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CN II es un manuscrito claro, redactado por mi padre con CN I delante y probablemente poco después. Presenta muchas correcciones realizadas en el acto de la composición, y ninguna parece corresponder a un periodo significativamente posterior, salvo el título, que se añadió después, y la eliminación de una frase de §7. En contraste con la tendencia habitual de mi padre de empezar un nuevo texto siguiendo de cerca el anterior pero divergiendo cada vez más según avanza, en este caso la primera parte sufrió muchos cambios y ampliaciones mientras que la última apenas si fue alterada, salvo por mejoras de la expresión de muy poca importancia, hasta el final. Transcribir CN II por entero es por tanto innecesario. Con la numeración de párrafos de CN I doy §§1-5 y 14 en su totalidad, y del resto sólo los breves pasajes que sufrieron alteraciones significativas.
LA ÚLTIMA HISTORIA: LA CAÍDA DE NÚMENOR
§1En la Gran Batalla en que Fionwë, hijo de Manwë, derrotó a Morgoth y rescató a los Exiliados, las tres casas de los Hombres de Beleriand lucharon contra Morgoth. Pero la mayoría de los Hombres eran aliados del Enemigo, y después de la victoria de los Señores del Oeste aquellos que no fueron destruidos huyeron hacia el este de la Tierra Media; y los siervos de Morgoth que escaparon fueron a ellos y los esclavizaron. Porque los Dioses abandonaron por un tiempo a los Hombres de la Tierra Media, que habían desobedecido su llamada y escuchado al Enemigo. Y los Hombres fueron perturbados por muchas criaturas malignas que Morgoth había creado en los días de su dominio: demonios, dragones y monstruos, y Orcos, que son mofas de las criaturas de Ilúvatar; y la suerte de los Hombres fue desdichada. Pero Manwë derrotó a Morgoth y lo expulsó más allá del mundo al Vacío que hay fuera de él, y Morgoth no puede volver al mundo en forma presente y visible, mientras los Señores ocupen sus tronos. Pero su Voluntad perdura aún y guía a sus sirvientes, impulsándolos siempre a intentar derrotar a los Dioses y a dañar a aquellos que los obedecen.
Pero cuando Morgoth hubo sido expulsado, los Dioses se reunieron en consejo. Convocaron a los Elfos a regresar al Oeste, [33] y aquellos que obedecieron vivieron de nuevo en Eressëa, la Isla Solitaria, que fue bautizada Avallon por estar cerca de Valinor. Pero a los Hombres de las tres casas fieles y a los que se unieron a ellos se les concedió una gran recompensa. Porque Fionwë, hijo de Manwë, fue entre ellos y los instruyó; y se les dio sabiduría y poder y una vida más larga que la de ningún otro mortal.
§2Y se hizo una gran tierra para que vivieran allí, que no era parte de la Tierra Media ni tampoco estaba por completo separada de ella. Fue levantada por Ossë de las profundidades del Gran Mar, y fue fortalecida por Aulë y enriquecida por Yavanna; y los Eldar llevaron allí flores y fuentes de Avallon e hicieron jardines de gran belleza, por donde a veces caminaban los mismos Dioses. A esa tierra los Valar llamaron Andor, la Tierra del Don, y su propio pueblo la llamó primero Vinya, la Joven; pero en los días de orgullo la llamaban Númenor, es decir, Oesternesse, porque era la más occidental de las tierras habitadas por mortales; sin embargo, estaba lejos del verdadero Oeste, pues éste es Valinor, la tierra de los Dioses. Pero su gloria cayó y su nombre pereció; porque después de la ruina los que habían huido de ella la llamaron en las leyendas Atalantë, la Caída. Antaño la ciudad principal y puerto estaba en las costas occidentales y se llamaba Andúnië, porque miraba a la puesta de sol. Pero la plaza elevada del rey estaba en Númenos, en el medio de la tierra. Fue construida por Elrond, hijo de Eärendel, a quien los Dioses y los Elfos escogieron como primer rey de esa tierra; porque en él la sangre de las casas de Hador y Bëor estaba mezclada, y parte también de la de los Eldar y los Valar, que procedía de Idril y de Lúthien. Pero Elrond y todo su pueblo eran mortales; porque los Valar no pueden arrebatar el don de la muerte, que les ha sido dado a los Hombres por Ilúvatar. No obstante, tomaron la lengua de los Elfos del Reino Bendecido, como era y es en Eressëa, y conversaban con los Elfos, y contemplaban Valinor en la lejanía; porque sus barcos tenían permitido navegar hasta Avallon y sus marinos vivir allí por un tiempo.
