Retrato de la lozana andaluza

Auctor. ¿Es aquel que viene con el otro Sietecoñicos?

Lozana. Sí, por mi vida, y su pandero trae. Mili cantares nos dirá el bellaco, y ¿no miráis? Anillos y todo ¡muéranse los barberos!

Sietecoñicos. Mueran por cierto, que muy quexoso vengo de vuestro criado, que no me quiso dár tanticas de blanduras.

Lozana. Anda, que bueno vienes, borracho, alcohol y todo, no te lo sopiste poner, calla que yo te lo adobaré, si te miras á un espejo, verás la una ceja más ancha que la otra.

Sietecoñicos. Mirá que norabuena, algún ciego me querría ver.

Lozana. Anda, que pareces á Francisca la Fajarda, entrá, que has de cantar aquel cantar que dixiste cuando fuimos á la viña á cenar, la noche de marras.

Sietecoñicos. ¿Cuál? ¿Vayondina?

Lozana. Sí, y el otro.

Sietecoñicos. Ya, ya, ¿Ferreruelo?

Lozana. Ese mismo.

Sietecoñicos. ¿Quién está arriba? ¿Hay putas?

Lozana. Sí, más mirá que está allí una que presume.

Sietecoñicos. ¿Quién es? ¿La de Toro? Pues razón tiene; puta de Toro y trucha de Duero.

Lozana. Y la sevillana.

Sietecoñicos. La seis veces villana, señores, con perdón.