POSFACIO

Los entusiastas de las cosas náuticas, tanto los de biblioteca como los que las practican, no habrán podido por menos de descubrir que en Mares de sangre bajo cielos rojos se ha retorcido, trastocado y mutilado gran parte de lo que concierne a la jerga empleada en la mar.

En ciertas ocasiones puedo explicarlo mediante algunas excusas honorables: que sólo se debe a un intento de mejorar la comprensión del lector o que he intentado ajustarme a las peculiaridades culturales y tecnológicas del mundo de Locke. Pero en otras sólo puedo decir algo que suele ser usual en los autores: que la he fastidiado de algún modo y que no tengo ni idea de lo que estoy diciendo. Así que todo irá mejor entre nosotros, querido lector, si no te das cuenta. Y para que así sea, cruzo los dedos.

De esta suerte se concluye el libro segundo de las crónicas de Los Caballeros Bastardos.

Scott Lynch

New Richmond, Wisconsin

26 de enero de 2007