PRÓLOGO A LA NUEVA EDICIÓN

Una noche en Bocaccio vino corriendo un ayudante de producción para avisarme de que la Guardia Civil había ordenado parar el rodaje de Brigada Central. La Dirección General de la policía había prohibido que se utilizara cualquier símbolo de la policía española, fueran uniformes, coches o banderas. Al parecer mis guiones no habían gustado, no eran políticamente correctos.

Al otro día hablé con Pedro Masó y me confesó que ya estaba arreglado todo, había llegado a un acuerdo con José María Rodríguez Colorado, el director general; la serie podía hacerse.

Lo que no me dijo fue qué tipo de acuerdo había firmado.

Lo supe después de 1989. La Dirección General de la policía había enviado al rodaje a un policía que iba corrigiendo los guiones de todo aquello que no le gustaba. Eso se llama censura.

Después, en el año 2003, la Dirección General de la policía me prohibió de nuevo la utilización de uniformes, símbolos, edificios, etc., de la policía, para la película que iba a dirigir, Tánger, que se estrenó en 2004.

Con Brigada Central fue el PSOE, con Tánger, el PP.

Sepa el lector que cualquier película o serie de policías tiene que tener permiso de las autoridades para rodarse.

Por eso me alegro de sacar ahora Brigada Central de nuevo en la edición original, revisada por mí, en tres volúmenes.

Salobreña (Granada), verano de 2010