[294]
En el segundo borrador (I. 266) se introdujo la idea de las Puertas de la Mañana; pero la naturaleza y extensión de los Muros aún quedaban oscuras, y en verdad no se dice nada más de ellas en Los Cuentos Perdidos aparte de que eran de color «azul profundo» (I. 265). Una oración del cuento original de La Música de los Ainur (I. 72) afirma que «los Ainur se maravillaron al ver el mundo englobado en el vacío, y sin embargo separado de él». No sé cómo ha de interpretarse esto en el contexto de Los Cuentos Perdidos; pero la oración se mantuvo en todas las versiones posteriores del Ainulindalë (cf. El Silmarillion, p. 16), y así se convirtió en una descripción precisa del mundo del Ambarkanta, fuera cual fuese el significado original que mi padre le dio.
En vista de la gran similitud de la formulación entre Q y el Ambarkanta acerca de la expulsión de Melko a través de la Puerta de la Noche, mencionada arriba, es muy desconcertante que en el mismo pasaje de Q (p. 193) se diga que algunos piensan que él «trepa de vuelta superando los Muros y visita el mundo». El hecho de que se trate sólo de una conjetura («Algunos dicen…») y de que la Profecía de Mandos que sigue inmediatamente después declare que cuando Morgoth regrese lo hará a través de la Puerta de la Noche, no explica cómo pudo surgir la idea de que él «supere los Muros» (que está en inevitable contradicción con el Ambarkanta y niega el propósito de la guardia de Eärendel).[341]
De hecho en el Ambarkanta no se explica cómo los Valar entraron en el mundo al principio, pasando a través de los Muros infranqueables, y quizá no deberíamos esperar una explicación. Pero la idea central de esta época es clara: desde el Principio hasta la Gran Batalla en la que Melko fue vencido, el mundo y todos sus habitantes estaban confinados sin vía alguna de escape; pero justo al final, con el propósito de expulsar a Melko al Vacío, los Valar fueron capaces de atravesar los Muros con una Puerta.
Totalmente nueva es la idea de Ilmen como el aire puro que se respira en Valinor, y cuyos lindes son las Montañas de Valinor y las montañas llamadas los Muros del Sol, más allá del Mar Oriental, aunque «Vista fluye especialmente en el Hogar de los Elfos». En Ilmen viajan el Sol, la Luna y las Estrellas, de modo que esta región se llama también Tinwë-mallë [342] y Elenarda (traducido como «Calle Estelar» y [295] «Reino Estelar» en la lista de palabras, p. 241). Esto en parte corresponde a la cosmología de Los Cuentos Perdidos, donde el Barco de la Luna «navega por los pliegues inferiores de Ilwë, trazando una franja blanca entre las estrellas», y las estrellas «no podían elevarse al reino oscuro y tenue de Vaitya que está fuera de todo», pero donde el Sol «viaja aun por sobre Ilwë y más allá de las estrellas» (I. 223, 238).
El aire inferior, Vista, en el que se encuentran Fanyamar «Hogar de las Nubes» y Aiwenórë «Tierra de los Pájaros», conserva la naturaleza característica del anterior Vilna; cf. I. 84 «Vilna, que es gris, y en él los pájaros vuelan a salvo». Pero una consecuencia importante se desprende de la frontera entre Ilmen y Vista en el Oeste: «las nubes rara vez van a Valinor, y los pájaros mortales no vuelan más allá de la cima de sus montañas».
Un aspecto de la cosmología que a primera vista parece desconcertante, surge de las afirmaciones en el Ambarkanta de (I) que «en el Norte y el Sur… la Tierra Media se extiende casi hasta los Muros del Mundo» (p. 276), y (2) que Vaiya es «más estrecha en el Oeste y el Este del Mundo, pero más profundo en el Norte y el Sur» (ibid.). Esta contradicción aparente se explicará en el pasaje (p. 278) que describe cómo los Mares Interiores no tienen costas en el Norte y el Sur, sino que al caer en el Abismo de Ilmen forman puentes de hielo[343] que cierran el abismo, y el hielo se extiende hasta Vaiya e incluso hasta los Muros del Mundo. Este hielo está representado por las cimas como de montañas sobre las palabras Tormen y Harmen en el esquema II. De todo esto no hay rastro en Los Cuentos Perdidos; pero se verá que aquí el Ambarkanta esclarece mucho el pasaje en El Silmarillion (p. 117) que describe el Helcaraxë:
Porque entre la tierra de Aman que en el norte se curvaba hada el este, y las costas orientales de Endor (la Tierra Media) que llevan hacia el oeste, había un estrecho angosto por el que fluían juntas las aguas heladas del Mar Circundante y las olas del Belegaer, y había vastas nieblas y vapores de frío mortal, y en las corrientes marinas navegaban colinas estruendosas de hielo, y el hielo crujía bajo el agua.
