La biografía de Alboin esbozada en estos capítulos se basa en muchos aspectos en la propia vida de mi padre, aunque Alboin no era huérfano y mi padre no era viudo. Las fechas escritas a lápiz en la primera página del manuscrito refuerzan el fuerte elemento biográfico: Alboin nació el 4 de febrero, (1891 >) 1890, dos años antes que mi padre. Audoin nació en septiembre de 1918.
Los «Honour Mods.» (es decir, «Honour Moderations»), mencionado en el principio del Capítulo II, son el primero de los dos exámenes de lenguas clásicas de Oxford, después de dos años (véase Humphrey Carpen ter, Biografía, p. 76); «Schools», en el mismo pasaje, es el nombre de los exámenes finales de Oxford de todas las materias.
El nombre del padre de Alboin, Oswin, es «significativo»: ós «dios» y wine «amigo» (véase IV. 244, 248); el padre de Elendil era Valandil (p. 73). Es posible que Errol deba relacionarse de algún modo con Eriol (el nombre élfico de Ælfwine el marino, IV. 242).[11]
La leyenda lombarda
Los lombardos («Barbas largas», barbiluengos; latín langobardi, inglés antiguo Long-beardan) eran un pueblo germánico renombrado por su ferocidad. Se trasladaron al sur de sus antiguos hogares de Escandinavia, pero apenas se sabe de su historia hasta mediados del siglo seis. En ese entonces reinaba Audoin, la forma que tenía el nombre en la Historia Langobardorum del erudito Pablo el Diácono, que murió en tomo al 790. Audoin y el inglés antiguo Éadwine (posteriormente Edwin) tienen la misma correspondencia y son históricamente el mismo nombre (la combinación en inglés antiguo ea derivaba del diptongo original au). Sobre el significado de ead, véanse pp. 56-7, y cf. Éadwine como nombre en inglés antiguo de los Noldor, IV. 248.
El hijo de Audoin era Alboin, que de nuevo corresponde exactamente al inglés antiguo Ælfwine (Elwin). La historia que Oswin Errol [66] contó a su hijo (pp. 46-7) procede de la obra de Pablo el Diácono. En la gran batalla que enfrentó a los lombardos con otro pueblo germánico, los gépidos, Alboin, hijo de Audoin, mató a Thurismod, hijo del rey gépido Thurisind, en combate singular; cuando los lombardos regresaron a sus hogares tras la victoria pidieron a Audoin que concediera a su hijo el honor de acompañarlo en la mesa, pues había sido su valor lo que les hizo obtener la victoria. No obstante, Audoin se lo negó, porque, dijo, «no es costumbre entre nosotros que el hijo del rey se siente con su padre hasta que haya recibido las armas del rey de otro pueblo». Cuando Alboin oyó esto se dirigió con cuarenta jóvenes lombardos al rey Thurisind para pedirle que le concediera el honor. Thurisind le dio la bienvenida, lo invitó a la fiesta y lo sentó a su derecha, donde acostumbraba a hacerlo su hijo muerto Thurismod.
Sin embargo, según transcurría la fiesta, Thurisind empezó a pensar en la muerte de su hijo, y al ver a Alboin, que lo había matado, sentado en su misma silla, el dolor brotó en las palabras: —Muy grata me es la silla —dijo—, pero es duro mirar a quien está sentado en ella. —Animado por estas palabras, el segundo hijo del rey, Cunimund, empezó a injuriar a los huéspedes lombardos; ambas partes intercambiaron insultos y echaron mano a las espadas. Pero cuando estaban a punto de enzarzarse en la lucha, Thurisind se levantó de un salto de la mesa, se interpuso entre los gépidos y los lombardos y amenazó con castigar al primer hombre que empezara la lucha. De este modo evitó la lucha; y tomando las armas de su hijo muerto se las entregó a Alboin, y lo envió seguro de vuelta al reino de su padre.
Se ha convenido que detrás de esta historia en prosa latina de Pablo el Diácono, al igual que tras su historia de la muerte de Alboin, hay una canción heroica: se trata del vestigio más antiguo de este tipo de poesía germánica de que disponemos.
Audoin murió unos diez años después de la batalla, y Alboin se convirtió en rey de los lombardos en el 565. Hubo una segunda batalla contra los gépidos, en que Alboin mató a su rey Cunimund y tomó cautiva a su hija, Rosamunda. En la Pascua del 568 Alboin emprendió la conquista de Italia, y en el 572 fue asesinado. Según la historia de Pablo el Diácono, en un banquete celebrado en Verona Alboin ofreció vino a la reina Rosamunda en un tazón hecho con el cráneo del rey Cunimund, y la invitó a beber alegremente con su padre («y si esto le parece a alguien imposible —escribió Pablo—, declaro que digo la verdad en el nombre de Cristo: he visto al príncipe [Radgisl] sosteniendo el mismo tazón en la mano en una fiesta y mostrándoselo a quienes compartían su mesa»).
En este punto concluyó la historia Oswin Errol, y no dijo a su hijo [67] cómo Rosamunda llevó a cabo su venganza. El resultado de sus maquinaciones fue el asesinato de Alboin en su cama, y su cuerpo fue sepultado «en la subida de las escaleras que están cerca del palacio», entre las lamentaciones de los lombardos. En la época de Pablo el Diácono Gislbert dux Vernensium abrió su tumba y tomó la espada de Alboin y otras cosas que estaban enterradas con él; «de ahí que soliera jactarse ante los ignorantes, con su vanidad habitual, de haber visto a Alboin cara a cara».
