CHINGUIZ AITMÁTOV, nació en la aldea asiática de Kirguizia en 1928. Durante su infancia, entró en contacto con las traducciones orales de su pueblo a través de los relatos que le contaba su abuela. A los dieciséis años ingresó en la Escuela Técnica de Veterinaria y, durante un tiempo, trabajó en un instituto agrícola, así como en otro de investigaciones científicas. En 1956 inició sus estudios de Literatura en Moscú y, desde entonces, ha desarrollado diversas actividades periodísticas y literarias: fue director de la revista El Kirguistán Literario, desempeñó la corresponsalía del diario Pravdaen Kirguizia y ha formado parte del comité de redacción de la revista literaria Novi Mir.

La carrera literaria de Aitmátov adquiere dimensión universal a partir de la publicación de su obra Yamila, relato breve e inspirado de una historia de amor bellísima.

Entre su amplia producción, se cuentan relatos cortos como Cara a cara y Mi pequeño álamo, novelas magistrales como La nave blanca y Un día más largo que un siglo y la excelente prosa poética de Tierra Madre. El peculiar talento narrativo y la excepcional sensibilidad de Aitmátov para captar escenarios, ambientes y gentes han sido reconocidos por la crítica y los lectores de todo el mundo.

Además de su trabajo literario, Chinguiz Aitmátov fue el embajador de Kirguistán en la Unión Europea, en la OTAN, la Unesco y en los países del Benelux (1990-1994). Fue también el padre del exministro de asuntos exteriores de Kirguistán, Askar Aitmátov.

El 16 de mayo de 2008 sufrió un fallo renal y fue ingresado en el hospital de Nuremberg, donde fallece a los 80 años de edad.