(No hay notas textuales en esta sección del texto.) La parte transcrita arriba de los Anales de Aman corresponde al inicio del Capítulo 3 De la llegada de los Elfos en la tradición del «Silmarillion» (QS §§18-21, V. 245-247). Contemporánea (más o menos) a la redacción de los Anales de Aman fue la revisión principal del Quenta Silmarillion, pero obviamente sólo podemos compararla con el texto anterior al Señor de los Anillos, junto con AV 2, anales A. V. 1000-1990 (V. 131-132).
§30En AAm se cuenta ahora que Yavanna puso a dormir a las criaturas vivientes que habían despertado en la Primavera de Arda, de lo que no hay rastro en QS (o en las versiones posteriores). [95]
Luego se menciona la creación de los Balrogs; y mientras en AAm (§17) la descripción del «ejército» de Melkor, espíritus «de los vacíos de Ëa» y «espías y amigos secretos entre los Maiar», es más completa que en cualquier fiase de la otra tradición, los Balrogs siguen siendo explícitamente demonios creados por él mismo, y además creados en Utumno en esta época. Sobre la concepción de los Balrogs en AAm hay más comentarios en §§41-45, 50, y especialmente p. 98, §30.
§31Que el caballo de Oromë era blanco con cascos de oro se afirma en QS (§24) y en Q (§2), pero ésta es la primera aparición del nombre del caballo, Nahar. Oromë se representa aquí como guardián de la Tierra Media, hasta el punto que los Balrogs no salen de Utumno por su causa (§30); cf. AV 2 (V. 131) «Morgoth huía ante su cuerno».
§§34-36 Sobre las dos fases de la creación de las estrellas véase p. 78, §24. Aparece aquí la notable afirmación de que Menelmakar (Orion) era «una señal de Túrin Turambar, que habría devenir al mundo, y un presagio de la Última Batalla que se librará al final de los días». Se trata de una referencia a la Segunda Profecía de Mandos (en el Quenta, IV. 194):
Entonces tendrá lugar la última batalla en los campos de Valinor. En ese día Tulkas luchará con Melkor, y a su derecha estará Fionwë y a su izquierda Túrin Turambar, hijo de Húrin, Vencedor del Destino, procedente de las estancias de Mandos; y será la espada negra de Túrin la que lleve a Melko a la muerte y a su fin último, y así serán vengados los hijos de Húrin y todos los Hombres.
El nombre quenya Menelmacar se menciona en el Apéndice E (I) de El Señor de los Anillos; en La Compañía del Anillo (p. 118) aparece la forma sindarin: «el Espada del Cielo, Menelvagor, y su brillante cinturón».
§37Que los Elfos despertaron cuando la Hoz de los Dioses brilló por primera vez se dice en AV 2 (V. 132); «cuando se iluminaron las primeras estrellas» QS §20.
§38Resulta interesante la mención del emplazamiento de Kuiviénen, del que en la otra tradición no se dice más que se encontraba «en el Este de la Tierra Media» (QS §20, conservado en los textos posteriores). En AAm Kuiviénen se encontraba al N. E. de Endon, el punto central. En la lista de nombres que acompaña al Ambarkanta (IV. 282) aparece «ambar-endya o Tierra Media de la cual Endor es el punto central», y Endor está escrito sobre el centro de la tierra en los esquemas del Ambarkanta (IV. 285, 287); en el mapa está señalado como un punto: «Endor centro de la Tierra», [96] y aquí se corrigió por Endon, la forma que aparece en el presente pasaje de AAm, aunque luego se volvió a cambiar por Endor (en el texto mecanografiado de AAm mi padre corrigió también Endon por Endor, aquí y en §41, p. 99). Véase IV. 296.
En AAm Kuiviénen era «una bahía del Mar Interior de Helkar»; en QS es «el lago iluminado por las estrellas» (como también en Q), lo que se conservó en los textos posteriores. En el mapa del Ambarkanta aparece en el N. E. de Endor (Endon), y está señalado en la orilla oriental del Mar de Helkar; en el texto se encuentra «junto a las aguas de Helkar» (IV. 280). No está claro si estas afirmaciones varias ilustran una sola y la misma concepción. Esta mención en AAm del Mar de Helkar (que se formó tras la caída de la Lámpara septentrional) es la primera desde el Ambarkanta, en cuyo texto la Lámpara se llamaba a su vez Helkar, véase IV. 298.
