Mis editores, Suzanne Baboneau, de Simón & Schuster UK, y Mitch Hoffman, de Grand Central Publishing, son sencillamente los mejores editores que un escritor pudiera desear. Me siento muy afortunado. Y enormemente agradecido.
Quiero dar las gracias en especial a Eva-Marie Hippel, de Dumont, una buena amiga con un ojo muy meticuloso para los detalles. Gracias también a Jonny Geller, de Curtís Brown, y a Robert Bookman, de CAÁ, por todo su apoyo. Robert Bookman tiene un don sorprendente para poner en contacto a la gente, y me puso en contacto con Michael Korda, cuyo maravilloso libro Journey to a Revolution: A Personal Memoir and History of the Hungarian Revolution of 1956 (Harper Collins, 2006) me fue muy útil.
Agradezco que Michael se tomara la molestia de contestar a mis preguntas.
No puedo recordar qué escritor habló de la necesidad de tener lectores de confianza; quizá todos los escritores hayan hablado de ello. Yo tengo dos, Ben Stephenson y Alex Arlango. Mi cariño y agradecimiento a ambos.