CAPÍTULO 67
WISTY
—En fin, todo eso del asalto… ¿Será mañana? —pregunté—. ¿En la cárcel del Overworld? ¿Ya sabéis cómo está organizada la prisión? No es que esté comprometiendo a Whit o a mí misma… no puedo hacer eso.
Janine presionó rápidamente un puñado de teclas, y la pantalla del ordenador mostró un esquema del edificio. Byron «Odiosa y Chismosa Comadreja Cara de Rata» Swain saltó desde el lomo de Feffer y recorrió mi espalda hasta sentarse sobre mi hombro para poder verlo. Giré mi cabeza hacia él.
—Deja de escalar sobre mí o prenderé en llamas y te convertiré en el kebab más repugnante del mundo —le dije—. Justo lo que necesitamos ahora: un espía doble comadreja, contándole al Nuevo Orden nuestros planes.
Byron se escabulló de vuelta al suelo.
—¡No lo haré! —protestó, servilmente—. Jamás. Eso no sucederá.
Janine parpadeó.
—¿La comadreja es un espía? ¿Es una comadreja que habla?
—Es una larga historia —dije—. No me fío de que esta comadreja esté más cerca de la distancia a la que soy capaz de arrojarla, que son unos diez metros —reflexioné, posando la vista en Byron—. ¿Cuánto pesas?
—¡No soy un espía! —dijo Byron—. ¿Crees que podría regresar con ellos? ¿Con este aspecto? ¡Ya podría haber averiguado el mayor secreto del universo, que aun así me ejecutarían en un periquete!
—Me da igual, sal de aquí. ¡Fuera! —dije con firmeza, señalando el pasillo.
Humillado y herido, Byron correteó por el suelo resoplando hasta la salida. Volví al esquema de la cárcel.
—De acuerdo, ¿qué pasa con lo de salvar a esos chicos? ¿Tenéis algún plan?