§39Cf. QS §20: «Durante un tiempo [Oromë] habitó con ellos, y les enseñó la lengua de los Dioses, a partir de" la cual más tarde hicieron la hermosa lengua élfica», y los Lhammas (V. 195): «de él [Oromë] aprendieron según sus capacidades el idioma de los Valar; y todas las lenguas que de él han derivado desde entonces pueden llamarse oromianas o quendianas». En AAm se dice ahora que los Quendi habían creado una lengua, y que dieron nombres «a todas las cosas que percibían», antes incluso de que Oromë los encontrara (que fue 335 Años del Sol después del despertar). Cf. El Cuento de Gilfanon en El Libro de los Cuentos Perdidos (I. 284): «Ahora bien, a los Eldar o Qendi, Ilúvatar les había dado el don de la palabra».
§40Este pasaje se interpoló en el manuscrito y aparece en el texto mecanografiado original. La situación de la partida de Melian en este punto procede de los Anales de Valinor (IV. 307, V. 131-132); en QS (§31) se dice que «a menudo viajaba lejos de Valinor a las Tierras de Aquende». El significado de las palabras de AAm de que Melian, «deseosa de contemplar las estrellas ascendió Taniquetil», es presumiblemente que subió las lomas orientales de Taniquetil, donde la luz de los Árboles estaba oculta.
§41Como se apuntó en IV. 298, la afirmación de que Oromë «se volvió hacia el norte junto a las costas de Helkar y pasó bajo las sombras de las Orokarni, las Montañas del Este» concuerda perfectamente el mapa del Ambarkanta (IV. 291; en el mapa las Orokarni se llaman Montañas Rojas).
«Oía a lo lejos el sonido de muchas voces que cantaban»: cf. QS §20: «Pero Oromë los encontró… mientras aún moraban junto al lago iluminado por las estrellas, Kuiviénen.» Véase en §39 arriba. [97]
§42En QS (§20) aparece aquí la extraordinaria afirmación de que «al contemplarlos Oromë se llenó de amor y asombro; pues su llegada no estaba en la Música de los Ainur, y se encontraba oculta en el pensamiento secreto de Ilúvatar»; véase mi comentario sobre este pasaje, V. 250-251.
Sobre la historia del significado del nombre Eldar véase las referencias a ésta dadas bajo la entrada Eldar en el índice de El Camino Perdido (vol. V).
§§42-45El origen de los Orcos. La primera aparición de la idea de que su origen estuvo relacionado con los Elfos se encuentra en QS §18, y más tarde en QS (§62) se dice que cuando Morgoth volvió a la Tierra Media tras la destrucción de los Árboles
creó la raza de los Orcos, y crecieron y se multiplicaron en las entrañas de la tierra. Morgoth hizo a estos Orcos por envidia y mofa de los Elfos, y estaban hechos de piedra, pero con corazones de odio.
(Sobre las cambiantes opiniones de mi padre en torno a la época del origen de los Orcos en la cronología de los Días Antiguos véase IV. 362, V. 276-277). En la interpolación en el manuscrito de AAm y su posterior reescritura ampliada (pp. 91-93) aparece, junto con la historia del Jinete que según los rumores se llevaba a los Quendi extraviados, la teoría de que Melkor crio a los Orcos (aquí llamados Orkor) «por envidia y mofa de los Eldar» a partir de los Quendi esclavizados en el este de la Tierra Media antes incluso de que los encontrara Oromë. Se dice explícitamente (§45) que Melkor no podía hacer nada que tuviera vida propia desde su rebelión; no obstante, esto contradice completamente a §30, donde se dice que «en Utumno creó la raza de demonios que en días posteriores los Elfos llamaron Balrogs». No creo que la interpolación donde aparece la primera de estas afirmaciones se escribiera después de un largo intervalo de tiempo: al parecer mi padre cambió de opinión sobre este tema rápidamente, y una nueva historia del origen de los Balrogs aparece en el texto a máquina, pronto abandonado, que he llamado AAm* (véase p. 98, §30). La pervivencia de la afirmación en §30, a pesar de contradecir a la de §45, se debe sin duda a un descuido, y ambas aparecen en el texto mecanografiado principal de AAm. Para más comentarios sobre el origen de los Orcos véase p. 148, §127, y pp. 464 ss.
§47Las palabras «Así pues, por primera vez los Valar atacaron a Melkor, no él a los Valar» muestran que la historia de la Ainulindalë de que los Valar lo atacaron fuera de Valinor tras la caída de las Lámparas había sido abandonada (p. 78, §22).
