A mediados de octubre nuestros servicios de Información notificaron a todas las formaciones que, considerando la gran cantidad de fuerzas y de material que se estaban acumulando en Egipto, existía el grave peligro de que los ingleses lanzaran una ofensiva en gran estilo. Aun antes, en septiembre, el traslado desde el Delta del Nilo a Marsa Matruh de divisiones australianas y neozelandesas, había sido observado por nuestros servicios, confirmándose más tarde con el interrogatorio de algunos prisioneros. Sin embargo, el reconocimiento efectuado a mediados de septiembre por la 21.ª División Panzer en el área situada al sur de Sidi Barrani, no produjo certidumbre alguna de un ataque. Tampoco existían en la zona fronteriza de Egipto depósitos suficientes para apoyar una operación de tal envergadura. La marcha de aproximación y el despliegue adversario se efectuaron sin que nuestra observación los señalara. El camuflaje y la preparación fueron excelentes. Al no utilizar las comunicaciones radiofónicas, no pudimos captar ninguno de sus partes. Los movimientos de concentración nos pasaron, pues, inadvertidos. Nuestro reconocimiento aéreo —que operaba con muy pocos aparatos— no distinguió tampoco a las tropas en marcha, probablemente por recorrer las etapas de noche, permaneciendo durante el día protegidas por excelentes camuflajes. Además, el 18 de noviembre, una lluvia torrencial dejó inservibles todos nuestros aeródromos, sin que aquel día pudiese despegar ni un solo aparato. También la observación aérea fracasó en el flanco sur, donde los ingleses habían establecido grandes depósitos. En tierra las cosas no presentaron mejor cariz. En consecuencia, el ataque consiguió una absoluta sorpresa táctica.
Por documentos capturados, supimos más tarde las disposiciones del 8.° Ejército inglés para la operación. Su objetivo era el de destruir a las fuerzas germanoitalianas, liberar Tobruk y explotar la victoria avanzando hasta ocupar Tripolitania. El XXX Cuerpo, en el flanco del desierto, se dirigiría a Tobruk desde la frontera junto con el grueso de las fuerzas acorazadas inglesas. La tarea del XIII Cuerpo —en la costa— sería la de inmovilizar las guarniciones del frente de Sollum, mientras la maniobra acorazada seguía su curso, avanzando luego hacia el norte con el fin de aislar a dichas guarniciones, y luego hacia el oeste, en apoyo del XXX Cuerpo.
Esta ofensiva, denominada «Crusader», empezó el 18 de noviembre con una larga marcha de aproximación por el grueso de las fuerzas, que pasó junto al flanco de las posiciones fortificadas germanoita-lianas, cerca de Sollum, en la ruta costera. Las fuerzas comprendían el equivalente a siete divisiones, incluyendo la guarnición de Tobruk, a las que se oponían tres alemanas y siete italianas. Pero tales cifras dan una impresión falsa de la realidad, ya que la lucha se libró principalmente entre unidades blindadas y aviación. Los ingleses disponían de cinco brigadas acorazadas, y Rommel el equivalente a dos alemanas y una italiana. El número total de carros ingleses se elevaba a 124, con 200 más en la reserva (que fueron enviados al combate a razón de 40 por día), mientras Rommel ponía en juego 414 (de ellos 154 italianos). Tenía otros 50 en reparación, pero ninguna reserva. En el aire, la superioridad inglesa era aún mayor, por poseer 1.100 aparatos, contra 120 alemanes y unos 200 italianos. La ventaja inicial quedó incrementada por la sorpresa. Rommel estuvo en Roma durante la primera mitad de noviembre, a donde se había trasladado con el fin de obtener autorización para atacar Tobruk lo antes posible. Permaneció allí, con su esposa, hasta el 15, fecha de su cumpleaños, regresando a África poco antes de que se iniciara el ataque enemigo.
No fue hasta la tarde del 18 de noviembre, una vez las operaciones adquirieron un ritmo continuo, cuando el Grupo Panzer comprendió que se trataba de una ofensiva. Nuestros puestos avanzados de la línea Gobi-Sidi Omar tuvieron que retroceder ante el empuje de las fuerzas enemigas. Las declaraciones de un soldado inglés, capturado el 17 de noviembre en Sidi Suleiman, nos dieron la cifra de las fuerzas atacantes, así como las posiciones de partida y la situación de las unidades. El informe era tan detallado, que llegamos a dudar de su veracidad. Sin embargo, los acontecimientos consiguientes lo confirmaron hasta en sus más pequeños detalles.
En vista de las circunstancias, Rommel decidió no proseguir con su plan de ataque a Tobruk, ya que el enemigo le obligaba a ello, e inmediatamente ordenó al Áfrika Korps que lanzara un ataque contra las masas enemigas que marchaban hacia el norte, a través de Gabr Saleh.
