Fue como el fin del mundo.
Un chirrido del metal desgarrado, acero contra acero.
La colisión de dos superpetroleros en la superficie del canal de la Mancha, envueltos por la aguanieve, fue espectacular.
Dos de los objetos móviles más grandes del planeta, cada uno de más de trescientos metros de eslora y cien mil toneladas de peso, chocaron a gran velocidad.
El petrolero robado de Rufus, el Eindhoven, se empotró de morros contra el costado izquierdo del Talbot, alcanzándolo en una trayectoria perfectamente perpendicular.
El apuntado morro del Eindhoven penetró el costado del Talbot como si de un cuchillo se tratara, cual ariete.
El costado izquierdo del Talbot se combó hacia dentro. El agua comenzó a entrar por el gigantesco boquete que había abierto el Eindhoven.
Y, como un boxeador retrocediendo ante un golpe, todo el superpetrolero se balanceó abruptamente por el choque.
Al principio se inclinó hacia la derecha por el impacto pero, cuando el agua comenzó a entrar en el barco, el superpetrolero lanzamisiles se inclinó drástica y letalmente hacia la izquierda. Momento en el que se combó del todo y comenzó a hundirse.
Rápido.
Lo que estaba ocurriendo en el interior de la bodega del Talbot habría hecho tragar saliva al mismísimo Noé.
Allí, el impacto había sido atronador.
Ni siquiera Schofield había estado preparado para el brutal impacto ni la repentina aparición de la proa del Eindhoven atravesando la pared izquierda de la bodega.
Como resultado de aquello, la bodega había comenzado a balancearse hacia la derecha, tirando al suelo a todos los allí presentes.
Entonces el agua había comenzado a entrar allí por el enorme boquete en proporciones monumentales.
Una ola de agua de tres metros de alto y gran fuerza entró en la bodega, engullendo a varios miembros del IG-88 en cuestión de segundos, levantando las carretillas y los contenedores y las piezas sueltas de los misiles del suelo.
El agua comenzó a crecer con gran rapidez y el bote salvavidas de Schofield se elevó por encima de sus puntales. Schofield soltó inmediatamente el bote de los pescantes y encendió el motor.
En segundos, el suelo de la bodega quedó completamente anegado. Y el agua seguía subiendo a toda velocidad.
Conforme se inundaba, el Talbot se inclinó hacia la izquierda, hacia el mortal boquete, en un ángulo de al menos treinta grados, y Schofield, que avanzaba con su bote salvavidas motorizado por la superficie del agua, vio que la bodega comenzaba a virar.
17:42:30
Vista desde fuera, la imagen resultaba de lo más peculiar.
El Eindhoven seguía incrustado en el Talbot mientras este yacía medio ladeado sobre su costado izquierdo, colgando (literalmente) de la proa del Eindhoven.
Pero el peso del agua que estaba entrando en el interior del Talbot era tal que la proa del Eindhoven también se estaba hundiendo bajo el agua. Así, la cubierta de proa del Talbot y la torre del puente seguían por encima de la línea de flotación, inclinadas en un ángulo de treinta grados, mientras su costado izquierdo sumergía sin tregua la proa del Eindhoven.
A Rufus, que se encontraba a bordo del Eindhoven, no fue necesario decirle qué hacer.
Corrió al Cuervo Negro, que seguía estacionado en la cubierta de proa de su petrolero, subió a la cabina y se elevó al cielo encapotado.
17:43:30
En el interior del Talbot, que se inundaba con gran rapidez, Schofield estaba moviéndose. Lo hacía con mucha ligereza.
Su bote salvavidas motorizado avanzó entre los ahora inclinados silos misilísticos con Madre y Knight a ambos lados disparando a sus enemigos, que estaban flotando en el agua. Era como atravesar un bosque de árboles a medio derribar.
Tras el impacto, Damon Larkham y la mayoría de sus hombres se habían dirigido al lado derecho de la bodega, el lado más elevado, la única parte que no estaba anegada por el agua.
Schofield, sin embargo, corrió hacia la consola de control situada en el extremo delantero de la bodega.
