Después de su fracaso, esta ofensiva fue calificada como mera acción de reconocimiento, y se mantuvo al público inglés ignorante de sus ambiciosos objetivos, que eran la «destrucción» de las fuerzas de Rommel y la obtención de una «victoria decisiva» en el Norte de África. Su nombre clave de «Battleaxe»[32] demostraba claramente tal propósito. Pero, conforme se acercaba el momento, Wauell empezó a abrigar dudas acerca del resultado, no sólo por la llegada de la 25.ª División Panzer, alemana, sino también basándose en factores técnicos. En un informe del 28 de mayo dijo: «Nuestros tanques de infantería son demasiado lentos para una batalla en el desierto y han sufrido muchas bajas por el fuego de los poderosos antitanques enemigos. Los “Crusaders” se muestran poco superiores en potencia y velocidad sobre los tanques medianos alemanes». Sin embargo, esperaba «arrojar al enemigo» más allá de Tobruk.
La ofensiva fue dirigida por el General Beresford-Peirse, y en ella tomaron parte la 7. División Acorazada, la 4.ª División India y la 22.ª Brigada de la Guardia. Existen muchasvariantes acerca de las cifras publicadas en los informes ingleses sobre el número de tanques utilizados. Dichas cifras oscilan entre 170 y 250. Como se verá, Rommel dice que la 15.ª División Panzer disponía de 80 tanques para enfrentarse al ataque inglés, pero añade que estaban reforzados por los de la 5.ª División Ligera. En otros informes alemanes se eleva el total a 250, de los cuales sólo 95 eran «Panzer III» o «IV». Ningún carro italiano intervino en la acción.
A principios de junio aparecieron numerosos síntomas indicadores de que a mediados de mes podía esperarse un gran ataque inglés contra Tobruk[33]. Dos divisiones británicas se habían concentrado frente a las posiciones de la 15.ª División Panzer (transferida al sector Sollum-BardiaHalfaya, aunque su Brigada de Fusileros seguía en la línea de Ras el Madauer). El grueso de la 5.ª División Ligera se encontraba de reserva al sur de Tobruk.
Por desgracia, nuestras existencias de carburante se encontraban muy mermadas y esperábamos el ataque no sin cierta ansiedad, porque sabíamos que nuestros movimientos dependían más de la gasolina que de los detalles tácticos.
Hacia las nueve de la noche del 14 de junio di la alerta en el frente de Sollum. Varias unidades de la 5.ª División Ligera y algunas italianas partieron hacia nuevas posiciones, con órdenes de estar dispuestas para intervenir en el frente de Sollum.
El esperado ataque sobrevino a las cuatro de la madrugada del día 15. Los ingleses avanzaron sobre un amplio frente por la llanura costera y la meseta, obligando a retroceder a nuestros puestos avanzados al sudeste y sur de Sollum. Los primeros informes recibidos de dicha localidad eran muy optimistas. Pero el enemigo ganó terreno con rapidez, y a partir de las nueve, tuvo lugar un ataque con tanques sobre Capuzzo. La 15.ª División Panzer tenía orden de no lanzarse al contraataque hasta que la situación se hubiese aclarado.
Entretanto, el grupo de combate de la 5.ª División Ligera se encontraba alerta y sus fuerzas estaban ya al sur de Gambut. A las once, todas las otras unidades de la 5.ª División habían emprendido la marcha hacia Sollum.
El enemigo concentraba fuerzas muy poderosas entre Sidi Omar y Capuzzo, con la evidente intención de destruir a la 15.ª División Panzer mediante un ataque concéntrico hacia el norte. Con el fin de estar dispuesto para cualquier eventualidad, mandé a la guarnición de Bardia que ocupase las salidas, al este y oeste de la fortaleza. Por desgracia no había bastantes tropas disponibles para cubrir todas las defensas.
Entretanto, los ingleses lanzaban repetidos ataques contra el paso de Halfaya, desde sus dos lados, con intención de abrir la carretera, pero el Comandante Bach y sus hombres lucharon magníficamente, y muy pronto los ingleses consideraron crítica su situación, y en sus partes se quejaron de sufrir muchas bajas.