En el Ambarkanta el pasaje del Sol bajo la Tierra parece estar concebido distintamente al de la Luna; porque así como ambos pasan desde el Este al Oeste a través de Ilmen, el Sol «se hunde en Vaiya» [296] y es «los servidores de Ulmo la arrastran a través del bajo Vaiya», mientras que la Luna se sumerge en el Abismo de Ilmen.[344]
Pasando ahora a la superficie de la Tierra, nos encontramos por primera vez con el nombre Endor, que no aparece en el texto mismo del Ambarkanta, pero que se define en la lista de palabras como «el punto central» de Ambar-endya o Tierra Media. Endor está marcado también en los «Esquemas del Mundo» I y II, y también en el mapa IV, donde aparece como un punto, el «centro de la Tierra», y posteriormente se cambia a Endon. El nombre Endor aparece una vez en El Silmarillion (en el pasaje recién citado), pero allí se refiere a la Tierra Media, no al punto más central de la Tierra Media; igual sucede en El Señor de los Anillos (Apéndice E): Quenya Endórë, Sindarin Ennor «Tierra Media». Ambar-endya parece ser sinónimo de Pelmar, ya que en la lista de palabras la anterior se define como «Tierra Media», mientras que en el mapa IV la región entre los dos mares del Este y el Oeste se llama «Pelmar o Tierra Media»; pero en el esquema I aparecen referidas a cosas distintas. Con toda probabilidad, Pelmar (traducida en la lista de palabras como «la Morada Cerrada») significa estrictamente la superficie habitable, Ambar-endya la parte central elevada de Ambar; la Tierra.[345]
Las líneas que descienden desde la superficie de la Tierra a Martalmar «las raíces de la Tierra» en los esquemas I y II son «las venas del Mundo» (p. 277); y este pasaje es importante para comprender el poder de Ulmo y la influencia benigna que ejerce a través de las aguas del mundo (cf. El Silmarillion, pp. 30, 49, en cuyos dos pasajes se usó la expresión «las venas del mundo»).
En el Este del mundo se encuentran los Muros del Sol, una gran [297] cadena montañosa simétrica a las Montañas de Valinor en el Oeste, tal como se muestra en el mapa IV. De esta cadena no existe mención en Los Cuentos Perdidos, donde apenas se dice más que lo contenido en las palabras de Oromë a los Valar: «En el Este, más allá de las tierras desmoronadas, hay una playa silenciosa y un mar oscuro y vacío» (I. 263); en el Este estaba también la gran montaña Kalormë (I. 261) y allí Aulë y Ulmo «construyeron grandes puertos [del Sol y la Luna] junto al mar silencioso» (I. 265). En el Ambarkanta las Puertas de la Mañana, a través de las cuales el Sol regresa de la Oscuridad Exterior en Los Cuentos Perdidos, han desaparecido.
En la descripción del crepúsculo y el amanecer en Valinor del Ambarkanta hay un eco de Los Cuentos Perdidos: «Valinor queda llena de luz mezclada como de plata y oro»; y los Dioses sonríen recordando la mezcla de Laurelin y Silpion de antaño; cf. 1267: «Entonces sonríen los Dioses con añoranza y dicen: “Una vez más la mezcla de las luces”».
La simetría casi perfecta de las tierras Orientales y Occidentales tal como se ha expuesto en el mapa IV resulta sorprendente; la principal desviación de la simetría es la diferencia de forma de los grandes Mares, que se debe al desplazamiento o «comprensión» de la Tierra Media hacia el este, «de modo que se curvó», en la época de la creación de Valinor y a la elevación de la cadena montañosa protectora. Éste, más que el estrujamiento Titánico del nuevo mundo, fue el origen de las grandes cadenas montañosas de la Tierra Media, las Montañas Azules, Rojas, Amarillas y Grises. Cf. El Silmarillion, pp. 43-44:
Y la forma de Arda y la simetría de las aguas y tierras quedaron entonces dañadas, de modo que los primeros proyectos de los Valar nunca fueron restaurados.
