COMENTARIO SOBRE
VÖLSUNGAKVIÐA EN NÝJA
[303]
El subtítulo Sigurðarkviða en mesta significa La balada más larga de Sigurd: ver p. 342.
Durante el comentario, el poema Völsungakviða en nýja es citado como La balada o La balada de los völsungos, y la Völsunga Saga como la Saga. El nombre Edda se refiere siempre a la Edda Mayor o Edda Poética; la obra de Snorri Sturluson es la Edda Prosaica.
Las nueve partes del poema que siguen al «Upphaf» se indican por números romanos y las estrofas con números arábigos; así, «VII. 6» se refiere a la estrofa 6 de la sección «Gudrún». Las notas se refieren a las estrofas, no a los versos; una nota general sobre la sección precede a las notas sobre las estrofas individuales.
Este preludio a La balada de los völsungos imita y refleja al poema más famoso de la Edda, la Völuspá, donde la Völva, la mujer sabia o sibila, narra el origen del mundo, la era de los jóvenes dioses, y la guerra primigenia; profetiza el Ragnarök, el día del Juicio; y después la renovación de la Tierra, que surge de nuevo de las profundidades (ver la tercera parte del poema de mi padre La profecía de la Sibila, que aparece en el Apéndice B al final de este libro) [304].
Pero aquí las imágenes de la Völuspá se ordenan en un tema completamente original, pues la sibila declara (estrofas 13-15) que el destino del mundo y el resultado de la Última Batalla dependerán de la presencia de «un inmortal / que ha saboreado la muerte / y ya no muere», y éste es Sigurd, «matador de la serpiente, / semilla de Odín», que es «el elegido del Mundo» a quien los guerreros ataviados de cota de malla esperan en Valhöll (estrofa 20). Como queda explícito en la nota interpretativa de mi padre (iv) de la página 53, la esperanza de Odín es que Sigurd, en el Ultimo Día, sea quien mate a la mayor serpiente de todas, Miðgarðsormr (ver nota posterior a la estrofa 12), y que a través de Sigurd «sea posible un mundo nuevo».
«Este motivo de la función especial de Sigurd es una invención de este poeta», observó mi padre en el mismo breve texto. Una asociación con su propia mitología me parece cuando menos extremadamente probable: Túrin Turambar, matador del gran dragón Glaurung, tenía también reservado un destino especial, pues en la Última Batalla abatiría a Morgoth, el Señor Oscuro, con su espada negra. Esta misteriosa concepción aparecía en el viejo «Relato de Turambar» (1919, o anterior) y volvió a aparecer como profecía en los textos de El Silmarillion de los años treinta: así en la «Quenta Noldorinwa», «será la negra espada de Túrin la que le dará la muerte y el final definitivo a Melko [Morgoth]; y así se vengarán los hijos de Húrin y todos los Hombres». Una notable forma de esta concepción se encuentra en un breve ensayo de mi padre escrito hacia el final de su vida, donde escribió que Andreth, la mujer sabia de la Casa de Bëor había profetizado que «en la Última Batalla Túrin regresaría de entre los Muertos, y antes de abandonar los Círculos del Mundo para siempre desafiaría al Gran Dragón de Morgoth, Ancalagon el Negro, y le propinaría el golpe mortal». La extraordinaria transformación de Túrin se ve también en una entrada de «Los anales de Aman», donde se dice que la gran constelación de Menelmakar, el Espada del Cielo (Orion), «era una señal de Túrin Turambar, que habría de venir [305] al mundo, y un presagio de la Última Batalla que se librará al final de los Días».[8]
Aparte de esto, en ausencia (que yo sepa) de ningún otro escrito de mi padre sobre esta enigmática concepción de Sigurd, creo que especular sobre su significado superior quedaría fuera de los límites editoriales que me he fijado en este libro.
El Odín de mi padre mantiene en efecto su antiguo carácter de reunir a sus «elegidos» en Valhöll para que sean sus campeones en el Ragnarök, y en La balada de los völsungos aparece contra Sigmund, el padre de Sigurd, y lo desarma en su última lucha, de modo que muere (IV. 8-11). En la leyenda nórdica se expresa la creencia de que Odín, impío, ambiguo, y siniestro, deseoso de la guerra entre iguales, volviéndose contra sus favoritos al final y matando a quienes ha favorecido, tiene motivos para esta conducta: necesita a los suyos, necesita a sus favoritos en el día del Ragnarök (ver la nota a IX. 77-78).
