§82Hildórien como nombre de la tierra donde despertaron los Hombres (en sustitución de Eruman de Q) ha aparecido en el Ambarkanta: entre las Montanas del Viento y el Mar Oriental (IV. 280). El nombre se apuntó en AV 2 (nota 13): «Hildórien en las regiones centrales del mundo», mientras que en QS se extendía «en el Este más extremo de la Tierra Media». Tenemos aquí una contradicción sólo aparente, a mi parecer. Hildórien se encontraba en el este más apartado de la Tierra Media, pero en las regiones centrales del mundo; véase el mapa IV del Ambarkanta, en el que se indica su situación (IV. 291). La nota en la que afirmé en IV. 299 que el nombre Hildórien contiene Hildor ha de corregirse: la nota al pie del texto de §83 demuestra que la forma en esa época era Hildi (cf. también las Etimologías, raíz KHIL). [288]
§83La nota al pie sobre los nombres élficos para los Hombres corresponde a la redacción original del manuscrito.
§85Existen diferencias importantes en el pasaje concerniente al destino de los Hombres respecto al que aparece en Q (IV. 120-1), en el que se basó. En Q no hay nada que corresponda a la afirmación de que los cuerpos de los Elfos eran entonces más similares a los cuerpos mortales, más terrenos, menos «consumidos» por «el fuego del espíritu», de lo que llegarían a ser después. Tampoco hay en Q referencia alguna a la Maldición de Mandos, que en cualquier caso en Q no se refiere a la mortalidad élfica. Esta aparece por primera vez en la descripción de la Maldición de AV (anal 2993), donde se emplea la frase «una medida de mortalidad visitaría a los Noldor», similar a la de QS: «Esa era la medida de mortalidad que les fuera predicha en la Maldición de Mandos»; véase IV. 324. Otro remarcable cambio radica en la idea de que los Elfos salgan por fin de Mandos «tomando forma según su propio pensamiento, como el pueblo menor de la raza divina» (es decir, ya no como seres corpóreos, sino como espíritus que adoptan una forma visible).
§86El «Mar Occidental» es aquí el Mar Exterior, Vaiya. Es muy posible que se trate de un mero desliz, porque en Q se dice «sus amplias estancias allende el mar occidental»; en algún momento posterior mi padre lo corrigió por «Mar Exterior».
§87En relación a «las grandes tierras y las islas» cf. Q (IV. 191): «las grandes islas que al romperse el Mundo Septentrional surgieron de la antigua Beleriand» (conservado en QS, p. 382, §26).
De la última oración del capítulo se desprende que en esta época Elros no había surgido aún, al igual que en La caída de Númenor y El Camino Perdido (pp. 39, 89); por otro lado, sí está presente en la parte final de QS, p. 383, §28.