INGREDIENTES
Kilo y medio de sardinas.—Dos cebollas medianas.—Medio kilo de tomates.—Una hoja de laurel.—Medio vaso de vino blanco.—Un trozo de guindilla.—Ciento cincuenta gramos de manteca de cerdo.—Ajos y sal.—La manteca de cerdo se puede suprimir por aceite.
PREPARACIÓN
Se pica la cebolla fina y se fríe en un poco de manteca de cerdo o aceite, cuando está tierna, antes que se dore, se agregan los tomates cortados en trozos, sin piel ni semillas, los ajos picados y la guindilla, se sazona de sal y se deja hacer todo junto hasta que quede unido.
Se les quita la cabeza a las sardinas y se limpian.
En una cazuela de barro, amplia, se pone la mitad de la manteca restante o un chorro de aceite, se derrite y encima se van colocando la mitad de las sardinas apretadas unas contra otras, se les pone la sal y la mitad del frito, se pone encima el resto de sardinas, se sazonan de sal y se cubren con el resto de salsa, se echa por encima el vino y el resto de la manteca esparcida en trocitos o un chorro de aceite, se cubre con una tapadera y se cuece a fuego suave durante hora y media (pueden ponerse en horno suave).