Pero de la extraordinaria complejidad de las ideas que rodean a Odín en la antigüedad nórdica (que sugiere capa tras capa de fe cambiante y simbolismo) se vislumbra en la obra de mi padre un dios que ha conservado poco de la sutil, siniestra y enigmática deidad de los escritos antiguos: el dios de la guerra, señor de las valquirias; excitador de la locura; el iniciado, el señor de los patíbulos, el autoinmolado, el maestro de la magia obscena, la inspiración de la poesía; el cambiaformas, el viejo tuerto, el amigo impío, y en el Ultimo Día la víctima del Lobo. «Cargado de sabiduría / previendo los males» («Upphaf» 18), y visto por mi padre, refiriéndose a su propio poema y a su tratamiento de la antigua leyenda, como símbolo de la prudencia y la sabiduría junto a la malicia y la locura de Loki, Odín se parece más al Manwë de su propia mitología; los llama a ambos «Señor de Dioses y Hombres».
1En esta estrofa ver p. 352. Repite la tercera estrofa de la Völuspá; citando el verso nórdico en una conferencia mi padre la siguió [306]con esta primera estrofa del «Upphaf», con algunas diferencias: «olas temblorosas», «cielo sin levantar».
11Snorri cuenta en la Edda Prosaica que Heimdal (Heimdallr) era el guardián o centinela de los Dioses (Æsir), que vivía junto al Bifröst («el camino tembloroso»), el puente del arco iris entre Ásgard, el reino de los Æsir, y Midgard, el mundo de los Hombres (ver nota a 12), que guarda contra los gigantes de roca; pero en el Ragnarök (el día del Juicio Final) las huestes procedentes de la feroz tierra de Múspell cruzarán el Bifröst, que se romperá bajo ellas. La parte roja del arco es un fuego ardiente. El cuerno de Heimdal es el Gjallarhorn, cuyo tronar se oye por todos los mundos; y lo hará sonar en el Ragnarök.
El Fresno es Yggdrasil, el Árbol del Mundo, cuyas ramas se extendían sobre la tierra y el cielo. El Lobo es Fenrir (nombrado en la estrofa 13), a quien los dioses encadenaron; pero en el Ragnarök Fenrir romperá sus cadenas y devorará a Odín.
12Surt (Surtr): el gran demonio de fuego, en el Ragnarök saldrá de Múspell, la tierra de fuego, para atacar a los Dioses.
La «Serpiente dormida» es Miðgarðsormr, la Serpiente de Midgard, que yace enroscada por todos los mares que componen Midgard, el mundo de los Hombres. El nombre nórdico Miðgarðr corresponde al inglés antiguo Míddan-geard, Middan-eard, que más tarde se convertiría en Middle-earth, Tierra Media.
El «navío en sombras» es Naglfar, hecho con la uñas de los muertos.
13Frey (Freyr): el principal dios de la fertilidad, de la paz y la plenitud, en Noruega y Suecia; Freyia (17) era su hermana.
El «profundo Dragón» es la Serpiente de Midgard; ver nota sobre la estrofa 12.
[307]
Para la historia de la primera parte de La balada de los völsungos las fuentes son el poema eddaico conocido como Reginsmál, La balada de Regin, que en realidad no es tanto un poema como fragmentos de antiguos versos unidos por prosa; un párrafo de la versión de Snorri Sturluson de la leyenda de los völsungos en la Edda Prosaica, y la Völsunga Saga. Los pocos versos del Reginsmál que inspiran esta parte de la narrativa (el diálogo entre Loki y Andvari, y entre Loki y Hreidmar después de que se ha pagado el oro) son aquí y allí modelo para La balada pero sólo los versos 5-6 de la estrofa 8 son una traducción (Andvari ek heiti, Óinn hét minn faðir).
Aparte de esto, «Andvara-gull» en La balada es un poema nuevo. Es muy alusivo, y de forma deliberada, y presento aquí una forma abreviada del curso de la historia como es conocido en las narraciones en prosa: en su mayor parte las dos versiones difieren poco.