La fama del formidable rey era tal que, en palabras de Pablo, «aun en nuestros días, entre los bávaros y los sajones y otros pueblos de lenguas emparentadas, su generosidad y renombre, sus éxitos y valentía en la guerra, se celebran en las canciones». Un extraordinario testimonio de esto se encuentra en el poema en inglés antiguo Widsith, donde aparecen los siguientes versos:
Swylce ic wæs on Eatule mi Ælfwine; |
se hæfde moncynnes mine gefræge |
leohteste hond lofes to wyrcenne, |
heortan unhneaweste hringa gedales, |
beorhta beaga, beam Eadwines. |
(Estuve en Italia con Alboin: de todos los hombres de quienes he oído hablar, el hijo de Audoin tenía una mano dispuesta a las hazañas de alabanza, un corazón menos reacio a dar anillos y brazales brillantes.)[12]
En la carta de mi padre de 1964 (dada en pp. 13-4) escribió que su intención era encontrar una de las primeras encamaciones del padre y el hijo en la historia de los lombardos: «Comenzó con una afinidad padre-hijo entre Edwin y Elwin en el presente y supuestamente remontaba a los tiempos legendarios por vía de unos tales Eädwine y Ælfwine de aproximadamente el año 918 d. C., y Audoin y Alboin de la leyenda lombarda…» No obstante, no se indica que en ese entonces fuera algo más que un pensamiento pasajero; véase p. 93. [68]
Los dos ingleses llamados Ælfwine (p. 47). El hijo menor del rey Alfred se llamaba Æthelweard, y el historiador William de Malmesbury registró en el siglo doce que los hijos de Æthelweard, Ælfwine y Æthelwine cayeron en la batalla de Brunanburth en el 937.
Años después mi padre homenajeó al Ælfwine que murió en Maldon en The Homecoming of Beorhtnoth, donde Torhthelm y Tídwald encuentran su cuerpo entre los muertos: «Y aquí está Ælfwine: apenas con barba, y ya acabó su batalla».
La referencia de Oswin Errol a un «substratum» (p. 49). Dicho en pocas palabras, la teoría del substratum atribuye gran importancia, como explicación de la evolución lingüística, a la influencia ejercida sobre una lengua cuando un pueblo abandona su propia habla anterior y adopta otra; porque dicho pueblo conservará sus modos de articulación habituales y los transferirá a la nueva lengua, creando así un substratum subyacente. Por tanto, diferentes substrata actuando sobre una lengua extendida en diferentes áreas se consideran causa fundamental de evoluciones fonéticas divergentes.
Los poemas en inglés antiguo de Ælfwine Wídlást (p. 54). Estos poemas, idénticos en forma excepto por ciertos detalles de expresión, se utilizaron en las páginas de título del Quenta Silmarillion (p. 235); véase también p. 123.
Nombres y palabras en las lenguas élficas. A lo largo de todo el texto el término eressëano sustituye a númenóreano. Quizá deba compararse con CN II, §2: «No obstante, [los Númenóreanos] tomaron la lengua de los Elfos del Reino Bendecido, como era y es en Eressëa». El término «latín élfico», que Alboin aplica al «eressëano» (pp. 51, 53), aparece en la Lhammas (p. 200), donde se refiere a la lengua arcaica del Primer Linaje de los Elfos (los Lindar), que «pronto quedó fijada… como lengua elevada en el habla y la escritura, y como habla común entre todos los Elfos; y todo el pueblo de Valinor la aprendía y conocía». Se llamaba Qenya, lengua élfica, tarquesta habla elevada, y parma-lambe, lengua literaria. No obstante, en El Camino Perdido no se dice por qué Alboin llamó a la lengua que «le llegaba» con ese nombre.
Amon-ereb (p. 48): el tosco borrador de este pasaje decía Amon Gwareth, que sufrió varios cambios hasta acabar como Amon Thoros. Amon Ereb (la Colina Solitaria) aparece en los Anales de Beleriand (p. 168, anal 340) y en QS §113.
«Las costas de Beleriand» (p. 48): el borrador dice aquí «las rocas de las Falassë». La forma Falassë aparece en el mapa IV del Ambarkanta (IV. 291). [69]
«Alda era árbol (una palabra que conseguí hace mucho tiempo)» (p. 51). Alda «árbol» se encuentra en el «diccionario» muy temprano (I. 304), donde también aparece la palabra lome, que Alboin también menciona aquí, con los significados de «crepúsculo, lobreguez, oscuridad» (I. 311).
Anar, Isil y Anor, Ithil (p. 51): en QS §75 los nombres del Sol y la Luna que les dan los dioses son Úrin e Isil, y los que les dan los Elfos Anar y Rana (véase el comentario sobre ese pasaje).
El fragmento eressëano acerca de la Caída de Númenor y el Camino Recto (p. 58) es ligeramente distinto en el borrador:
Ar Sauron lende nummorenna . . . lantie nu huine . . . ohtakárie valannar . . . manwe ilu terhante. eari lantier kilyanna numenor Atalante . . . malle tera lende numenna, ilya si maller raikar. Turkildi rómenna . . . nuruhuine me lumna.
Y Sauron llegó a Númenor . . . cayó bajo Sombra . . . hizo la guerra a Poderes . . . ? ? rompió, mares cayeron al Abismo. Númenor cayó, camino recto iba hacia el oeste, ahora todos los caminos curvos. ? hacia el este. Sombra-de-muerte nos-pesa.
El nombre Tar-kalion no está aquí presente, pero Sauron sí (véase p. 15), y se interpreta como nombre. Lo más notable es que esta versión dice manwe (que Alboin no pudo interpretar) en lugar de herunumen «Señor-del-Oeste» de la posterior; sobre esto véase p. 91.
Sobre el nombre Herendil (= Audoin, Eadwine) véanse las Etimologías, raíz KHER.