INGREDIENTES
Un cuarto de angulas.—Cinco cucharadas de aceite.—Dos dientes de ajo.—Un poco de guindilla (puede suprimirse).—Sal y aceite.
PREPARACIÓN
En una cazuela de barro proporcionada a la cantidad, se pone el aceite y los dientes de ajo cortados muy finos. Una vez que los ajos están dorados se retira la cazuela del fuego y se deja enfriar. Cuando el aceite no está más que templado, se echan las angulas, se ponen a fuego vivo, se remueven con dos tenedores de madera, muy deprisa, de manera que todas se calienten a la vez y al mismo tiempo se impregnen de aceite. Al romper a hervir se retiran del fuego y se sirven inmediatamente, en la misma cazuela. Ésta debe llegar hirviendo a la mesa.
NOTA.— No conviene freír más de un cuarto de kilo cada vez.