Se cuenta que tres de los Æsir, Odín, Hœnir, y Loki, salieron al mundo, y llegaron a una cascada conocida como la Catarata de Andvari, siendo Andvari el nombre de un enano que allí pescaba en forma de barbo (Snorri no dice nada de Andvari en este punto). En ese lugar había una nutria que había capturado un salmón, y se lo estaba comiendo en la ribera del río; pero Loki le lanzó una piedra y la mató. Entonces los Æsir cogieron el salmón y la nutria y siguieron su camino hasta que encontraron la casa de un tal Hreidmar. Snorri lo describe como granjero, un hombre bien situado, versado en la magia; en la Saga es simplemente un hombre rico e importante; mientras que en la nota que encabeza esta sección de La balada es «un demonio».
Los Æsir le pidieron a Hreidmar alojamiento para pasar la noche, diciendo que traían comida suficiente, y le mostraron su captura; pero la nutria era Otr, el hijo de Hreidmar, que tomó la forma de nutria mientras pescaba (el nombre Otr y la palabra noruega otr, «nutria», [308] son de hecho la misma). Entonces Hreidmar llamó a sus otros hijos, Fáfnir y Regin, y apresaron a los Æsir y los encadenaron; les exigieron que pagaran rescate llenando de oro la piel de la nutria, y también cubriendo el exterior con oro de forma que no pudiera verse parte alguna.
Aquí las versiones en prosa se separan. Según Snorri (que no había mencionado anteriormente a Andvari) Odín envió ahora a Loki a Svartálfaheim, la Tierra, de los Elfos Oscuros; fue aquí donde encontró al enano Andvari que era «como un pez en el agua», y Loki lo capturó con sus manos. En la Saga, por otro lado, la misión de Loki era buscar a Rán, la esposa del dios marino Ægir, y conseguir de ella la red con la que rescataba a los hombres que se ahogaban en el mar; y con esa red capturó al enano Andvari, que pescaba en sus cascadas en forma de barbo. Ésta es la historia que siguió mi padre (estrofa 7).
Andvari pagó el rescate con su tesoro, tratando de conservar un único anillo de oro; pero Loki lo vio y se lo arrebató (estrofa 9). En la versión de Snorri, Andvari suplicó quedarse con el anillo porque con él podía multiplicar sus riquezas, pero Loki dijo que no debía quedarse ni con una sola moneda.
Andvari declaró que el anillo sería la muerte de todo el que lo poseyera, al anillo o al oro. Según Snorri, «Loki dijo que esto le parecía muy bien, y dijo que este estado debería mantenerse, siempre que él lo declarara en los oídos de aquéllos que recibieran el anillo». Entonces Loki regresó a la casa de Hreidmar, y cuando Odín vio el anillo lo deseó, y lo apartó del tesoro. La piel de nutria se llenó y cubrió con el oro de Andvari, pero Hreidmar, al mirarla con atención vio un pelo, y exigió que lo cubrieran también. Entonces Odín sacó el anillo de Andvari (Andvaranaut, «la posesión de Andvari») y cubrió el pelo. Pero cuando Odín cogió su lanza, y Loki sus zapatos, y ya no tenían nada que temer, Loki declaró que la maldición de Andvari tendría que cumplirse. Y así se explica (concluye Snorri) por qué el oro se llama «rescate de la nutria» (otrgjöld) o «pago forzado de los Æsir» (nauðgjald ásanna): ver p. 38. [309]
Una diferencia importante entre las dos versiones en prosa es que Snorri empezó su relato de la leyenda völsunga con «El oro de Andvari», mientras que en la Saga esta historia se introduce mucho más tarde, y se convierte en un relato de Regin (hijo de Hreidmar) a Sigurd antes de su ataque al dragón. Pero aunque mi padre siguió a Snorri en esto, siguió sin embargo la Saga al hacer que Regin contara brevemente a Sigurd la historia de «El oro de Andvari» en la quinta parte del poema, con un número de versos repetidos de su primera aparición (ver V. 7-11).