Pero en El Silmarillion esta pérdida de simetría no se atribuye al acto deliberado de los mismos Valar, quienes en el Ambarkanta están dispuestos a retorcer la misma estructura de Ambar por salvaguardar su propia seguridad.
Hay algunos puntos interesantes en la narración del Ambarkanta sobre los primeros días de los Valar en el mundo. Aquí se dice por primera vez que Melko «bajó al Norte más lejano», mientras que los Valar, que fueron al centro de la Tierra Media, se hicieron la isla de «una porción de tierra» y la colocaron en el Mar Occidental. Aún está presente la historia antigua de la ayuda traicionera que Melko prestó a los Valar en sus trabajos al crear los pilares de las Lámparas de hielo, a pesar de la redacción de E, y todavía más de Q (§ 1): «Morgoth contendió con ellos e hizo guerra. Derribó las lámparas…», lo que parece sugerir que había sido abandonada. En el cuento de La Llegada de los [298] Valar al pilar del norte recibió el nombre (¡de Melko!) de Ringil, y Helkar al del sur (I. 89); en el Ambarkanta, los nombres se aplican a las Lámparas en lugar de a los pilares, y Ringil se convierte en el del sur, y Helkar e1 del norte. En el cuento no hay mención de la formación de Mares Interiores en la época del derrumbe de las Lámparas: sino que «grandes flujos de agua se habían vertido [de las Lámparas] en los Mares Sombríos», y «tan grandes fueron los deshielos, que esos mares, que al principio no eran de gran tamaño, sino claros y cálidos, se hicieron negros y vastos, y sobre ellos había vapores y sombras profundas por causa de las grandes aguas frías que se vertían en ellos» (I. 89). Con posterioridad, los nombres de las lámparas se cambiaron más de una vez, pero Helcar permaneció como el nombre del Mar Interior «y ese mar se encontraba donde habían estado las raíces de la montaña de Illuin [la Lámpara del norte]» (El Silmarillion, p. 61), y se ve por el Ambarkanta que la idea del mar formándose donde una vez estuviera la Lámpara debe su origen al derretimiento del pilar de hielo, aunque la historia real de la creación de Melko de los pilares se abandonó cuando se hizo imposible representar a Melko cooperando, incluso fingidamente, con los Valar. En El Silmarillion no hay mención de un mar oriental donde se hubiera erguido la otra Lámpara.
En el Ambarkanta se dice que Kuiviénen está «al Norte junto a las aguas del Helkar», tal como se muestra en el mapa IV. En Los Cuentos Perdidos (I. 143, 147) Koivië-néni era un lago (con «márgenes desnudas», enclavado en un valle «de pendientes cubiertas de pinos») de Palisor, la región más central; en El Silmarillion es «una bahía del Mar Interior de Helcar» (p. 61). En el mismo pasaje, Oromë, en la cabalgata que le llevó a encontrar a los Elfos, «se volvió hacia el norte junto a las costas del Helcar, y pasó bajo las sombras de las Orocarni, las Montañas del Este», y ello concuerda a la perfección con el mapa IV (Orocarni «Montañas Rojas», véase el Apéndice a El Silmarillion, entrada caran). Las Montañas Azules se oponen a ellas simétricamente en el Oeste y en el Sur están las Montañas Grises y las Amarillas, de nuevo simétricamente opuestas las unas a las otras y a las cadenas del norte. La ruta de la Marcha de los Elfos tal como está marcada en el mapa IV se encuentra de nuevo en completa concordancia con El Silmarillion (p. 48): «al dirigirse al norte bordeando el Mar de Helcar, se volvieron hacia el oeste»; pero de las Montañas Nubladas (Hithaeglir) y el Gran Rio (Anduin), donde muchos Elfos de la Tercera Hueste avanzaron hacia el Sur (ibid. p. 69), no hay ningún rastro. En El Hobbit y El Señor de los Anillos, las Montañas Grises (Ered Mithrin) son una cadena más allá del Bosque Negro en el Norte de la Tierra Media. [299]
Da la impresión de que Beleriand, a juzgar por la ubicación y tamaño de las letras del nombre en el mapa IV, era una región relativamente pequeña; y los Elfos llegaron al Mar al sur de ella, en las Falassë (luego las Falos de Beleriand). Pero mi padre rodeó «Beleriand» a lápiz y desde el círculo trazó una flecha hasta el punto donde la ruta de la Marcha llegaba al Mar, lo que implica que deseaba mostrar que éste, de hecho, se hallaba dentro de los confines de Beleriand.
