Comentario

En la primera parte de este «subcapítulo» De los Silmarils y la inquietud de los Noldor la historia que aparece en QP (pp. 215 ss.) no sufrió apenas cambios, ni siquiera en los detalles, a pesar de las muchas alteraciones de expresión introducidas en esta última versión, excepto en el asunto de las armas de los Eldar (§§52a, b). En QS, donde apareció el tema por primera vez (V. 264, nota de Pengoloð en §49), se decía que «los Elfos antes sólo habían poseído armas de caza, lanzas, arcos y flechas», pero que ahora, por influencia de Melkor, los Noldor «aprendieron a hacer espadas de acero templado y mallas» y escudos. Esto se modificó en QP §50 (p. 219), todavía como observación de Pengoloð, para que dijera que los Elfos originalmente no tenían ninguna arma, y que ahora aprendieron a hacer todo tipo de armas, espadas, lanzas, arcos y flechas. De igual modo, en AAm §97 (p. 118): «Melkor habló a los Eldar de las armas, que hasta entonces no poseían ni conocían»; no obstante, más tarde mi padre apuntó en el texto mecanografiado de AAm (p. 129, §97): «¡No! Debieron tener armas en el Gran Viaje». Sintiendo la necesidad de explicar cómo los Quendi sobrevivieron «entre los engaños del crepúsculo estelar», y concluyendo que debieron estar armados en la Tierra Media, mi padre adoptó el recurso narrativo algo mecánico (en mi opinión) aquí introducido (§52a).

Dar explicaciones en semejante mundo puede originar reflexiones innecesarias. El viaje de Oromë en el caballo Nahar desde Aman a la Tierra Media no se describe nunca, ni (creo yo) lo necesita, ni debe serlo; los movimientos de los grandes Valar (y de hecho los de las divinidades inferiores, como Melian) son un misterio que no intentamos desentrañar. Son de más allá de Arda y no proceden de ella. En la historia (muy antigua) del transporte de los tres «embajadores» élficos originales de Kuiviénen a Valinor, podemos preguntarnos con más razón, quizá, cómo viraron, porque los Elfos, independientemente de los poderes de que dispongan, son Hijos de la Tierra y deben vivir y moverse en el mundo físico de Arda. Mi padre nunca dijo más sobre el tema; y podemos suponer, si queremos, que atravesaron el Hielo [323] Crujiente a lomos de Nabar.[220] No obstante, de la historia de que Oromë llevó a los Eldar una gran cantidad de armas hechas en Valinor —pues debieron ser muchas para proteger a tamaña hueste— se desprende que se veía obligado a responder, a cieno nivel, a las especulaciones de este tipo.

En la última parte de esta nueva versión la historia se ha desarrollado considerablemente, pero no de una manera que contradiga a las versiones anteriores, que pueden considerarse resúmenes de la última. De hecho es posible que la historia del fiero encuentro de Fëanor con Fingolfin en la casa de Finwë estuviera presente en la mente de mi padre ya cuando escribió QP (final de §52), aunque no llegó a redactarlo hasta mucho después.

Vale la pena observar que cuando escribió la nueva versión también tenía delante AAm; así, en §54 retomó las palabras de Melkor a Fëanor en Formenos que aparecen en AAm §101 (p. 119), aunque eliminando la oración «Y no creáis que los Silmarils están seguros en cualquier cámara que se encuentre en el reino de los dioses» de su lugar en AAm y utilizándola como en QP: la pista gracias a la cual de repente Fëanor adivinó las verdaderas intenciones de Melkor.

Queda comentar unos pocos puntos aislados. En ambos textos de la última versión aparece la frase de §49b: «Los Eldar valoraban los Silmarils por sobre todos sus otros tesoros en Aman o sobre la Tierra». El significado de Tierra se remonta largo trecho (véase el Índice de La formación de la Tierra Media, entradas Tierra y Mundo), al parecer inapropiado para el mundo en que era posible aproximarse a Aman a través del Mar. Pero la Tierra es la Tierra Media: no es el equivalente de Arda; cf. también §52d; «Tú fuiste quien condujo a los Noldor por el largo camino a través de los peligros de la Tierra Media a la luz de Eldanor».

También es curioso que Túna se utilice ahora en todas las apariciones, en vez de Tirion; véanse p. 110, §67, y p. 225, §52.

En §50 se dice de Melkor que «Poco sabía él de los Hombres, pues inmerso en sus propios pensamientos de la Música, apenas había prestado atención al Segundo Tema de Ilúvatar». Compárese con la Ainulindalë (textos C y D) §13: los Hijos de Ilúvatar «llegaron con el Tercer Tema», y §24: Manwë era «el principal instrumento del segundo Tema que Ilúvatar había levantado contra la discordancia de Melkor». Véase p. 410 nota 257. [324]

Los nombres Fingolfin y Finarfin están así escritos en B, pero en A Fingolphin y Finarphin (véase p. 304 nota 218). En la Segunda Edición de El Señor de los Anillos (1966) Finarphin, estaba así escrito, más tarde sustituido por indicación de mi padre por Finarfin (Apéndice F, De los Elfos).