1De todas las divinidades nórdicas, Loki es la más enigmática; La antigua literatura nórdica está llena de referencias e historias sobre él, y no es posible caracterizarlo en poco espacio. Pero como Loki sólo aparece aquí en estos poemas, y en las palabras de mi padre referidas a él en la p. 53, parece adecuado y suficiente citar la descripción de Snorri Sturluson en la Edda Prosaica:
«También se cuenta entre los Æsir Loki, a quien algunos llaman el tejedor de engaños de los Æsir, el primer padre de las mentiras, y la vergüenza de todos los dioses y hombres. Loki es atractivo y hermoso de rostro pero maligno en su disposición y veleidoso en su conducta. Supera a todos los demás en esa sabiduría que se llama astucia, y tiene recursos para cada circunstancia. Una y otra vez ha causado grandes problemas a los dioses, pero a menudo escapó de ellos por su astucia.»
En esta estrofa se le llama «Loki de pies veloces», y en la versión de Snorri de la historia del oro de Andvari se dice, como ya se apuntó, que después del pago del rescate a Hreidmar, Odín cogió su lanza «y Loki sus zapatos». En otro lugar Snorri escribe sobre «esos zapatos con los que Loki corría por el aire y por el agua».
Del dios Hœnir no se dice más en La balada que mientras que Loki iba a la izquierda de Odín, Hœnir iba a su derecha. En la interpretación algo misteriosa que da mi padre en la p. 53 (iv) llama al compañero de Odín que camina a su derecha «una sombra [310] sin nombre», pero sin duda debe ser Hœnir, o al menos un derivado suyo. Sin embargo, si hay infinidad de información acerca de Loki en las narraciones mitológicas nórdicas, muy poco puede decirse de Hœnir; y que yo sepa, no hay nada en los vestigios que quedan que puedan arrojar luz sobre esa «sombra sin nombre» que camina junto a Odín.
6Ásgard es el reino de los Dioses (Æsir).
7Rán: la esposa del dios marino Ægir; ver p. 308.
8«I bid thee»: «te ofrezco».
13-15En estas estrofas finales las referencias a la esperanza de Odín, y la elección de Odín, no tienen evidentemente ningún equivalente en los textos nórdicos.
Ésta es una versión en verso de elementos de la narración de los primeros capítulos de la Völsunga Saga. Ningún poema antiguo que narre o refiera esta historia existe aparte de una sola medio estrofa (ver la nota a las estrofas 37-39), pero esta sección de La balada de los völsungos puede verse como una recreación de dicho poema. Es una selección de momentos de gran fuerza dramática, y muchos elementos de la Saga en prosa se omiten; en particular se eliminan las características más salvajes de la historia (ver notas a las estrofas 30-32, 37-39).
Los gautas de la nota que encabeza esta sección son los gautar del nórdico antiguo, habitantes de Gautland, una región de lo que ahora es la Suecia meridional, al sur de los grandes lagos. El nombre gautar [311] es históricamente idéntico al geatas del inglés antiguo, el pueblo de Beowulf.
1-2 Estas dos primeras estrofas son una reducción extrema de los primeros capítulos de la Saga que hablan de los antepasados inmediatos de los völsungos en modo prosaico; está claro que a mi padre no le parecieron adecuadas para su propósito.
2«Hijo del anhelo»: la esposa de Rerir fue yerma durante mucho tiempo.
4En la Saga, el árbol que está en medio del salón del rey Völsung se llama Barnstock, y se dice que era un manzano.
7«Los pájaros cantaban tristemente»: los pájaros estaban posados en las ramas del gran árbol que sostenía el salón; igual en la estrofa 11, y ver III. 2.
10El rey Siggeir y muchos otros invitados acudieron al festín de bodas celebrado en el salón del rey Völsung.
12-13En la Saga el anciano se describe en términos que dejan claro que era Odín, pero no se le da nombre. Aquí es Grímnir «el enmascarado», un nombre de Odín que no aparece en la Saga pero deriva del poema eddaico Grímnismál.
El recio tallo del tercer verso de 13 es el tronco del Barnstock, donde Odín clavó la espada.
14«Gauta y Völsung»: los hijos y la raza de Völsung a menudo son llamados Völsungar, völsungos, como en el título de la Saga, y en la nota que encabeza esta parte.