El nombre Hildórien, de la tierra donde despertaron los Hombres (que hace pensar en Hildor, los Seguidores), aparece ahora por primera vez; sobre el uso curioso del nombre Eruman para esta tierra en Q, véanse pp. 119, 201. Hildórien es una tierra que se extiende entre las Montañas del Viento y el Mar Oriental; en El Silmarillion (p. 138) están ubicadas, con menos precisión, «en las regiones orientales de la Tierra Media».
La ubicación de Utumna (en el Ambarkanta corregido por Utumno, nota 337) en el mapa IV es notable, como también lo es la aparición del nombre mismo. Mientras que en Los Cuentos Perdidos la primera fortaleza de Melko era Utumna, y la segunda Angband (véase I. 244), en E y en Q la fortaleza original es Angband, a la que Melko regresó después de la destrucción de los Árboles (véase p. 56), y Utumna no se menciona en esos textos. Mi padre había vuelto ahora a Utumna (Utumno) para designar a la antigua y primera morada de Melko en la Tierra Media (véase más abajo, p. 302).
Los archipiélagos del Mar Occidental han experimentado el gran cambio y simplificación que distingue la narración en El Silmarillion de la de Los Cuentos Perdidos (véase II. 409-410); no hay rastro en el mapa de las Islas sin Puertos o las Islas del Crepúsculo, y en su lugar tenemos «Las Islas Encantadas o Islas Mágicas»; en Q II, § 17, las Islas Mágicas están corregidas a Islas Encantadas (nota 280). Las «Islas Sombrías», que en el mapa se extienden al norte de las Islas Encantadas, parecen ser una idea nueva.
El nombre Eldaros (no Eldamar; véase I. 307) aparece en el mapa IV con el significado de «Hogar de los Elfos». Eldaros previamente ha aparecido en una ocasión, en uno de los esbozos de Ælfwine (II. 381): «Eldaros o Ælfhâm», donde la referencia no está clara, pero parece ser a Tol Eressëa. Las palabras «Bahía de la Tierra de los Elfos» están escritas en el mapa pero no hay indicada ninguna bahía.
En el Oeste, las tierras simétricamente formadas de Eruman y Arvalin entre las Montañas y el Mar aparecen ahora; sobre la historia anterior véase I. 105. Tun se encuentra un poco al norte de Taniquetil; y la posición de Valmar es la misma que en el pequeño y antiguo mapa dado en I. 103. [300]
En el Ambarkanta se dice algo sobre los vastos cambios ulteriores de la forma de las tierras y mares que tuvieron lugar en «la primera Batalla de los Dioses», cuando Melko fue tomado prisionero, sobre lo cual no hay nada en Q (§ 2) aparte de una referencia al «tumulto». En El Silmarillion (p. 65) se llamó «la Batalla de los Poderes»; y
En ese tiempo cambió la forma de la Tierra Media, y el Gran Mar que la separaba de Aman se volvió más ancho y profundo; e irrumpió en las costas y abrió un golfo en el sur. Muchas bahías menores aparecieron entonces entre el Gran Golfo y Helcaraxë, lejos, al norte, donde la Tierra Media y Aman casi se unían. De éstas la Bahía de Balar era la principal; y en ella desembocaba el poderoso Río Sirion que descendía de las altas tierras recién levantadas en el norte: Dorthonion y las montañas en tomo a Hithlum.
El texto del Ambarkanta no menciona el Gran Golfo o la Bahía de Balar, pero en su lugar habla de la extensión del mar de Ringil y su unión con los Mares Oriental y Occidental (no resulta claro por qué se dice que el mar de Helkar «se convirtió en una isla interior o gran lago», pues ya lo era). Pero en el dorso del mapa IV hay otro mapa (V) que ilustra todos los rasgos de ambas narraciones. Sin embargo, este mapa es un esbozo realizado rápidamente a lápiz, y en algunos lugares es difícil de interpretar debido a la incertidumbre en cuanto al significado de las líneas, sobre todo en las Tierras Occidentales (Tierras Exteriores). Resulta muy arduo decir con cuánta precisión debería interpretarse este mapa en relación con el mapa IV. Por ejemplo, en el mapa IV las Montañas Grises están muy separadas de las Azules, mientras que en el mapa V sólo hay un espacio estrecho en el extremo superior del Gran Golfo que las separa; el Mar Interior (Helkar) se encuentra más al Norte; y así sucesivamente. Una vez más faltan muchas características (como el Estrecho de Hielo), y no puedo estar seguro de si esa ausencia es casual o intencionada; aunque la omisión de marcar Tol Eressëa o las Islas Encantadas sugiere lo primero. Me inclino a pensar que el mapa V es un esbozo muy tosco que no ha de interpretarse de manera muy rigurosa.