17:43:48
17:43:49
17:43:50
Su bote salvavidas se abrió paso por entre la bodega con sus dos leales tiradores disparando y abatiendo a los enemigos.
El bote salvavidas llegó junto a la plataforma elevada de la consola de control. La consola, revestida por un armazón, también estaba ladeada y se encontraba a menos de treinta centímetros por encima de la línea creciente de flotación.
—¡Cúbranme! —gritó Schofield. Desde su posición en el bote salvavidas podía ver la pantalla iluminada de la consola y unos números rojos descendiendo en centésimas de segundo: la cuenta atrás del lanzamiento.
00:01:10:88
00:01:09:88
00:01:08:88
Las centésimas de segundo digitalizadas descendían a tal velocidad que todos los números parecían ochos.
Schofield sacó su unidad CincLock-VII, la que le había quitado al francés, de una bolsa impermeable que llevaba en su chaleco y una vez más contempló el visualizador de la unidad.
En la pantalla táctil, los círculos rojos y blancos aguardaban expectantes.
Bip.
Apareció un mensaje:
SECUENCIA DE LANZAMIENTO DEL MISIL INICIADA.
PULSE «ENTER». PARA INICIAR LA SECUENCIA DE DESACTIVACIÓN.
PRIMER PROTOCOLO (PROXIMIDAD): SATISFECHO.
INICIAR SEGUNDO PROTOCOLO.
Al igual que la otra vez, los círculos blancos de la pantalla comenzaron a encenderse y apagarse lentamente.
Schofield los pulsó cada vez que parpadeaban.
La cuenta atrás seguía su curso.
00:01:01
00:01:00
00:00:59
Entonces, de repente, el Talbot se inclinó bruscamente. Todo el superpetrolero, que seguía suspendido de la proa del Eindhoven, estaba comenzando a hundirse lentamente.
A causa de esa sacudida inesperada, Schofield no pulsó uno de los círculos blancos.
La unidad emitió un bip.
SEGUNDO PROTOCOLO (PATRÓN DE RESPUESTA): FALLIDO
INTENTO DE DESACTIVACIÓN REGISTRADO.
TRES INTENTOS DE DESACTIVACIÓN FALLIDOS OCASIONARÁN UNA DETONACIÓN POR DEFECTO.
SEGUNDO PROTOCOLO (PATRÓN DE RESPUESTA): REACTIVADO.
—Mierda… —maldijo Schofield.
Empezó de nuevo.
El superpetrolero seguía hundiéndose.
Sintió cómo el agua chapaleaba contra sus botas.
Mientras Schofield pulsaba la pantalla, Aloysius Knight disparaba a los hombres del IG-88 apostados en el costado derecho de la bodega.
Disparó otra ráfaga de balas cuando de repente lo vio.
—Oh, no… —acertó a decir.
—¿Qué? —gritó Madre.
—La puerta del compartimento de carga del lado derecho —indicó Knight—. Está a punto de sumergirse.
Tenía razón. Como el barco se había inclinado a la izquierda, la enorme entrada al compartimento de carga se había mantenido por encima de la línea del agua.
Pero en esos momentos el agua estaba a punto de llegar hasta ella. Y eso no era nada bueno porque, una vez lo hiciera, el agua comenzaría a entrar en el barco desde ambos flancos.
Tras eso, el Talbot se hundiría a vertiginosa velocidad.
—¡Knight! —gritó Madre—. ¡A la derecha!
—Oh, mierda —espetó Knight.
A su derecha, seis de los hombres de Larkham estaban subiendo a dos botes salvavidas motorizados.
Iban tras ellos.
—¡Capitán Schofield! —gritó Knight—. ¿Ha acabado ya?
—¡Casi…! —gritó Schofield con la mirada fija en la pantalla.
00:00:51
00:00:50
00:00:49
Los dos botes salvavidas del IG-88 avanzaron por el costado derecho de la bodega anegada y recogieron a Larkham y a los hombres restantes del IG-88, dieciséis en total.
A continuación pusieron rumbo hacia Schofield y la consola de control del misil.
Knight y Madre dispararon.