§3Y con el paso del tiempo el pueblo de Númenor se hizo grande y glorioso, en todo más semejante a los Primeros Nacidos que cualquier otra raza de los Hombres; sin embargo, no eran tan hermosos y sabios como los Elfos, aunque más grandes [34] en estatura. Porque los Númenóreanos eran más altos que el más alto de los hijos de los Hombres en la Tierra Media. Sobre todas las artes prefirieron la construcción de barcos y la marinería, y se convirtieron en marineros como no volverán a verse desde la mengua del mundo. Llegaron desde Eressëa en el Oeste hasta las costas de la Tierra Media, e incluso a los mares interiores; y navegaron por el Norte y el Sur, y atisbaron desde las altas proas las Puertas de la Mañana en el Este. Y aparecieron entre los Hombres salvajes, y los colmaron de maravilla y consternación, y algunos los consideraron Dioses o hijos de Dioses que venían del Oeste; y los Hombres de la Tierra Media los temieron, porque se encontraban bajo la sombra de Morgoth y creían que los Dioses eran terribles y crueles. Los Númenóreanos les enseñaron cuanta verdad podían comprender, pero era sólo un rumor distante y apenas entendido; porque los Númenóreanos iban aún pocas veces a la Tierra Media y no se demoraban mucho allí. Sus corazones se volvían siempre hacia el oeste, y empezaron a anhelar la beatitud inmortal de Valinor; y se sentían inquietos y los acosaba el deseo según crecían en poder y gloria.
§4Pues los Dioses les prohibieron navegar más allá de la Isla Solitaria, y no permitían que nadie desembarcara en Valinor, porque los Númenóreanos eran mortales; y aunque los Señores los habían recompensado con una larga vida, no podían librarlos del cansancio del mundo que llega al final; y morían, aun los reyes que descendían de Eärendel, y su vida era breve a los ojos de los Elfos. Y empezaron a murmurar contra ese decreto, y un gran descontento surgió entre ellos. Los sabios perseguían sin pausa los secretos que prolongasen la vida, y enviaron espías para que buscaran conocimientos secretos en Avallon. Pero los Dioses se enojaron.
§5Y sucedió que Sauron, siervo de Morgoth, se hizo poderoso en la Tierra Media y los marineros de Númenor trajeron rumores de él. Algunos decían que era un rey más grande que el Rey de Númenor; otros, que era uno de los Dioses o de sus hijos designado para gobernar la Tierra Media. Unos pocos decían que era un espíritu maligno, quizás el mismo Morgoth, que había regresado. Pero esto fue tenido sólo por una fábula estúpida de los hombres salvajes. Tar-kalion era Rey de Númenor [35] en aquellos días, y era orgulloso; y creyendo que los Dios«» habían entregado el dominio de la tierra a los Númenóreanos, no estaba dispuesto a permitir que hubiera un rey más poderoso que él en tierra alguna. Por tanto proyectó enviar siervos para que convocaran a Sauron a Númenor y le rindiera homenaje. Los Señores enviaron mensajes al rey y hablaron a través de la boca de hombres sabios y le aconsejaron que no emprendiera tal misión; porque decían que Sauron obraría el mal si fuera a Númenor, pero que no podría hacerlo sin la llamada y la guía de los mensajeros del rey. Pero en su orgullo Tar-kalion pasó por alto el consejo y envió numerosos barcos.
