§74 En el relato, muy breve, de Q (IV. 117) no hay mención de que Aulë tuviera parte alguna en la hechura del Sol y la Luna, y QS regresa en esto a la historia original de los Cuentos Perdidos (I. 228-9, 235-6).
Del pasaje que empieza «Los Dioses dieron esas naves a Varda» no hay más que un indicio en Q. En el Ambarkanta es Varda quien dispone los movimientos del Sol y la Luna (IV. 276).
§75En Q la Luna es llamada Rána (sin traducir), y se dice que el nombre se lo dieron los Dioses (al igual que en los Cuentos Perdidos, I. 237). En QS el nombre que le dieran los Dioses es Isil «la Refulgente» (cf. el nombre de los Elfos Sil «la Rosa» en los Cuentos Perdidos, ibíd). y Rána «la errante» el de los Eldar. En Q el nombre que los Dioses dieron al Sol es Úr (en los Cuentos Perdidos, I. 230, era el nombre élfico, que significaba «fuego»; los Dioses llamaron al Sol Sári). En QS el nombre que le dieron los Dioses es Úrin «el Ardiente», y el nombre eldarin Anar. En El Camino Perdido (p. 51) los nombres del Sol y la Luna que «recibió» Alboin Errol eran Anar e Isil (y también Anor e Ithil en «Beleriándico», que presumiblemente se refiere al Noldorin de los Exiliados: véanse las Etimologías, raíces ANÁR y SIL).
En AV 2 se utilizan casi las mismas palabras sobre la relación del Sol y la Luna con los Hombres y los Elfos (anal 2998-3000 y comentario).
En Q la doncella del Sol se llamaba Úrien, corregido en todo el texto por Arien. Cuando fue escrita la versión original de QS el nombre todavía era Arien, pero fue sustituido en todo el texto por Arien, Arien. Esto parece haber sido un cambio muy temprano y por tanto ha puesto Arien en el texto.
Sobre «la isla flotante de la Luna» véase IV. 201. La glosa al margen de Ælfwine (véase el preámbulo de QS en p. 234) es sin duda contemporánea a la escritura del manuscrito. Inglés antiguo hyrned «astado»; cf. las Etimologías, raíz TIL.
De «Amaba a Arien, pero ella era un espíritu más sagrado de gran poder» al final de §76 no hay nada correspondiente en Q excepto la referencia (IV. 117) a que Tilion perseguía a las estrellas. En Q Tilion es más bien rival de Arien, como lo era Ilinsor en los Cuentos Perdidos (I. 240); no obstante, cf. el Ambarkanta (donde Arien y Tilion [283] no se mencionan): «sucede a veces que [la Luna] liega sobre Valinor antes de que el Sol se haya ido, y entonces desciende y se encuentra con su amada» (IV. 277-8), un pasaje muy similar al de QS §78.
§76«se arrojaron al abismo»: el Abismo de Ilmen (véase el Ambarkanta, IV. 276). Esta constituye la primera aparición de la imagen de las largas sombras que arrojaba la hueste de Fingolfin cuando la Luna se levantó en el Oeste detrás de ellos. En esta oración la palabra asombrados se utiliza con un sentido más fuerte: sobrecogidos de asombro y miedo.
§77«la barca se quemaba y oscurecía»: en Q no se da explicación alguna sobre las marcas de la Luna (para la vieja historia al respecto véase I. 235, 239). En el Ambarkanta se dice que la Luna «persigue al Sol, y rara vez le da alcance y entonces se consume y oscurece entre las llamas».
§77-8 Aunque gran parte de la descripción de los movimientos del Sol y la Luna que aparece en estos párrafos está ausente en Q, en el Ambarkanta (IV. 277) hay un pasaje, más breve y sin referencia alguna al cambio del plan divino, que corresponde en gran medida a QS en muchos rasgos. En QS el relato introduce una explicación de los eclipses solares («todavía a veces se acerca a ella, y hay oscuridad en medio del día»), y de los meteoros («las estrellas que allí se ocultan huyen ante él al aire superior»); cf. la antigua concepción de los Cuentos Perdidos, I. 266.
§79El almacenamiento de la luz del Sol en tinas y estanques en Valinor refleja una idea que apareció mucho antes en Kulullin, el gran caldero de la luz dorada de Valinor: los Dioses reunían la luz «en la gran tinaja Kulullin para incremento de sus fuentes, o en otras grandes vasijas y anchos estanques alrededor de los patios, porque la salud y la gloria de su radiación era muy grande» (I. 223). Posteriormente la idea volvió a surgir en relación con los Dos Arboles: «Varda atesoraba los rocíos de Telperion y la lluvia que caía de Laurelin en grandes tinas como lagos resplandecientes, que eran para toda la tierra de los Valar como fuentes de agua y luz» (El Silmarillion, pp. 46-7).
El pasaje que empieza «Los Dioses y los Elfos, por tanto, aguardan aún…» ha sobrevivido a través de E y Q desde las primeras concepciones. En la frase «el Primer Sol y la Primera Luna» las palabras «Primer Sol» están escritas sobre una borradura, en la que sin duda decía «Sol Mágico», siendo ésta la última aparición de este antiguo nombre. Sobre la misteriosa predicción de Ulmo véase IV. 62.
El relato del levantamiento del muro montañoso y las razones para no cerrar el Paso de Kôr están muy ampliados respecto al pasaje correspondiente en Q. [284]
Veremos que cuando mi padre empezó El Señor de los Anillos las concepciones del Ambarkanta aún existían plenamente, y que la historia de la creación del Sol y la Luna a partir del último fruto y la última flor de los Arboles moribundos no se había visto ensombrecida por la duda de su adecuación para la estructura completa de la mitología.