El anillo estrecho entre la Tierra y los Mares Exteriores representa claramente el Abismo de Ilmen.
En relación con Beleriand en el Noroeste, y teniendo en cuenta toda la historia implícita de Eriol/Ælfwine y Leithien (Inglaterra), la parte meridional de las Tierras de Aquende, debajo del Gran Golfo, tienen una semejanza obvia con el continente de África; y de una manera más vaga, el Mar Interior se podría interpretar como los Mares Mediterráneo [301] y Negro. Pero no puedo ofrecer nada sobre esta cuestión fuera de la más pura especulación.
El mar indicado «Mar del Este» en el mapa V es el antiguo mar de Ringil; cf. el Ambarkanta: «el mar de Ringil… se convirtió en un mar que fluía hacia el nordeste y unía por medio de estrechos los Mares Occidental y Oriental».
En el Noroeste aparecen las cadenas de Eredlómin y Eredwethrin (sin nombre; véase p. 226), que rodean Hithlum (que sí tiene nombre), y la extensión occidental de Eredwethrin que constituía la valla meridional del posterior Nevrast.[346] En la versión de «El Silmarillion» que siguió a Q, se dice que en la Guerra de los Dioses las Colinas de Hierro «fueron quebradas y retorcidas en su extremo occidental, y de sus fragmentos se hicieron Eredwethrin y Eredlómin», y que las Montañas de Hierro «se curvaban hacia atrás en dirección norte»; y el mapa V, en relación con el mapa IV, concuerda con ello. Por otro lado, el primer mapa del «Silmarillion» (impreso en las guardas de este volumen), muestra a las Colinas de Hierro curvándose marcadamente hacia atrás en dirección Nordeste (es concebible que el propósito de las presurosas líneas zigzagueantes hacia el este de Thangorodrim fuera rectificar esto).
En la versión de «El Silmarillion» recién aludida también se dice que «más allá del Río Gelion la tierra se estrechaba súbitamente, pues el Gran Mar se adentraba en un poderoso golfo que llegaba casi hasta el pie de Eredlindon, y había un desfiladero de tierras montañosas entre el golfo y el mar interior de Helcar, a través del cual uno podía salir a las regiones del sur de la Tierra Media». Una vez más, estos rasgos se ven con claridad en el mapa V, donde el «desfiladero de tierras montañosas» recibe el nombre de «Estrechos del Mundo». Las áreas cerradas al este de Eredwethrin y al sudeste de Thangorodrim representan con claridad las Montañas Circundantes alrededor de Gondolin y las tierras altas de Taur-na-Fuin; vemos lo que con posterioridad se llamó la Hondonada de Maglor, situada entre esas tierras altas y las Montañas Azules, y los ríos Gelion (con sus tributarios, los ríos de Ossiriand), Sirion y Narog.[347] Con esta parte del mapa V compárese el primer mapa de «Silmarillion» y la extensión Oriental.
Particularmente notable resulta la proximidad de Hithlum en el mapa V al borde del mundo (el Abismo de Ilmen). [302]
En el mapa V Angband está situada casi en la misma posición que Utumna en el mapa IV: muy cerca del Abismo de Ilmen y bastante detrás de la pared montañosa, en la tierra que en el mapa V tiene el nombre de Daidelos (luego Dor Daedeloth) [348] Como se apuntó arriba, Utumna ahora había resucitado de Los Cuentas Perdidos como la fortaleza original de Melko; y en textos posteriores se ve claramente que según la historia actual cuando Melko regresó a la Tierra Media después de la destrucción de los Árboles regresó a las ruinas de Utumna y allí construyó su nueva fortaleza, Angband. Creo que ésta es la razón por la que la fortaleza se llama Angband, no Utumna, en el mapa V.
