INGREDIENTES
Seis puñados de garbanzos.—Trescientos gramos de bacalao.—Una lata de tomate o medio kilo del tiempo.—Un octavo de lata de pimentón.—Un chorro de vino blanco.—Una cebolla.—Uno o dos huevos cocidos.—Ajo y perejil.—Laurel.—Aceite y sal.
PREPARACIÓN
Se corta el bacalao en trozos y se pone en remojo veinticuatro horas, en abundante agua fría, cambiándole durante ese tiempo el agua, por lo menos tres veces (siempre fría). Pasado este tiempo se retira del agua y se escama con cuidado para no estropearle la piel, se reboza ligeramente en harina y se fríe en aceite caliente, colocándolo seguidamente en una tartera con la piel hacia arriba. En el aceite de freír el bacalao se fríe la cebolla, picada muy menuda; cuando está frita se le añade el tomate(si es del tiempo sin piel y cortado en trocitos) se le da unas vueltas removiéndolo bien y se agregan los pimientos picados con su jugo. En el mortero se machaca un diente de ajo con una rama de perejil, se deslíe con un chorro de vino blanco y se vierte sobre la salsa, se hierve unos minutos (puede o no pasarse por el pasador) y se junta con el bacalao, añadiéndole un poco de agua para que tenga bastante salsa. Se deja cocer lentamente durante media hora. De vez en cuando se sacude la cacerola para que éste no se agarre al fondo. Hay que procurar que la salsa sea abundante, pues ésta tiende a secarse por llevar el bacalao harina (para freírlo), si se secara, se puede añadir un poco de agua.
Los garbanzos se ponen a cocer en agua caliente, con sal, media hoja de laurel, un poco de ajo picado y un chorro de aceite (éste se pone para que los garbanzos estén suaves). No se les pondrá abundante agua, pero sí la suficiente pata que estén siempre cubiertos y no suelten la piel. Se cuecen lentamente hasta que estén tiernos.
Una vez cocidos se agregan al bacalao. Se remueven un poco para mezclarlos, se les quita el laurel y se deja cocerlo todo, lentamente, durante media hora más, sacudiendo de vez en cuando la cacerola. Se rectifican de sal. En su punto se retiran del fuego y se dejan reposar antes de servirlos un cuarto de hora por lo menos. Al tiempo de llevarlos a la mesa se colocan en una fuente y se salpican de huevo cocido (picado).
NOTA.— Si se desea puede agregársele un poco de arroz. En este caso se cocerá bastante tiempo con los garbanzos para que quede todo unido.