CAPÍTULO 18
WHIT
Toda aquella locura estaba yendo demasiado rápido.
En los juicios normales, legales, un miembro del jurado se ponía de pie y leía el veredicto de una hoja de papel, que a menudo sostenía de forma temblorosa. Pero aquello era una parodia de la justicia. Este jurado se limitó a levantar los puños. Todos aquellos hombres, uno a uno, volvieron sus manos con los pulgares hacia abajo. Todos ellos. Unánimemente.
Por supuesto, en los juicios normales también hay abogados, y un proceso que se ha de seguir, y principios como la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, y cosas por el estilo. «Bienvenidos al Nuevo Orden», supuse.
El juez Unger golpeó con tanta fuerza con su martillo que Wisty y yo dimos un salto.
—¡Culpables de todos los cargos! —rugió, y la respiración se me congeló en el pecho.
—¡A ti, Wisteria Allgood, el Nuevo Orden te declara hechicera! ¡A ti, Whitford Allgood, se te declara hechicero!
Wisty y yo solo éramos capaces de mirarlo en estado de shock e incredulidad. Pero él se había reservado la mejor frase para el final.
—Ambos cargos merecen el castigo de ahorcamiento… hasta la muerte.