Ofensiva inglesa (noviembre 1942).
Han tenido lugar buen número de discusiones acerca de si Rommel acertó al renunciar al ataque a Tobruk, con el fin de salir primero al paso de la ofensiva enemiga. Nuestras fuerzas de cobertura hubieran bastado para retener al enemigo hasta la toma de la fortaleza, lo que nos hubiese conferido mayores ventajas, permitiéndonos operar en la Marmárica con mayor libertad de movimientos que teniendo a nuestra espalda a la fuerte guarnición de Tobruk. Pero, ¿nos hubieran permitido los ingleses disponer del tiempo necesario para ello? No se trataba de un asunto de audacia o de atrevimiento, sino de un forcejeo al azar, que el General Rommel rehusó emprender.
Las fuerzas acorazadas inglesas avanzaron hacia la zona de Tobruk en tres columnas, descargando su golpe sobre nuestra pantalla de cobertura el 19 de noviembre. La columna de la izquierda alcanzó Bir el Gobi, haciendo retroceder a la División «Ariete», después de dura lucha. La de la derecha fue contenida por parte de la 21.ª División Panzer, y obligada a retroceder hacia Gabr Saleh. Entretanto, la columna central había penetrado hasta el aeródromo de Sidi Rezegh, estableciéndose en las escarpaduras, a apenas 16 Km. del cerco de Tobruk.
El día 20 el Áfrika Korps continuó desarrollando su presión sobre el flanco derecho enemigo, destruyendo muchos tanques durante la lucha diurna. Nuestras divisiones se abrieron camino hacia el sector Gabr Saleh - Sidi Omar, excelente base para un ataque sobre la retaguardia de la columna central enemiga. El plan de Rommel tomaba en consideración nuestra inferioridad y el uso limitado que podía hacerse de los italianos, y tendía a concentrar sus formaciones móviles en una fuerza compacta, derrotando una tras otra a las unidades enemigas.
Los ingleses facilitaron dicho plan al lanzar sus brigadas acorazadas por separado. Ello nos permitió obtener una serie de éxitos parciales, y al final nos dio la victoria en una de las mayores batallas de tanques de toda la campaña, en la que el grueso de los blindados adversarios quedó destruido. En estas acciones que pueden considerarse como de las más interesantes en toda la campaña africana, se desarrollaron tácticas que más adelante darían lugar a nuestros grandes éxitos, y que muestran de manera brillantísima las altas cualidades de Rommel y de sus subordinados.
Rommel regresó a África el 18 de noviembre, y dos días más tarde, escribió a su mujer:
20 noviembre 1941.
Queridísima Lu:
La ofensiva enemiga empezó inmediatamente después de mi llegada. La batalla se encuentra en su punto culminante. Espero que salgamos airosos de la misma. Seguramente el encuentro quedará decidido para cuando recibas esta carta. Desde luego, nuestra posición no es fácil.
Me encuentro todo lo bien que cabe esperar.
La mañana del 21 de noviembre el Áfrika Korps adoptó posiciones para el ataque contra la retaguardia de las fuerzas acorazadas enemigas. Al atardecer, y tras encarnizada lucha, llegó al terreno accidentado cerca de Bir Sciaf-Sciuf al sur del Trigh Capuzzo, donde instaló una defensa móvil, con la que hacer frente a los subsiguientes ataques.
La noche anterior una salida sin importancia de la guarnición de Tobruk por el sector sudeste fue seguida por un fuerte ataque, reforzado por 50 tanques de infantería. El enemigo rompió la primera línea y arrolló las posiciones artilleras de la División «Bologna». Aunque logró restablecerse la situación, aquel sector del frente continuó siendo una fuente de preocupaciones para nosotros.
El 22 de noviembre Rommel ordenó «operaciones móviles» al sur de la pista Trigh Capuzzo. La noche anterior, el General Cruewell había conducido hacia el este a la 15.ª División Panzer, sin ser observada por el enemigo, reagrupándola en profundidad contra el largo flanco de aquél. Mientras la 21.ª División Panzer atacaba el aeródromo de Sidi Rezegh, arrojando al adversario hacia el sur, la 15.ª P. D. se presentaba en el flanco y la retaguardia de las fuerzas enemigas que atacaban Bir Sciaf-Sciuf. Prosiguiendo su presión por la noche, arrollaron el puesto de mando de la 4.ª Brigada Acorazada inglesa, capturando a su comandante y desorganizando la unidad.
Aquel día no se intentaron ataques desde Tobruk. Más al este, el enemigo inició un movimiento de flanqueo contra la retaguardia del frente de Sollum. Nuestros puntos de apoyo se sostuvieron, pero Fuerte Capuzzo fue tomado por los neozelandeses.