CAPÍTULO 98

WHIT

Esto es lo que se perdió mi hermana: me di la vuelta y vi que varios de los niños de la cárcel estaban llorando, con los ojos asustados y acobardados.

Entonces apareció el Único que es Único. Esta vez no había habido ningún aviso, de ninguna clase.

Avanzó hacia Wisty y declaró:

—Es buena, es muy buena, Whitford. Los dos lo sois. Por supuesto, sabes que nunca tuve intención de haceros daño de verdad a ninguno de los dos, ¿verdad? En absoluto.

Por fin fui capaz de hablar.

—Estoy seguro de que no era su intención.

—No lo era, claro que no. Esa no es una de las profecías. Ni siquiera yo puedo cambiarlas.

El Único me miró con dureza, casi como si pudiera traspasarme.

—Conoces las profecías acerca de ti y de tu hermana, ¿verdad? Por eso hay tanto interés en vosotros. ¿Vuestros padres no os dijeron nada? ¿Quieres hacerme creer que nadie os lo ha contado? ¿No lo sabes?

Deseaba hacerle daño, pero lo único que era capaz de hacer era murmurar tontamente.

—¿Qué profecías?

—Oh, Whit, Whit, pobre Whit… Está bien, si tengo que ser el que perpetúe la leyenda y el mito, así será. Escucha bien:

»Profecía Uno: “un chico y una chica, hermano y hermana, nacerán de gente relacionada con la magia y llegarán a alcanzar poderes inalcanzables hasta entonces por ningún otro”. Por ahora, eso es obviamente verdadero.

»Profecía Dos: “el chico y la chica liderarán un ejército de niños hasta la victoria”… Bueno, mira a tu alrededor. Habéis ganado la batalla del Reformatorio del Nuevo Orden, ¿verdad?

»Tres: “el hermano y la hermana conocerán una gran tristeza, sufrimiento, y sabrán lo que es la traición”. Espero que eso no suceda. Eso creo.

»Cuatro: “visitarán los cinco niveles de realidad, cosa que nadie ha conseguido hasta ahora, y aprenderán las lecciones de cada nivel”. Parece aún peor que la secundaria y el bachillerato.

»Profecía Cinco: bueno, luego hablaré de ella.

»Seis: “por fin, el hermano y la hermana se unirán a un poder aún mayor que ellos para el bien y la prosperidad de todos”. ¿Suena bien, no?

El Único se me quedó mirando directamente a los ojos, como si estuviera tratando de conocerme mejor, de saber algo más acerca de mí.

—Así que, Whitford, ¿qué opinas de todo esto? ¿Soy amigo o enemigo? ¿O soy un poco de cada? ¿Todas las cosas importantes de la vida son blancas o negras, o a lo mejor existen los tonos intermedios? ¿Existen las hadas, los duendes y los trasgos? ¿Volverás a ver a Celia? Te dejo con estas cuestiones de tanto peso e importancia. Y aquí viene la última profecía, dulce príncipe: «Los Allgood serán ejecutados». Esa es la Profecía Cinco. Estoy seguro de que tú y tu hermana sabréis qué hacer. Dale mis recuerdos. Despiértala con cuidado.