PREPARACIÓN
Se escogen los hombrinos pequeños, limpios y sin cabeza, se colocan abiertos en una cazuela de barrio, se sazonan de sal y se cubren con vinagre, dejándolos así durante tres días. Pasados éstos se escurren y se les quita la espina (que se desprende sola), se dividen en dos a lo largo, se vuelven a poner en la cazuela de barro; se espolvorean de ajo y perejil muy picado. Se sirven.