Por la tarde y al anochecer de aquel primer día de batalla, los ingleses envolvieron Capuzzo y empezaron a preparar ataques contra el sur de Bardia[34]. A última hora Capuzzo era tomado al asalto. Una violenta batalla de tanques se libró entre ochenta blindados del 8.° Regimiento Panzer (15.ª División Panzer) y unos trescientos ingleses que presionaban tercamente hacia el norte.
La ofensiva británica (junio de 1941).
Rommel exagera el número de carros ingleses, del mismo modo que éstos exageran los de él.
La 15.ª División Panzer, junto con un batallón acorazado de la 5.ª División Ligera, que entretanto había llegado, tenía orden de fijar posiciones al este de Bardia, durante la noche, con el fin de lanzar un contraataque hacia el sur. En vista de la potencia británica, existían pocas esperanzas de éxito.
La mañana del 16, el grueso de la 5.ª División Ligera iniciaría un ataque desde un punto situado al oeste de Sidi Azeiz, hacia Sidi Suleiman, con objeto de llegar hasta el paso de Halfaya, aislando a los ingleses de sus bases de aprovisionamiento, y forzándoles con ello a la retirada. La 15.ª División Panzer avanzaría hacia el sur en cuanto amaneciese, por ambos lados de Capuzzo, con el fin de fijar al grueso de las fuerzas inglesas. Planeaba concentrar ambas divisiones acorazadas en un solo sector, descargando un repentino golpe sobre el punto más delicado del enemigo.
16 junio 1941.
Queridísima Lu:
Durante todo el día de ayer tuvo lugar una dura lucha en nuestro sector oriental, como ya debes saber por los comunicados de la Wehrmacht. Hoy —son las dos y media de la madrugada— se llegará a una decisión. La pugna es obstinada, así es que puedes comprender que apenas consigo dormir. Estas líneas escritas apresuradamente te demostrarán que, a pesar de todo, pienso en vosotros. Escribiré más extensamente en cuanto todo haya terminado.
A las cinco del día 16, segundo de la batalla, la 15.ª División Panzer lanzó su ataque sobre Capuzzo, entablándose pronto una violenta batalla de tanques. Sin embargo, y a pesar de todos sus esfuerzos, la división no pudo avanzar de manera eficaz. Muy pronto también Musaid cayó en manos de los ingleses. Hacia las diez y media, la División Panzer comunicó que se había visto obligada a interrumpir su ataque sobre Capuzzo. El enemigo seguía resistiendo. De los 80 carros con que la División Panzer había entrado en combate, sólo le quedaban 30. El resto había sido incendiado en el campo de batalla o esperaba su reparación.
Las fuerzas inglesas en Capuzzo consistían en la 22.ª Brigada de la Guardia y la 4.ª Brigada Acorazada, formada por el 4° y 7.º Regimientos de Carros equipados con «Matildas», de los que poseían 90. Rommel se había enfrentado ya a dichas unidades en su primer encuentro con los ingleses ante Arras, en mayo de 1940.
La 5.ª División Ligera, que atacaba en dirección a Sidi Suleiman, desde la zona al oeste de Sidi Azeiz, se vio pronto envuelta en duro combate con la 7.ª Brigada Acorazada inglesa (equipada con tanques «Cruiser»), 8 Km. al oeste de Sidi Ornar. La violenta batalla de carros que siguió quedó pronto decidida en nuestro favor, y la división consiguió abrirse paso hacia la zona nordeste de Sidi Ornar, y proseguir hacia Sidi Suleiman. Aquel movimiento significó un cambio en la batalla.
Inmediatamente ordené a la 15.ª División Panzer que despegara sus fuerzas móviles con la máxima rapidez posible, y dejando sólo el mínimo esencial para mantener la posición al norte de Capuzzo, avanzara sobre el flanco norte de la victoriosa 5.ª División Ligera hacia Sidi Suleiman. El momento culminante había llegado. Con frecuencia, sólo se puede decidir el final de un encuentro desplazando el centro de gravedad del mismo de manera repentina, sorprendiendo al enemigo.
Éste parecía reacio a abandonar tan pronto la iniciativa, y concentró el grueso de sus blindados al norte de Capuzzo, con el fin de lanzar a la mañana siguiente un fuerte ataque contra los elementos de la 15.ª División Panzer que aun se encontraban en el norte, con objeto de lograr una ruptura. A fin de imponer desde el principio mis planes al enemigo, ordené a la 5.ª Ligera y a la 15.ª Panzer que iniciaran su ataque a Sidi Suleiman a las cuatro y media de la madrugada, es decir, antes de que el enemigo emprendiera el suyo.