16Éste fue el principio del odio y el motivo de que Siggeir atacara a Völsung y a sus hijos cuando llegaron a Gautland como invitados (21-23); Siggeir se enfureció por la respuesta de Sigmund, [312] pero (en las palabras de la Saga), «era un hombre muy astuto, y se comportó como si le resultase indiferente».
17-22Se dice en la Saga que al día siguiente a la noche del festín de bodas («anoche yací / donde me repugnaba»), Siggeir se marchó bruscamente y regresó con Signý a Gautland, tras invitar a Völsung y a sus hijos a visitarlos tres meses más tarde (21). Signý los recibió cuando desembarcaban para advertirles de lo que Siggeir les había preparado (22), pero (según la Saga) Völsung no quiso escuchar la súplica de Signý de que regresara de inmediato a su tierra, ni su súplica de que le permitiera quedarse con su propio pueblo y no regresar con Siggeir.
20«Toft»: granja.
29En la Saga, los hijos de Völsung fueron apresados con cepos en el bosque para esperar a la vieja loba que acudía cada noche. Signý, al décimo día, envió a su sirviente de confianza a ver a Sigmund, el único que sobrevivía, para untarle con miel la cara y meterle un poco en la boca. Cuando la loba regresó le lamió la cara y metió la lengua en su boca, y entonces Sigmund la mordió. La loba se echó atrás violentamente, apoyando las patas contra los cepos donde estaba atrapado Sigmund, de forma que los abrió; pero Sigmund se aferró a la lengua de la loba y se la arrancó de cuajo, y la loba murió. Según la Saga, «algunos hombres dicen que la loba era la madre del rey Siggeir, que había cambiado de forma por medio de brujería».
Mientras que en la Saga los cepos son un elemento importante en la historia, en La balada no hay ninguna sugerencia de cepos, sólo de cadenas y grilletes; la loba queda «destrozada y sin lengua», y «caída junto al árbol». Ver la nota sobre las estrofas 30-32. [313]
30-32Este pasaje está muy condensado, y los elementos de la Saga esenciales para la narración se pasan por alto. Así, en la Saga, Signý encontró a Sigmund en el bosque, y queda claro que decidieron que él se hiciera una casa bajo tierra, donde Signý atendería sus necesidades. No hay nada en la Saga que explique las palabras de Signý en La balada: «¡Maestro enano, / abre tus puertas!» En el párrafo de introducción en prosa de esta parte (p. 83), se dice que Sigmund «mucho tiempo vivió en una cueva disfrazado de herrero enano».
En esta conexión es curioso, si acaso, observar que en el poema de William Morris The Story of Sigurd the Völsung, la morada de Sigmund es explícitamente «una cueva de piedra» que fue antes «una casa de los enanos». También se dice en ese poema (ver nota a la estrofa 29) que, por orden de Siggeir, los hombres que llevaron a los hijos de Völsung al bosque talaron el roble más grande que pudieron encontrar y los ataron a él «con ataduras de hierro»; y cuando la loba vino a por Sigmund, éste «reventó sus ataduras» y la mató con sus manos.
Signý tuvo dos hijos con Siggeir, y cuando el mayor tuvo diez años lo envió a Sigmund en el bosque para que le ayudara si intentaba vengar a Völsung; pero el muchacho, cuando Sigmund le dijo que hiciera pan mientras él iba a por leña, tuvo miedo de tocar la bolsa de harina porque había algo vivo dentro. Cuando Sigmund le contó esto a Signý, ella le dijo que matara al muchacho, puesto que no tenía valor; y Sigmund así lo hizo. Al año siguiente Signý envió al bosque al segundo hijo que había tenido con Siggeir, y pasó lo mismo.
Después de eso Signý cambió su forma con la de una hechicera, y la hechicera durmió con Siggeir durante tres noches en forma de Signý, mientras que Signý dormía con su hermano. El hijo nacido entre ambos se llamó Sinfjötli.
33Para los versos 5 y 6, ver nota a la 35-36.