§49Sobre los cambios de la Tierra en la época de la Gran Guerra [98] descritos en el Ambarkanta véase IV. 279-280. Aunque los dos textos no son necesariamente contradictorios, es curioso que en AAm se diga que en ese entonces «el Gran Mar que la separaba de Aman [a la Tierra Media] se volvió más ancho y profundo»; pues en el Ambarkanta (ibid., véase además el mapa, IV. 291) el aumento de la anchura del Mar Occidental respecto a la del Oriental sucedió cerca del momento de la fundación de Valinor:
Para protegerse mejor los Valar quitaron la Tierra Media del centro y la comprimieron hacia el Este, de modo que se curvó, y el gran mar del Oeste es muy ancho en el centro, la más extensa de todas las aguas de la Tierra. La forma de la Tierra en el Este era muy parecida a la del Oeste, excepto en que el Mar Oriental se estrechó y la tierra fue empujada hacia allí.
§50 Resulta notable que en esa época, cuando El Señor de los Anillos había llegado a su fin, todavía se concibiera la existencia de un gran número de Balrogs (Melkor envió «un ejército de Balrogs»); véase p. 99, §50.
El texto mecanografiado (AAm*) que mi padre empezó pero no tardó en abandonar continúa un poco más allá del punto alcanzado en la primera sección (p. 86). Las diferencias significativas respecto a AAm son las siguientes:
§30… Pero Melkor moraba en Utumno, y no dormía, sino que vigilaba y trabajaba; y todo lo bueno que Yavanna obraba en las tierras él lo deshacía si le era posible, y las criaturas malignas que había pervertido andaban por las tierras lejanas, y los bosques oscuros y adormecidos era frecuentados por monstruos y formas espantosas. Y en Utumno multiplicó la raza de espíritus malignos que lo seguían, los Úmaiar, de quienes los principales eran aquellos demonios que los Elfos en días posteriores llamaron los Balrogath. Pero aún no salieron de las puertas de Utumno porque temían a Oromë.
La última parte de este pasaje tiene gran interés, ya que muestra un cambio notable en la idea de que Melkor «hizo» los Balrogs en esta época (véase p. 97). Ahora se convierten en «espíritus malignos» (Úmaiar) que lo seguían, pero podía «multiplicarlos». El término Úmaiar, que no había aparecido antes, es a Matar lo que Úvanimor a Vanimor (véase IV. 339, nota al pie).
§31… y allí cazaba bajo las estrellas. Sentía un gran amor por caballos y perros, pero pensaba en todas las bestias, y sólo cazaba [99] los monstruos y las crueles criaturas de Melkor. Cuando los divisaba a lo lejos o los husmeaban sus grandes perros, el gran caballo blanco, Nahar, brillaba como plata corriendo por las sombras, y la tierra dormida temblaba bajo los golpes de los cascos dorados. Y en el momento de matar Oromë hacía sonar el gran cuerno, hasta que las montañas se sacudían…
muerte: la llamada del cuerno soplaba en la muerte.
… y confiaba siempre en sus esclavos para que le hicieran el maligno trabajo, [sus esclavos y criaturas, AAm]
§32Sucedió que Manwë convocó a los Valar a consejo, pues estaban turbados por las nuevas que Yavanna y Oromë traían de las Tierras Exteriores, diciendo que si dejaban que Melkor continuara actuando sin trabas, la Tierra Media entera sucumbiría a una ruina irrecuperable; y Manwë sabía además que la llegada de los Hijos de Ilúvatar se aproximaba, aunque la hora y el lugar exactos sólo Ilúvatar los conocía. Y Manwë habló de esto a los Valar, y Yavanna le suplicó que iluminara la Tierra Media, para contener la malicia de Melkor y confortar a los Hijos; y
Aquí acaba el texto mecanografiado AAm*, al pie de una página. De nuevo lo que empezó como una copia fue evolucionando con creciente rapidez hacia una nueva versión. Pero no veo razón para pensar que existiera algo más.
Falta por apuntar unos pocos cambios y notas tardíos que se garabatearon en otra copia del texto íntegro mecanografiado.
§§38, 41Endon > Endor (véanse pp. 95-96, §38).
§42«y los llamó Eldar, el pueblo de las estrellas» > «y los llamó el pueblo de las estrellas». En el margen mi padre escribió (es decir, refiriéndose al texto original): «pero él no podía - [?como esto] era quenya posterior».
§43Junto a la parte media de este párrafo hay una nota en el margen: «Cambiar esto. Los Orcos no son élficos». Véanse pp. 465 ss.
§50«un ejército de Balrogs, los últimos servidores que le quedaban» > «los Balrogs, los últimos de sus servidores que le permanecieron fieles». En el margen mi padre escribió: «Se supone que no hubo nunca más que unos 3 o como mucho 7». Véase p. 95, §50.