Ahora bien, el rumor del poder de Númenor y su lealtad a los Dioses llegó también a Sauron, y temió que los Hombres del Oeste libraran a los de la Tierra Media de la Sombra; y astuto y colmado de malicia planeó en su corazón destruir a Númenor, y (si podía) causar pesar a los Dioses. Por tanto se humilló ante los mensajeros y llegó en barco a Númenor. Pero cuando los barcos de la embajada se acercaban a la tierra una agitación invadió el mar y se levantó como una montaña y arrojó los barcos tierra adentro; y el barco donde estaba Sauron quedó encima de una colina. Y Sauron se alzó sobre la colina y predicó un mensaje de liberación de la muerte para los Númenóreanos, y los sedujo con señales y maravillas. Y poco a poco volvió sus corazones a Morgoth, su amo, y profetizó que antes de que transcurriera mucho tiempo Morgoth regresaría al mundo. Y Sauron le habló a Tar-kalion, el rey, y a Tar-ilien, la reina, y les prometió vida eterna y el dominio de la tierra, si se volvían a Morgoth. Y ellos lo creyeron, y cayeron bajo la Sombra, y la mayor parte de su pueblo los siguió. Y Tar-kalion levantó un gran templo para Morgoth en la Montaña de Ilúvatar, en el medio de la tierra; y Sauron vivió allí y toda Númenor quedó bajo su vigilancia.
[La mayor parte de §5 se reemplazó por la siguiente versión, más breve:]
Y sucedió que Sauron, siervo de Morgoth, se hizo fuerte en la Tierra Media; y supo del poder y la gloria de los Númenóreanos, y de su lealtad hacia los Dioses, y temió que llegaran y le arrebataran el dominio del Este y libraran a los Hombres de la Tierra Media de la Sombra. Y el rey oyó rumores acerca de Sauron, [36] y se decía que era un rey más grande que el Rey de Númenor. Por tanto, contra el consejo de los Dioses, el rey envió siervos a Sauron y le ordenó que acudiera y le rindiera homenaje. Y Sauron, colmado de astucia y malicia, se humilló y fue; y sedujo a los Númenóreanos con señales y maravillas. Pero poco a poco Sauron volvió sus corazones hacia Morgoth, y profetizó que antes de que transcurriera mucho tiempo Morgoth regresaría al mundo. Y Sauron le habló a Tar-kalion, el rey de Númenor y a Tar-ilien, la reina…
Del resto de CN II, hasta el párrafo final, doy sólo las pocas diferencias importantes respecto a CN I. No se señalan los cambios de Sûr, Angor e Istar por Sauron, Tar-kalion y Tar-ilien.
§6«Y dejaron atrás Tol-eressëa» > «Y rodearon Avallon»; «el fuego ardió en las laderas de Taniquetil» > «el fuego ardió en Kôr y los humos subieron en tomo a Taniquetil».
§7En CN II el párrafo empieza: «Pero los Dioses no respondieron. Entonces muchos de los Númenóreanos pusieron pie en las costas prohibidas, y acamparon poderosos en los bordes de Valinor».
«Angor el poderoso e Istar, la reina» > «Tar-kalion el dorado y la brillante Ilien, la reina»; «las Cavernas Olvidadas» > «las Cavernas de los Olvidados».
La misteriosa oración final acerca de los Elfos de Eressëa (véase el comentario sobre CN I) se conservó, pero posteriormente fue tachada a lápiz.
§8La oración final está ausente; véase el comentario sobre CN I.
§9«En parte por [deseo >] orden de Tar-kalion, y en parte por voluntad propia (porque algunos reverenciaban todavía a los Dioses y no querían atacar el Oeste) muchos se habían quedado atrás y se encontraban en los barcos…»
No se menciona ahora que se levantara un gran viento.
§10El párrafo empieza ahora: «Allí, aunque desprovistos de su antiguo poder y pocos en número y dispersos, se convirtieron más tarde en señores y reyes de los Hombres. Algunos eran malvados y no abandonaron a Sauron en el corazón; otros eran de buena voluntad y conservaron el recuerdo de los Dioses. Pero todos…»
En «la longitud de sus vidas, que antaño había sido mayor que la de las razas menores» las palabras «mayor que» se reemplazaron por «el triple que».
