Son muy pocas las casas de aldea de Asturias en las que no se cría cada año un cerdo, que transforman su mayor parte en embutido, y consume la propia familia que lo cebo. Existe gran variedad de tipos de embutido con los nombres: «morciella», morcilla; «llonganiza», longaniza; «llonganizu», chorizo pequeño para los niños; «morcillu», morcilla pequeña; también para los niños, chorizo, chorizo sabadiego, «xuanicu» y «andoya». Existe también la moscancia, morcilla de sebo, que se hace después de pasado el San Martín. Una vez hecho el embutido se cuelga del techo del hogar por medio de unas varas, y durante unas tres semanas se ahúma para que se cure debidamente.