Revolución y juventud van unidas. ¿Qué puede prometerles la revolución a los adultos? A unos los hace caer en desgracia, a otros les brinda sus favores. Pero esos favores tampoco son nada extraordinario, porque afectan únicamente a la peor mitad de la vida y traen consigo, aparte las ventajas, la inseguridad, una actividad agotadora y la ruptura de los hábitos.
La juventud se encuentra en una situación mucho mejor: no tiene que cargar con ninguna culpa y la revolución puede convertirse en abanderada de la juventud como tal. La inseguridad de la época revolucionaria es una ventaja para la juventud, porque la inseguridad afecta al mundo de los padres; ¡qué hermosa es la entrada a la edad adulta cuando los muros del mundo de los adultos han sido derribados!
En las universidades checas, en los primeros años que siguieron a 1948, los profesores comunistas estaban en minoría. Si la revolución quería asegurar su influencia en la universidad, tenía que dar el poder a los estudiantes. Jaromil trabajaba en la organización universitaria de la Unión de la Juventud y formaba parte de los tribunales examinadores. Después, informaba al comité político de la escuela sobre la forma en que el profesor examinaba, sobre las preguntas que hacía y sobre las opiniones que mantenía, de modo que el que pasaba por un verdadero examen era más bien el examinador que el examinado.