Nota de la autora y agradecimientos

Como siempre, me siento profundamente en deuda con muchas personas por la ayuda que me prestaron en la elaboración de este libro. Las personas que indico a continuación tuvieron la bondad y la paciencia de ofrecerme opiniones expertas. Por supuesto, cualquier error y licencia literaria son únicamente responsabilidad mía.

Por la información que me proporcionaron acerca de los francotiradores de las fuerzas de seguridad y de las unidades tácticas, quisiera dar las gracias a la teniente Cary Maroni, al agente John Bergeron y a la mayor Marianne McGovern, de la Policía del Estado de Massachusetts; al agente especial James Fitzgerald del FBI y al teniente James Swanberg, de la Policía del Estado de Rhode Island. También deseo expresar mi más sincero agradecimiento a muchos otros agentes de la ley que quisieron permanecer en el anonimato. Ya sabéis quiénes sois.

También, al departamento jurídico. Mi más sincera gratitud a Sarah Joss, procuradora adjunta de la Oficina del Fiscal General; a Bill Loftus, investigador de la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Suffolk; a Jerry Stewart, ayudante del Fiscal de Distrito del condado de Suffolk; al sargento detective Richard Clancy, de la Policía de Boston en la Oficina del Fiscal de Distrito del condado de Suffolk; y a Patrick Loftus, abogado defensor.

En cuanto a la investigación médica, no podría haberla llevado a cabo sin las maravillosas y enrevesadas mentes de Margaret Charpentier y Kelly L. Matson, profesoras ayudantes de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Rhode Island.

También estoy en deuda con mi buen amigo el doctor Greg Moffatt, por ilustrarme acerca de la terapia que se aplica tras un incidente crítico y acerca de las tendencias homicidas en general. Y, por supuesto, qué haría yo sin mi gran amiga, y escritora como yo, Betsy Eliot, que dedicó una estupenda tarde a enseñarme todo South Boston y obligó a su familia a soportarme. ¡Eres la mejor, Bets!

En el divertido apartado de las novedades, estoy encantada de poder anunciar quién ha sido el ganador del sorteo Mata a un amigo, mutila a un colega. Fueron muchos los que participaron, pero solo uno podía ganar la magnífica oportunidad de hacer que en mi novela muriese el personaje que él escogiera. Así que muchas felicidades a Jillian Zizza, ganadora del concurso, y a la querida amiga de Jillian, Colleen Robinson, a la que ella nominó para que fuese la afortunada. Ambas recibirán gratis sendos ejemplares firmados para celebrar este gran honor.

Si usted desea nominarse a sí mismo, o a un ser querido, como candidato para morir en mi próxima novela, no tema, en otoño comenzará la nueva edición del concurso Mata a un amigo, mutila a un colega. Para más detalles, consulte www.lisagardner.com

Por último, gracias a Kate Miciak, que, sinceramente, es la mejor correctora que se puede tener. A Melinda, Barbara, Kathleen y Diana, por servir una vez más de maravillosas revisoras. A Brandi, porque todos sabemos que sin ti yo no habría podido hacer nada. Y a mi marido, por llenar mi mundo de bendiciones.