (CÓDIGO): SATISFECHO.

CÓDIGO DE DESACTIVACIÓN AUTORIZADO INTRODUCIDO.

LANZAMIENTO DE MISIL ABORTADO.

Y, mientras esperaba su final (esa vez de verdad, un final del que físicamente no podría escapar), Schofield cerró los ojos y pensó en su vida y en la gente que había estado en ella: Vio a Libby Gant, con aquella sonrisa que podía derretir a cualquiera, besándolo con dulzura; recordó a Madre Newman lanzando tiros en la canasta de su garaje, su enorme sonrisa en su enorme rostro… y sus ojos se llenaron de lágrimas.

El hecho de que todavía quedaran misiles por desactivar en cierto modo no le importaba. Alguien tendría que solucionarlo por él.

El final llegó de una manera rápida.

Diez segundos después, el superpetrolero Talbot alcanzó el lecho marino del canal de la Mancha y la tierra se sacudió con gran estruendo.

Aterrizó justo encima del ASDS de Schofield y lo aplastó en un pulverizador instante.