Por lo tanto, la historia es como sigue:
Mucho después, tanto Utumno como Angband se convirtieron en antiguas fortalezas de Morgoth, y Angband fue a la que regresó (El Silmarillion, pp. 6o, 105).
Thangorodrim aparece en el mapa V como un punto, ligeramente apartado de las Colinas de Hierro. Esto representa un cambio en la idea de Thangorodrim respecto al primer mapa del «Silmarillion», que ilustra las palabras de E (§18) de que Thangorodrim es «la más alta de las Colinas de Hierro que rodean la fortaleza de Morgoth». La señalización de Thangorodrim en el mapa V del Ambarkanta muestra la ida posterior, que aparece en El Silmarillion, p. 159, donde se dice expresamente que Melkor cavó un túnel bajo las montañas que salía al sur de éstas, que Thangorodrim se cernía sobre la puerta de salida, y que Angband se encontraba detrás de la pared montañosa: así pues, Thangorodrim sobresalía un poco de la cadena principal. [303]
Hay rasgos extremadamente desconcertantes de la Tierra Occidental en el mapa V. Aparece ahora una cadena montañosa (pues así han de interpretarse los puntos, ya que ése es su significado en las otras partes del mapa) que sube por la costa occidental en dirección norte desde Taniquetil al Helkaraksë y (según parece) se eleva sobre el mar, al igual que la vieja curva hacia el norte de las Montañas de Valinor (que vuelve a curvarse hacia el Abismo de Ilmen) presente en el mapa IV; de este modo, Eruman (con la primera aparición del nombre Araman escrito después a lápiz encima) no representa una zona yerma de la costa entre las montañas y el mar, sino que está rodeado por montañas tanto al Este como al Oeste. No entiendo por qué; en cualquier caso, El Silmarillion tiene la geografía que aparece en el mapa IV.
Igual de desconcertante es la representación de las tierras al sur de Tûn y Taniquetil. Unas líneas de puntos prolongan la línea principal de montañas en dirección sur desde Taniquetil, de nuevo con la antigua curva hacia el norte regresando al Abismo; pero el área que corresponde simétricamente a Eruman en el Norte no se nombra aquí, y Arvalin (corregido de Eruman) representa una tierra importante que se extiende al este incluso de las «nuevas» montañas, desde la costa meridional de la Bahía de Faëry al extremo Sur del mundo. La Bahía de Faëry, que aparece claramente en este mapa (en contraste con el mapa IV), de hecho está en parte formada por esta «nueva» Arvalin. En una esquina del mapa se lee:
Después de la Guerra de los Dioses (Arvalin fue arrojada por el Gran Mar al pie de las Montañas.
Aunque el paréntesis no está cerrado después de «Montañas», creo que las primeras palabras pueden haber sido un título, que indicaba el período representado por el mapa. Pero las palabras siguientes, junto con la ausencia de Arvalin de su lugar esperado en el mapa, parecen dar a entender que sólo ahora Arvalin cobró vida.
Los nombres en inglés antiguo de Ingarsecg, Utgarsecg se encuentran en los textos en inglés antiguo (pp. 243, 246). Alflon en la costa norte de Tûn es Alqualondë (Sindarin posterior alph, lond [lonn]: véase el Apéndice de El Silmarillion, entradas alqua, londe). Los nombres Aman, Araman se añadieron al mapa V muchos años después (igual que Arda, Eärambar en los esquemas).
Si este mapa muestra la vastedad del cataclismo que mi padre concibió para la época de la destrucción de Utumno y el encadenamiento [304] de Melko, al final del Ambarkanta añadió (véase nota 340) un pasaje concerniente al cataclismo mucho mayor que tuvo lugar «en los días del ataque de los Númenóreanos a la tierra de los Dioses». Quizá esto se añadiera mucho tiempo después; pero el pasaje está escrito con cuidado a tinta, no garabateado a lápiz, y es mucho más probable que sea contemporáneo, ya que la historia de Númenor surgió más o menos en esta época. Apoya esta idea el esquema III, «el Mundo después del Cataclismo y la ruina de los Númenóreanos»; pues en este esquema el aire interior se llamó en principio Wilwa y sólo después se cambió por Vista. En el Ambarkanta y la lista de palabras complementaria, como en los esquemas I y II, Vista es también una corrección de Wilwa; por lo tanto, parece que el esquema III corresponde al mismo período.