INTRODUCCION

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Hace muchos años, mi padre mencionó las palabras de William Morris acerca de lo que llamó «la gran historia del norte», que, insistió, debería ser para nosotros «lo que el relato de Troya fue para los griegos», y que en el futuro «debería ser para aquéllos que vengan detrás de nosotros no menos que el relato de Troya lo ha sido para nosotros». Sobre esto, mi padre observó: «¡Qué lejanas y remotas parecen ahora las palabras de William Morris! El relato de Troya ha caído en el olvido desde esa época con sorprendente rapidez. Pero los völsungos no han ocupado su lugar.»

Es obviamente deseable que un tema y un modo que resultan tan exóticos sean «presentados» de alguna manera, y para esta primera publicación de los poemas «nórdicos» de mi padre he pensado que sería interesante y adecuado que dicha presentación fuera hecha por el autor en vez de por el recopilador.

En ningún lugar de sus papeles sobre temática nórdica hay referencia alguna a Las nuevas baladas, excepto en un grupo de cuatro papelitos de fecha desconocida en los que mi padre escribió de manera apresurada observaciones interpretativas sobre ellas (aparecen en las páginas 51-54). Aunque son de gran interés en sí mismos no constituyen ninguna gran visión del modo y materia de sus baladas nórdicas en un contexto histórico, y en ausencia de semejantes escritos me he aventurado a incluir aquí una parte sustancial de la conferencia de inauguración (con el encabezamiento «Introducción general») de una serie de charlas en la facultad de lengua inglesa de Oxford titulada «La Edda Mayor». [20]

Hay que tener en cuenta que se trata del borrador y la versión de una conferencia hablada ante un público reducido. Ninguna idea de publicación podía estar remotamente presente. El propósito de mi padre era comunicar su visión de forma amplia y clara. Situó la Edda dentro de un gran contexto temporal, y expuso de manera elocuente su propia concepción de esta poesía y su lugar en la historia del norte. En otras conferencias sobre poemas concretos y temas específicos se expresó, naturalmente, con cautela; pero aquí pudo ser atrevido, o incluso extravagante, al no medir cada declaración con matices en un tema donde el desacuerdo sobre pruebas dudosas acaba por pasar factura. De hecho, «quizá» y «probablemente», «algunos sostienen» y «puede pensarse» están notablemente ausentes en este texto según lo escribió.

Mi impresión es que fue una redacción relativamente temprana, y que más tarde añadió varios matices a sus declaraciones originales. También sobrevive un borrador más antiguo y mucho menos elaborado con el título de «Edda Mayor». Fue una charla preparada expresamente para un «club», sin nombre; pero fue la base para una conferencia mucho más elaborada de la cual se ofrece aquí una parte. Mi padre trató este primer texto de un modo característico, conservando frases entre reescrituras y añadidos, y elaborando un nuevo manuscrito. No puede dudarse que la conferencia en su primera forma fue lo que leyó, con ese título, ante la Exeter College Essay Society el 17 de noviembre de 1926. Pero es imposible decir cuánto tiempo pasó entre los dos textos.

Reproduzco a continuación esta conferencia en su versión más tardía, con el objetivo principal de que escuchemos la voz del autor de los poemas que se presentan en este libro. El autor escribe (para luego explicar de viva voz) de manera personal y vital acerca de la Edda Poética, algo que nunca ocurrió desde la última ocasión en que dio una conferencia sobre nórdico antiguo en Oxford, hará cosa de setenta años.

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