11

LA LISTA DEL VIERNES

Juan, contable, cuarenta y dos años. Diez años en la empresa. Casado y con dos hijos pequeños.

Sole, también del departamento de contabilidad, cuarenta y cuatro años. Cuatro años en la empresa.

Paula, de administración, treinta y ocho años, dos años en la agencia.

Mariano, ejecutivo de cuentas, cinco años y medio en la agencia, separado y padre de un niño de seis.

Lupe, del servicio de limpieza, cincuenta y seis años, su marido también está en paro.

Javier, Susana, Isabel y Carmina, contratados en el departamento de creatividad de seis meses en seis meses desde hace un año y medio, no renuevan.

De veintidós personas nos hemos quedado trece, y yo soy una de ellas.

Mi jefe nos mete en su despacho y nos da las instrucciones de cara a la nueva situación: nos bajan el sueldo un siete por ciento, no nos pagan las horas que hagamos de más, nos quitan una paga extra y ya no tenemos vales para la comida. El microondas que hay que pillar para calentar el tupper que nos traigamos de casa, lo pagamos nosotros. Cuando termina de hablar, nos pide que salgamos todos del despacho y nos pongamos a currar.

Antes de ir a mi mesa, entro en el cuarto de baño y me encuentro a Lupe recogiendo sus cosas.

Está llorando.

Me acerco a ella.

No sé qué hacer.

Me toco los bolsillos por si tuviera un frasquito de colonia con la que frotarle las manos, pero no tengo.

No tengo nada. Nadie tiene nada.

Lupe me mira y hace un gesto sobre su pecho para que vaya a abrazarla.