Comentario sobre la segunda versión
de La Caída de Númenor

§1Sobre «Orcos, que son mofas de las criaturas de Ilúvatar» véase QS §18 y comentario. En CN I §5 se decía que Morgoth «no llegó en persona, sino sólo en espíritu, como una sombra en la mente y el corazón». Ahora la idea del «regreso» en cualquier sentido parece desechada; no obstante, aparece la concepción de su Voluntad malévola y conductora que todavía pervive en el mundo.

«aquellos que obedecieron vivieron de nuevo en Eressëa»: en CN I «A los Elfos se los convocó a Valinor, como se ha contado, y muchos obedecieron, pero no todos». En el Quenta (IV. 191) «los Gnomos y los Elfos Oscuros repoblaron la mayor parte de la Isla Solitaria… Pero algunos retomaron incluso a Valinor, como todos aquellos que lo deseaban eran libres de hacer» (se conservó en QS, p. 383 §27). Aparece el nombre Avallon («por estar cerca de Valinor»), pero como un nuevo nombre de Tol Eressëa; posteriormente, en la forma Avallónë («porque de todas las ciudades es la que está más próxima a Valinor») se convirtió en el nombre de un puerto de la isla: Akallabêth p. 352.

§2Al principio mi padre conservó exactamente la revisión de CN I dada en el comentario sobre CN I §2, donde Atalantë pasa a ser el [39] nombre de la ciudad de Andúnië tras la Caída. Yo he supuesto que de hecho su intención no era ésa; en cualquier caso, en este punto lo corrigió, de modo que Atalantë se convirtió de nuevo en el nombre de la Númenor hundida. Númenos reaparece ahora procedente de la versión original de CN I §2, donde era el nombre de la ciudad occidental, pero se convierte en el nombre de la plaza elevada del rey en el medio de la tierra (posteriormente Armenelos).

Elrond (véase el comentario sobre CN I §14) pasa a ser ahora el primer Rey de Númenor y el constructor de Númenos; su hermano Elros no ha surgido aún.

La afirmación aquí de que los Númenóreanos «tomaron la lengua de los Elfos del Reino Bendecido, como era y es en Eressëa» indica que abandonaron su propia lengua humana; así se desprende de El Camino Perdido (p. 83). En los Lhammas se dice (p. 208) que «ya en los días de [el padre de Húrin] los Hombres de Beleriand habían abandonado el uso diario de su propia lengua y hablaban e incluso daban nombres a sus hijos en la lengua de los Gnomos». Las palabras «como era y es en Eressëa» contradecirían cualquier idea de que la Isla Solitaria fue destruida en la Caída (véase el comentario sobre CN 1 §7). No obstante, el complicado pasaje en que así se indica fue conservado en el presente texto, §7 (aunque se tachó posteriormente).

§4La relación de la longevidad de los Númenóreanos con el resplandor de Valinor (véase comentario sobre CN I §4) se ha abandonado, y sólo se atribuye al don de los Valar.

§5Es más que probable que el nombre Sauron (que sustituye a Sur de CN I) aparezca por primera vez aquí o en el pasaje relacionado de El Camino Perdido (p. 80). Su primera aparición en la tradición del Silmarillion se encuentra en QS §143. La historia de la llegada de Sauron a Númenor ha cambiado respecto a la de CN I, y se dice explícitamente que no podría haber ido sin ser convocado. La historia que se narra en la primera versión, según la cual los barcos que volvían de la Tierra Media fueron arrojados tierra adentro en Númenor por una gran ola y Sauron se alzó en una colina y «predicó un mensaje de liberación», se cuenta con más detalle en El Camino Perdida; no obstante, la segunda versión de CN II, en que se elimina el elemento de la gran ola, parece haber sido sustituida por la primera casi inmediatamente (sobre la significación de esto véase pp. 15-6).

El templo de Morgoth se levanta ahora sobre la Montaña de Ilúvatar en el medio de la tierra, y ésta (o la de El Camino Perdido) constituye la primera aparición de la Meneltarma. La historia fue rechaza posteriormente: en la Akallabêth «ni siquiera Sauron se atrevía a mancillar el elevado sitio», y el templo se construyó en Armenelos (p. 370). [40]

§11La adición en CN II «Por tanto construyeron torres muy altas en aquellos días» debe de referirse a las Torres Blancas de Emyn Beraid, las Colinas de la Torre. Cf. El Señor de los Anillos Apéndice A (I. iii), donde se dice de la palantír de Emyn Beraid que «Elendil la colocó de modo tal que mirando a través veía con “visión directa” Eressëa en el desaparecido Occidente; pero los mares que se curvaron debajo cubrieron Númenor para siempre». Cf. también De los Anillos de Poder en El Silmarillion, p. 396. Sin embargo, cuando este texto fue escrito las palantíri no se habían concebido aún (por lo que puede decirse).

§14La reescritura del pasaje acerca de Beleriand refuerza la idea presente en CN I de que no quedó tan destrozada después de la Gran Batalla como se describe en los otros textos: «seguía en cierto grado bendita»; además, los Elfos que quedaban en la Tierra Media «vivían sobre todo en Beleriand». Aparece aquí Elendil «Amigo de los Elfos», desplazando a Amroth de CN I. De las palabras «en Beleriand surgió un rey, de raza númenóreana» podría deducirse que no se trataba de un superviviente de la Caída; sin embargo, es evidente que lo era. En El Camino Perdido, que guarda estrecha relación con CN II, Elendil (el padre en la encamación númenóreana de «Elwin-Edwin») es un enemigo declarado de Sauron y de su dominio en Númenor; además, aunque El Camino Perdido se interrumpe antes de la partida de la flota de Tar-kalion, Elendil debía de estar entre aquellos que «se habían quedado en los barcos en la costa oriental de la tierra» (CN §9) y así escaparon a la Caída.

Sin duda ésta es la primera aparición de Gil-galad, el rey de los Elfos de Beleriand, descendiente de Fëanor (sería interesante saber su parentesco), y la historia de la Última Alianza avanza un paso más; por otra parte, parece indudable que fue en este manuscrito donde el nombre Morder, el País Negro, se introdujo por vez primera en la narrativa.