«Bast»: corteza flexible que se utiliza como cuerda y para hacer cestos. [314]
33-34En la Saga, Sigmund sometió a Sinfjötli a la misma prueba que a los hijos de Siggeir, y cuando volvió a la casa subterránea, Sinfjötli había amasado el pan, pero dijo que le parecía que había algo vivo dentro de la harina cuando empezó a amasarla. Sigmund se echó a reír, y dijo que Sinfjötli no debería comer el pan que había amasado, «pues has amasado dentro a una gran serpiente venenosa». No hay ninguna mención en la Saga al hecho de que Sinfjötli trajera la espada de Sigmund (ver nota a 37-39).
35-36En la Saga se dedica un largo párrafo a las feroces hazañas de Sigmund y Sinfjötli en el bosque, donde se convirtieron en hombres-lobo; y es un detalle importante que Sigmund creyera que Sinfjötli era hijo de Signý y Siggeir (cf. 33 «Hermoso, tu padre / no te dio tu rostro»), que poseía la energía y el valor de los völsungos pero el malvado corazón de su padre.
37-39En la Saga, Sigmund y Sinfjötli entraron en el salón de Siggeir y se escondieron tras barriles de cerveza en la antesala; pero los dos hijos pequeños de Siggeir y Signý estaban jugando con juguetes de oro, lanzándolos por el suelo del salón y corriendo tras ellos, y un anillo de oro rodó hasta la habitación donde se hallaban Sigmund y Sinfjötli. Uno de los niños, persiguiendo el anillo, «vio dos hombres altos y sombríos allí sentados, con altos yelmos y brillantes cotas de malla»; y volvió corriendo a decírselo a su padre.
Signý, al oír esto, llevó a los niños a la antesala e instó a Sigmund y Sinfjötli a que los mataran, pues habían revelado su escondite. Sigmund dijo que no mataría a los hijos de Signý aunque le hubieran descubierto, pero el terrible Sinfjötli no le dio importancia, mató a ambos niños y lanzó sus cadáveres al salón. Cuando Sigmund y Sinfjötli fueron por fin capturados, Siggeir hizo levantar un gran montículo funerario hecho de piedras y hierba; y en medio de la tumba había una enorme losa de piedra de modo que [315] cuando los mecieron dentro estaban separados y no podían traspasar la losa, pero sí oírse el uno al otro. Pero antes de que la tumba fuera cubierta, Signý le arrojó a Sinfjötli una bala de paja, donde había carne. En la oscuridad de la tumba, Sinfjötli descubrió que la espada de Sigmund estaba dentro de la carne, y con la espada pudieron cortar la losa de piedra.
He dicho que no hay ningún poema antiguo que trate esta historia excepto media estrofa, y esos versos los cita el autor de la Saga en este punto:
ristu af magni |
mikla hellu, |
Sigmundr, hjörvi, |
ok Sinfjötli. |
(Cortaron con fuerza la gran plancha, Sigmund y Sinfjötli, con la espada.)
Cuando salieron de la tumba era de noche, y todos dormían; trajeron leña y le prendieron fuego al salón.
40-41Fue en este momento, cuando Sigmund le dijo a Signý que saliera, donde se revela en la Saga la verdad sobre Sinfjötli: eso sin duda queda explícito en la estrofa 41 de La balada: «¡Hijo Sinfjötli, / padre Sigmund!» En sus últimas palabras, según la Saga, antes de volver al fuego, Signý declaró que había trabajado tanto por vengar a Völsung que ya le resultaba imposible seguir viviendo.
Aparece ahora en la Saga, tras las muertes de Signý y Siggeir, la historia de Helgi Hundingsbani, una figura originalmente independiente que quedó conectada con la leyenda völsunga al hacerlo hijo [316] de Sigmund y Borghild (mencionada sólo como «la reina» en esta parte de La balada). En esto, la Saga sigue la Balada de Helgi de la Edda; pero en este poema mi padre eliminó por completo este detalle, y Helgi no se menciona.
Las fuentes para esta parte de La balada son la Saga y un corto párrafo en prosa en la Edda titulado Frá dauða Sinfjötla (De la muerte de Sinfjötli): el recopilador del Codex Regius de la Edda evidentemente lo escribió, en ausencia de versos, para concluir las historias de Sigmund y Sinfjötli. No hay ninguna diferencia importante entre La balada y las narraciones antiguas.
1-2En la Saga, Sigmund, al regresar a su propia tierra, expulsó a un usurpador que se había establecido allí.