La oración final dice: «Por esta razón en días posteriores enterraban a sus muertos en barcas o las dejaban con gran fausto…» [37]
§11«Y el hechizo que allí había no fue del todo vano» > «Y no era del todo fantasía», pero se tachó.
«Porque el antiguo linaje del mundo permaneció en la mente de Ilúvatar y en el pensamiento de los Dioses, y en el recuerdo del mundo…»
Al final del párrafo se añadió: «Por tanto construyeron torres muy altas en aquellos días».
§12El párrafo empieza ahora: «Pero la mayoría, que no lo podían ver o concebir en el pensamiento, se burlaban de los constructores de torres, y confiaban en los barcos que navegaban por el agua. Pero sólo llegaron a las detrás del Nuevo Mundo, y encontraron que eran como las del Antiguo y que estaban sometidas a la muerte; y dijeron que el mundo era redondo. Pero por el Camino Recto sólo podían caminar los Dioses, y viajar sólo los barcos de los Elfos de Avallon. Porque el Camino era recto, mientras que la superficie de la tierra estaba curva…»
El párrafo acaba: «Por tanto muchos abandonaron a los Dioses y los olvidaron en las leyendas. Pero los Hombres de la Tierra Media los contemplaban con asombro y gran temor, porque descendían del aire; y tomaron a los Númenóreanos por Dioses, y algunos se alegraron de que así fuera».
§13El párrafo empieza: «Pero no todos los Númenóreanos tenían el corazón malvado, y el saber de los días anteriores a la ruina, que procedía de sus padres y de los Amigos de los Elfos, y de aquellos que habían conversado con los Dioses, se conservó durante largo tiempo entre los sabios. Y decían que el destino de los Hombres…»
«Pero el destino de los Hombres… no se completa en el mundo.»
«hubo guerras de fe entre los poderosos de la Tierra Media»
§14Pero todavía sobrevive una leyenda de Beleriand: porque esa tierra del Oeste del Norte del Mundo Antiguo, en la que Morgoth había sido derrotado, seguía en cierto grado bendita y libre de su sombra; y muchos de los exiliados de Númenor habían acudido allí. Aunque cambiada y rota conservaba aún en días antiguos el nombre que tenía en los días de los Gnomos. Y se dice que en Beleriand surgió un rey, de raza númenóreana, que se llamaba Elendil, es decir, Amigo de los Elfos. Y se reunió con los Elfos que quedaban en la Tierra Media (que vivían sobre todo en Beleriand), y se alió con Gil-galad, el rey de los Elfos, descendiente de Fëanor. Y unieron sus ejércitos y atravesaron las montañas y llegaron a las tierras interiores lejos del Mar. Y por último llegaron aun a Mordor, el País Negro, [38] donde Sauron, que en la lengua gnómica se llama Thû, había reconstruido sus fortalezas. Y rodearon la plaza fuerte hasta que Thû salió en persona, y Elendil y Gil-galad lucharon con él, y ambos fueron muertos. Pero Thû fue derrotado, y su forma corpórea quedó destruida, y sus siervos se dispersaron, y la hueste de Beleriand destruyó su morada; pero el espíritu de Thû huyó lejos, y se ocultó en lugares baldíos, y no volvió a tomar forma durante muchas edades. Pero los Elfos cantan con tristeza que la guerra con Thû apresuró el marchitamiento de los Eldar decretado por los Dioses; porque Thû tenía demasiado poder para ellos, tal como Felagund, Rey de Nargothrond, había advertido antaño; y los Elfos agotaron la fuerza y la sustancia al atacarlo. Y ése fue el último de los servicios de los Primeros Nacidos a los Hombres, y se considera la última de las hazañas en alianza antes del marchitamiento de los Elfos y la separación de los Dos Linajes. Y aquí acaba la historia del mundo antiguo tal como la conocen los Elfos.