Capítulo 70

Zúrich, Suiza, 17 de febrero de 1917

Tras su llegada a la ciudad, Hércules y sus amigos se dirigieron al hotel en el que tenían su equipaje. Descansaron del viaje y Hércules se dirigió a su banco para sacar fondos. Alicia y Lincoln fueron a aprovisionarse de algunas cosas necesarias para el viaje y el hermano Juan se quedó en la habitación.

Cuando Hércules salió del banco, se encontró de frente con Lenin. Caminaba con la cabeza gacha y con dos de sus guardaespaldas, uno a cada lado.

—Señor Lenin —dijo Hércules saludando al líder comunista.

El ruso levantó la vista y contempló por unos segundos a Hércules, no era corriente que alguien lo saludara en Zúrich.

—Señor Guzmán. Pensaba que ya estaría lejos de Suiza.

—Lo cierto es que parto hoy mismo hacia Rusia.

—¿Hacia Rusia? Un extraño destino turístico en los tiempos que corren —comentó Lenin.

—Ya le expliqué que investigamos unos asesinatos —dijo Hércules.

—En la actualidad muere tanta gente inocente que resulta admirable que alguien se preocupe por unos pobres monjes. ¿Cómo entrarán en Rusia?

Hércules encogió los hombros. Europa estaba en guerra y no sería fácil atravesar el frente para entrar en Rusia. Lenin se quedó pensativo. No era un hombre muy hospitalario, ni siquiera amable, pero Hércules parecía el tipo de hombre que puede amenizar un largo viaje en tren rodeado de una camarilla de aduladores que nunca se atrevían a contradecirlo.

—Nosotros salimos en unas horas y por medio del tren, llegaremos a Dinamarca y desde allí nos dirigiremos hasta Finlandia. Atravesar la frontera por ese punto será mucho más sencillo. ¿Desean venir con nosotros?

Hércules lo miró sorprendido. No esperaba ese tipo de invitación.

—Será un placer viajar en tan grata compañía.

—Los espero en dos horas en la estación de tren. No se retrasen, no podremos esperar mucho…

—Gracias, nos prepararemos de inmediato.

Cementerio judío de Praga