Visby, junio de 2009

Querido Joakim:

Hoy he estado en la tele y también han venido un montón de periodistas. ¿Quién iba a decir que ese obispo era tan importante? Hablan de nuestro hallazgo como de un fenómeno mundial. Los expertos han descifrado la inscripción en latín y decía lo siguiente: «Aquí descansa el obispo Unni, en el templo de Ansgar en Birka, que el pueblo dejó en pie. Una eminencia de la Iglesia humildemente sepultada en una sencilla capilla. Que Dios lo acoja en su seno». Con ayuda del método del carbono 14 se ha podido confirmar que el cuerpo que encontramos realmente era el suyo, aunque parece que no va a haber recompensa por ello. El único premio que me han concedido es dejarme salir del departamento psicogeriátrico donde iban a hacerme unas pruebas. Ahora ya tengo documentos que confirman que estoy cuerda. No son muchos los que pueden presumir de eso… Signe sigue aquí, y todo apunta a que no la van a soltar. He oído por ahí que estaban debatiendo acerca de si sufría daños cerebrales y una alteración de la personalidad debidos a una intoxicación por plata. ¡Tonterías! En mi opinión, se está haciendo la lela para librarse de la cárcel. El egoísmo es una enfermedad difícil de curar. Tenerla en ese centro geriátrico va a resultar una pesadilla. Pobres muchachas, lo que las va a torturar y a amenazar con denuncias ante las autoridades sociales si no acceden a sus peticiones…

Por cierto, la comida no era nada del otro mundo. Cuando me cuentes todas las cosas ricas que puedes comer en la cárcel me va a dar una envidia que no veas. En el hospital nos servían puré de patatas de sobre y salchichas. Una birria cuando una está acostumbrada a arenque frito y puré de patatas casero con mantequilla y nata fresca. Además, eran cicateros con los postres. Cuando vengas a casa te invitaré a peras al jengibre.

Ahora estoy remendando los feos agujeros que hiciste en las toallas cuando se les cayeron las presillas. Joakim, ¡eso no se hace! También tengo intención de ponerte unas cortinas decentes.

¡Cuídate, muchacho!

Tu Frida

P.D. Tu padre pasa por aquí de vez en cuando y pregunta por ti.