INGREDIENTES
Un morro.—Una pata de vaca o ternera.—Una mano de cerdo fresca.—Cien gramos de jamón.—Un vaso de vino blanco.—Una rodaja de pan frito.—Una cebolla.—Una cucharada de pimentón.—Una rama grande de perejil.—Dos dientes de ajo.—Dos nueces frescas.—Media hoja de laurel.—Guindilla.—Aceite y sal.
PREPARACIÓN
Se limpian y se cuecen los morros cubiertos de agua fría, cuando rompe el hervor se dejan tres minutos hirviendo fuertemente, pasados éstos se retiran, se escurren y pasan por agua fría. Seguidamente se ponen al fuego en una cacerola con abundante agua fría, se les añaden seis cucharadas de vinagre, dos de aceite, medio limón, una rama de perejil, media hoja de laurel, una cebolla en trozos y un diente de ajo; cuando empieza a hervir, se añaden —para que se conserven blancos— tres cucharadas de harina desleída en un poco de agua fría, se remueve y cuando rompe de nuevo el hervor se echan los morros partidos en trozos; se cuecen lentamente hasta que estén tiernos. Entonces se separan del caldo y se dejan enfriar.
La pata de vaca y la mano de cerdo se limpian y se cuecen hasta que estén tiernas, cuando estén cocidas se separan del caldo (éste se reserva) y se dejan enfriar.
Fríos morros y patas, se cortan en trozos pequeños y se ponen en una cacerola, se les agrega el caldo de cocer la pata y la mano de cerdo.
En el aceite necesario se fríe una cebolla picada muy menuda; a medio freír se le añade el jamón cortado en trozos pequeños, la guindilla y media hoja de laurel, se le da unas vueltas y se agrega el pimentón con cuidado de que no se queme. Se machaca en el mortero un diente de ajo con una rama de perejil, la tostada de pan frito y las nueces, se deslíe con el vino blanco y se añade al sofrito, se le da un hervor y se vierte sobre los morros, removiéndolos para que queden bien introducidos; se sazona de sal y se cuecen lentamente durante dos horas o más, si lo necesitan, cuidando que no se pegue al fondo. Deben quedar muy cocidos.