Los dos botes salvavidas cruzaron las aguas por entre el bosque de silos inclinados, disparando conforme avanzaban.
Mientras tanto, Schofield seguía en su mundo, pulsando círculos rojos y blancos.
00:00:41
00:00:40
00:00:39
Entonces pulsó el último círculo blanco y la pantalla cambió a:
SEGUNDO PROTOCOLO (PATRÓN DE RESPUESTA): SATISFECHO.
TERCER PROTOCOLO (CÓDIGO): ACTIVO.
POR FAVOR, INTRODUZCA CÓDIGO DE DESACTIVACIÓN AUTORIZADO.
—De acuerdo —dijo Schofield. El código de desactivación universal. El sexto número primo de Mersenne que seguía escrito en su mano: 131071.
Comenzó a introducir el código cuando, sin previo aviso, el barco salvavidas en el que estaba se movió y…
¡Bip!
PRIMER PROTOCOLO (PROXIMIDAD): FALLIDO.
TODOS LOS PROTOCOLOS REACTIVADOS.
—¿Qué? —Schofield se volvió y vio que Knight estaba alejando el bote de la consola de los misiles mientras Madre disparaba desde la popa a los dos botes del IG-88 que los perseguían.
Pasaron por entre los silos.
—¡Lo siento, capitán! ¡Tenemos que irnos! ¡Estamos muertos si seguimos aquí!
—¡Bueno, tenemos que acercarnos de nuevo a la consola en diez segundos! ¡Porque necesito al menos veinticinco segundos para completar el patrón de respuesta!
Las balas levantaban el agua alrededor de su veloz bote salvavidas.
00:00:35
00:00:34
00:00:33
Knight viró el bote.
—¿Cómo de cerca tiene que estar?
—¡Dieciocho metros!
—¡De acuerdo!
Las balas les pasaron rozando la cabeza e impactaron en los silos misilísticos.
Knight dio la vuelta al bote y trazó un amplio círculo alrededor de la isla de acero en la que se había convertido la consola de control, un círculo que implicaba sortear el bosque de silos.
00:00:27
00:00:26
00:00:25
La pantalla de Schofield cobró vida de nuevo.
PRIMER PROTOCOLO (PROXIMIDAD): SATISFECHO
INICIAR SEGUNDO PROTOCOLO
El visualizador de respuesta a la luz se inició, así que Schofield comenzó a pulsar de nuevo los círculos.
Madre seguía disparando a los botes del IG-88.
Knight manejaba el bote con una mano mientras disparaba con la otra, con cuidado de mantener la barca dentro de un radio de dieciocho metros de la consola de control.
00:00:16
00:00:15
00:00:14
Pero entonces las balsas del IG-88, conscientes del giro que estaba dando Knight, se dividieron.
Una de ellas giró en el agua sobre sí misma y tomó la dirección circular contraria, de manera tal que el primer bote del IG-88 estaba llevando al de Schofield directo al segundo.
Ajeno a la persecución, las manos de Schofield se movían con más rapidez en esos momentos.
Rojo, blanco, blanco…
Tap, tap, tap…
00:00:11
00:00:10
00:00:09
Knight adivinó el plan del IG-88 y disparó al hombre que maniobraba el bote que se acercaba de cara hacia ellos.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Fallo, fallo, fallo…
00:00:08
00:00:07
00:00:06
Las manos de Schofield eran en esos momentos una masa borrosa de la velocidad con que se movían a izquierda y derecha.
Madre abatió a uno de sus perseguidores. Pero entonces gritó de dolor cuando un disparo le alcanzó en el hombro.
00:00:05
00:00:04
00:00:03
Estaban en trayectoria de colisión directa con el segundo bote del IG-88. Knight seguía disparando.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Fallo, fallo…
Blanco.
00:00:02
El hombre se desplomó y cayó muerto. El bote del IG-88 se alejó y Knight mantuvo su bote dentro de un radio de dieciocho metros de la consola.
00:00:01
Y el movimiento de las manos de Schofield varió ligeramente. En vez de pulsar círculos, en esos momentos parecía como si estuviera tecleando un…
00:00:00
Demasiado tarde.