CAPÍTULO 104

WISTY

Lo que, por supuesto, nos lleva de vuelta al punto en el que empezamos: esperando a ser colgados frente a un estadio rebosante de caras cobardes, y presidido por un tipo vestido de negro que da un miedo para hacerse pis encima.

En serio, el Único que es Único desprende una especie de vibración malsana, como si fuera algún tipo de central nuclear.

Y lo peor de todo no es el poder que obviamente ejerce sobre la gente que está en este estadio, desde los mandones guardias de seguridad colocados en cada una de las entradas hasta el boquiabierto grupo de espectadores adolescentes vestidos con coloridos polos del N.O., que estaban sentados junto a los palos del fondo del campo.

No, lo que me asusta es que estoy segura de que tiene magia. Un montón de magia. Algo que va bastante en serio.

Su Unicidad hace un gesto hacia la multitud para acallarla, y todo el mundo deja de hablar incluso antes de que su mano esté del todo levantada. ¿Cuántas veces, en la historia de la humanidad, alguien como él ha tomado el control de sociedades enteras? Ya sabéis la respuesta, amigos: «demasiado a menudo».

Parece que va a dar una charla, lo que me pone definitivamente de los nervios. Quiero decir que ya es bastante malo que la última cosa que vayan a ver los Allgood sea su pinta asquerosa, como para que encima lo último que oigamos tengan que ser también sus palabras.

Entonces, me doy cuenta de que una vaga sensación que se iba haciendo más y más precisa es, en realidad, una especie de intuición de bruja. ¿Sabes?, tengo la curiosa impresión de que en el último momento conseguiremos librarnos de esta horrible e indescriptible situación. Y viviremos para seguir luchando, y, con un poco de suerte, eso servirá para traer un poco de bienestar y prosperidad a todo el mundo, es decir, cumplir la Profecía Seis.

Pero ese momento aún no ha llegado. En este momento, todo está en silencio.

¿Cómo pueden estar tan absolutamente calladas cien mil personas?

Están tan calladas que se puede oír la brisa que recorre el estadio.

Tan calladas que no se puede hacer otra cosa que estar asustado; asustado de verdad.

Así que… ¿qué estás haciendo tú, estés donde estés? Escucha, por favor: vive el momento, por mucho que te preocupe el futuro. Es tu cerebro, es tu vida, es tu actitud… Sal ahí fuera y llénalo todo con tus pensamientos, tus sonidos y tus ideas, porque son aún más grandes que tú. Todos sabemos lo que en la historia, y en el presente, ha sucedido cuando la gente se ha quedado callada y ha aceptado lo que le ponían enfrente.

Y no te preocupes demasiado por Whit y por mí. Te prometo que te vas a enterar de lo siguiente que pase.

De verdad.

Y soy una bruja malvada que siempre cumple sus promesas.

CONTINUARÁ…