A la mañana siguiente, 17 de junio, la 5.° División Ligera partió en el momento fijado, y, tras un avance en línea recta, llegó a las seis a los alrededores de Sidi Suleiman. La 15.ª División Panzer estaba enzarzada en dura lucha contra unidades acorazadas, enviadas allí por los ingleses con el fin de evitar el peligro que se cernía sobre su Ejército; pero pronto consiguió llegar a su objetivo. Gran número de tanques ingleses destruidos cubrían el terreno por donde habían pasado las dos divisiones.
El contraataque alemán (junio de 1941).
Aquel movimiento cogió a los ingleses por sorpresa. En mensajes radiados, que pudimos interceptar, calificaron su situación de muy grave. El jefe de la 7.ª División Acorazada mandó aviso al mando de las fuerzas del desierto para que acudiera a su Cuartel General. Parecía como si el jefe inglés no se sintiera ya con ánimos para dominar la situación. Resultaba obvio que en su actual incertidumbre, los ingleses no intentarían nada más, y decidí seguir presionando. Hacia las nueve se cursaron órdenes a la 5.ª Ligera y a la 15.ª Panzer para que partieran hacia el paso, e impidiesen cualquier irrupción de blindados ingleses desde el norte. El enemigo acusaba la falta de gasolina y munición, y confié en poder obligarle a una lucha de resistencia y destruirle.
Las comunicaciones radiofónicas del adversario reclamaban munición constantemente. Muy pronto incendiaron sus depósitos de Capuzzo y se retiraron, dejando el desierto cubierto de vehículos inútiles por falta de carburante. Se quejaban amargamente de las muchas bajas sufridas en sus elementos blindados.
La 5.ª Ligera y la 15.ª Panzer llegaron al paso de Halfaya poco después de las cuatro de la tarde, y luego torcieron, para avanzar juntas hacia el norte. Este movimiento fue muy desgraciado, ya que abrió la bolsa en vez de cerrarla para impedir la salida del enemigo, y en consecuencia, aquél pudo retroceder hacia el este, sin molestia alguna, por la amplia brecha abierta entre Sídi Omar y Halfaya. Me sentí furioso. Las dos divisiones debieron haberse desplegado frente al enemigo en cuanto llegaron a Halfaya, atrayéndole a la acción e impidiéndole escapar. De este modo hubiéramos eliminado gran parte de su poder ofensivo.
Rommel sufre un error de apreciación. El grueso de la fuerza atacante inglesa se había retirado hacia el sur, entre el paso de Halfaya y la vanguardia de la columna del Áfrika Korps.
El tercer día de la batalla de Sollum había acabado con una completa victoria defensiva, aunque hubiésemos podido ocasionar muchos más daños al enemigo. Los ingleses habían perdido en total más de 220 tanques, y sus bajas en nombres eran tremendas. Por nuestra parte perdimos sólo 25 blindados.
Aunque dos tercios de los tanques británicos quedaron inutilizados al final de la batalla, el número de los destruidos o capturados era en total de 87 (58 «I» y 29 «Cruisers»), además de 500 hombres muertos o capturados. Por su parte, los ingleses anunciaron la captura de 570 prisioneros y la destrucción de cerca de 100 tanques enemigos. Puede observarse cómo ambos bandos tienden a exagerar las pérdidas contrarias, especialmente en las batallas de curso rápido.
18 junio 1941.
Queridísima Lu:
La batalla ha durado tres días, terminando con una completa victoria. Hoy me dedicaré a recorrer las unidades para darles las gracias y cursar órdenes. Como parto a las seis, deberás contentarte por ahora con esta breve nota.
23 junio 1941.
He permanecido tres días yendo de un lado a otro por el campo de batalla. La alegría del Áfrika Korps ante la reciente victoria es enorme. Los ingleses creyeron arrollarnos con 400 tanques. Nosotros no pudimos oponer un número tan elevado, pero nuestra táctica y la obstinada resistencia de las tropas alemanas e italianas, que permanecieron cercadas varios días, nos permitieron lanzar la operación fundamental, con todas las unidades móviles disponibles. Si el enemigo piensa volver, será objeto, todavía, de un recibimiento más caluroso.