INGREDIENTES
Un pollo.—Dos cebollas.—Tres dientes de ajo.—Unas hebras de azafrán.—Una lata de pimientos, pequeña.—Una copa de coñac.—Una rama de perejil.—Aceite y sal.
PREPARACIÓN
Limpio el pollo se pasa por la llama de alcohol, se limpia con un paño y se trincha, se sazona con ajo y se deja reposar media hora. Pasado ese tiempo se sazona de sal y se fríe en aceite caliente, procurando que quede muy dorado. Se coloca en una cacerola y se le añade la cebolla cortada en trozos. Se machaca en el mortero un diente de ajo con una rama de perejil y unas hebras de azafrán, se deslíe con el coñac y se agrega al pollo, dejándolo cocer lentamente hasta que esté tierno (aproximadamente una hora). Debe cocerse muy tapado. Cada vez que se le quite la tapadera las gotas de vapor acumuladas en ella han de caer sobre el pollo. De vez en cuando se rocía con su jugo y se rectifica de sal. Ya tierno se coloca en una fuente y se vierte por encima la salsa pasada por el pasador. Se sirve adornado con tiras de pimientos y unas patatas fritas muy gruesas.