Escribir agradecimientos probablemente sea para mí la parte más difícil de todo el proceso de creación de una novela. Siempre tengo la sensación de que estoy olvidando a alguien, y probablemente lo haga, aunque esa no sea mi intención.
En muchos momentos he llegado a pensar que no escribiría Juego de ángeles. Han pasado años entre los dos primeros libros y este último volumen. En todo ese tiempo ocurrieron muchas cosas, entre ellas que escribí tres novelas, y ese tiempo me hizo madurar como escritora. Así que, cuando quise continuar Almas Oscuras y me reencontré con los personajes, me di cuenta de que mi percepción sobre ellos y el mundo ficticio que había creado ya no era la misma. Vi que muchas de las ideas que tenía ya no eran válidas y casi tuve que empezar de cero. Me ha costado mucho encontrar el camino. Pero en este momento, cuando miró hacia atrás y hago balance de todos estos meses en los que casi me vuelvo loca, veo que ha merecido la pena. Estoy orgullosa de Juego de ángeles.
Quiero dar las gracias a todos mis lectores por ser tan increíbles. Son mi inspiración para escribir y significan más de lo que puedo expresar con palabras. Sin su apoyo y su paciencia, ahora no estaría escribiendo estas palabras. ¡Sois los mejores!
A mi brillante agente, Lola Gulias, por ser la vela que impulsa este barco. Tu apoyo, tu fe y tu amistad incondicional no dejan de sorprenderme. ¡Por no mencionar tu paciencia al oírme hablar sin parar de todos esos proyectos y desvaríos que ni yo misma entiendo! Te quiero; muchas gracias.
A Ilu y Verónica, mis editoras, que siempre se han asegurado de que me sienta cómoda y han sido las personas más comprensivas del planeta, esperando con una infinita paciencia que yo pudiera acabar esta novela. Sois maravillosas; me encanta trabajar con vosotras.
Debo una gratitud absoluta a mis chicas: Cristina Más, Marta Fernández, Yuliss Hale y Raquel Cruz. Por ser las mejores amigas que podría desear, y por ser las primeras personas en leer y comentar mis historias. Sin vosotras no mantendría la ilusión. Y tan importantes como ellas, también lo son Victoria Vílchez, Rocío Carralón, Pat Cásala y Antonia Romero. Sois mis almas afines.
A Bea Magaña. Eres un regalo.
A Natalia Perez, Nazareth Vargas, Virginia Sobreira y Patricia Fernández. ¡Quién me lo iba a decir! Os quiero mucho, chicas.
A Eva Rubio y Daniel Ojeda, siempre en mi corazón.
A todas esas personas que he ido encontrando por el camino y que han acabado ocupando un lugar especial en mi corazón. Es imposible nombraros a todos, pero vosotros ya sabéis quienes sois. Gracias por estar ahí cada día, por comentar todas mis tonterías, y por todos esos «Me gusta». Soy afortunada por tantos amigos virtuales.
Quiero darles las gracias a mi familia y amigos por no odiarme cuando los abandono durante días enteros para terminar un libro. Os quiero mucho más por ello.
A Celia y Andrea, nunca podré agradeceros lo suficiente que me hayáis dejado escribir mis libros, y que no os haya importado comer tantos macarrones. ¡Estoy tan orgullosa de vosotras!
Finalmente, quiero dar las gracias a William, Kate, Adrien…, a todos los personajes que han dado vida a Almas Oscuras. ¡Os voy a echar mucho de menos!