CAPÍTULO 76
WISTY
—¿En ratón?
Whit parecía a punto de estallar.
—¿En ratón? ¿Vas a convertirte en roedor? ¿Para rescatar a mamá y papá, y a todos esos niños? ¿Y quizá tropezarte con el Único que es Único?
Asentí con la cabeza.
—Un ratón puede meterse en todo tipo de lugares sin que nadie lo vea. Un ratón puede entrar en tuberías estrechas y abrirse paso a mordiscos por conducciones de plástico. Un ratón puede hacer cosas que un elefante no podría —señalé.
—Un ratón puede ser aplastado por la bota de cualquier guardia. O vaporizado. No —me prohibió Whit—. Es demasiado peligroso. Es una locura.
Me negué a retirar mi idea, porque era una buena idea. Estaba segura de ello.
—Pero me dará la oportunidad de meterme en lugares donde nadie más pueda ir. Soy capaz de hacerlo, Whit. He probado con serpientes, cucarachas, murciélagos… Con un ratón, puedo. Además —dije, con una sonrisa ladina— tengo una afinidad especial por los bichitos pequeños, ¿verdad?
Hubo un silencio incómodo durante unos segundos, mientras el grupo digería mi plan. Mientras tanto, habíamos llegado al final del metro y estábamos de vuelta en la calle, aunque seguíamos ocultos en la penumbra.
—No me gusta —dijo Whit, pero era obvio que se estaba ablandando.
—Créeme —le dije—. Soy una bruja. Mira esto. Observa con atención.