ALGUNOS CONTAMINADORES ACÚSTICOS PARTICULARMENTE REPROBABLES DE LA ÉPOCA ANTERIOR
Según dictamen del Único que Controla la Estimulación Auditiva
Duquesa Goo Goo: Ridícula estrella del pop que saltó a la fama con un single peligrosamente infeccioso: «Five-Card Stud». Dominaba las tendencias y utilizaba recursos teatrales para obligar a los medios de comunicación a respaldar su necesidad de fama. Fue una de las primeras estrellas de la música de las que se encargó el Consejo de Estándares Culturales del Nuevo Orden.
Dustin Beeper: Cantante cuya popularidad se debía a los vídeos colgados en Internet. Su primer álbum, «Beepin’ & Weepin’», se extendió como un virus. Aunque ha sido prohibido para propósitos recreativos, el Nuevo Orden emplea de tanto en tanto su música para sacar de su escondite a los habitantes de Freeland.
The Red-Eyed Sleazes: Conjunto de hip-hop cuyos molestos vídeos eran un catálogo de mal gusto. A pesar de estar rodeados de chicas en bikini, los músicos parecían a punto de echarse a dormir. El Consejo de Estándares Culturales del Nuevo Orden los prohibió por considerar que se estaban burlando abiertamente de la cultura profesionalizada del Nuevo Orden.
Smiley Pyrus: Una estrella del pop adolescente que se hizo famosa cautivando al público con una encantadora sonrisa, y que después hizo saltar por los aires las listas de ventas. Aunque no encierra tanto peligro como la hechicera en busca y captura Wisteria Allgood, sigue estando entre los fugitivos más peligrosos de Freeland.
Swifty Taylor: Superestrella de la música country que se dio a conocer por sus tirabuzones rubios y por sus canciones folk tontamente románticas mientras rompía los corazones de varias estrellas de cine. Cuando el Nuevo Orden se ocupó del mundo, pasó varias temporadas en prisión por las reiteradas referencias a romance y amor en sus letras.