3«Regalo de Grímnir»: ver II. 12-13 y nota.
4En Frá dauða Sinfjötli y en la Saga, la reina de Sigmund se llama Borghild; en La balada no se le da ningún nombre (tal vez porque mi padre no consideraba el nombre Borghild original de la leyenda, sino que entró con la conexión «Helgi»). No se dice en las fuentes que fuera cautiva en la guerra.
6En ambas fuentes Sinfjötli mató al hermano de Borghild, no a su padre; eran pretendientes de la misma mujer. En la Saga se cuenta que Borghild deseó que expulsaran a Sinfjötli de aquella tierra, y aunque Sigmund no lo permitió, le ofreció grandes riquezas como compensación; fue en el festín funerario por su hermano donde fue asesinado Sigmund.
7Se cuenta en la Saga, en el momento del incidente con el pan, cuando Sinfjötli amasó dentro una serpiente venenosa (ver nota III. 33-34), que Sigmund no podía ser dañado por veneno ni por dentro ni por fuera, mientras que Sinfjötli sólo podía soportar el [317] veneno externamente; lo mismo se dice en Frá dauða Sinfjötla y en la Edda Prosaica.
9-10En ambas fuentes Sigmund le dijo a Sinfjötli, cuando Borghild le ofreció beber por tercera vez: «Láttu grön sía, sonr» («Espárcelo por tu barba, hijo mío»). Sigmund estaba ya muy borracho, dice la Saga, «y por eso lo dijo».
12El barquero era Odín (los versos que lo describen aquí se repiten con alguna variación en IV. 8). Esto no se dice en las fuentes antiguas. En esos textos el barquero se ofreció a ayudar a Sigmund a cruzar el fiordo, pero la barca era demasiado pequeña para Sigmund y el cadáver de Sinfjötli, así que el cadáver pasó primero. Sigmund esperó, pero el barco se desvaneció. La Saga cuenta que Borghild fue desterrada, y murió poco después.
13Valhöllu: el dativo nórdico se conserva en el texto original inglés por motivos de métrica.
Tras la expulsión de Borghild, Sigmund tomó a otra esposa mucho más joven que él (IV. 2), y ella fue la madre de Sigurd. En la Saga y en Frá dauða Sinfjötla su nombre era Hjördis, hija del rey Eylimi; mientras que en La balada se llama Sigrlinn. Esta diferencia obedece a la opinión de que tuvo lugar un cambio de nombres: originalmente, en las leyendas nórdicas, Hjördis era la madre de Helgi (ver la nota a III), mientras que Sigrlinn era la esposa de Sigmund y la madre de Sigurd. Después de este cambio, Sigrlinn se convirtió en la madre de Helgi (y así aparece en el poema eddaico Helgakviða Hjörvrðssonar, La balada de Helgi, hijo de Hjörvard) y Hjördis se convirtió en La madre de Sigurd. En el poema alemán Nibelungenlied, escrito a principios [318] del siglo XIII, Sieglind (Sigrlinn) era la esposa del rey Siegmund, la madre de Siegfried (Sigurd).
La narración de esta parte de La balada se cambia y reduce respecto a la Saga (no hay ningún poema correspondiente en la Edda). En la Saga, el rey Lyngvi era rival de Sigmund por la mano de Hjórdis, pero ésta lo rechazó; y fue Lyngvi, no los siete pretendientes, «hijos de reyes», de La balada (estrofas 3 y 5) quien atacó con un gran ejército a Sigmund en su propia tierra.
Hjördis, acompañada sólo por una criada, fue enviada al bosque y allí permaneció durante la feroz batalla. En la Saga y en La balada (estrofas 8-9) Odín apareció, y la espada de Sigmund («regalo de Grímnir», 5) se rompió contra la lanza alzada del dios, y Sigmund murió (sobre el significado de la intervención de Odín, ver la nota en la parte «Upphaf», p. 305).
Como en La balada, en la Saga Hjördis (Sigrlinn) encontró a Sigmund donde yacía mortalmente herido en el campo de batalla, y él le habló, diciendo que no había ninguna esperanza de sanar y que no lo deseaba, pues Odín lo había reclamado (estrofa 11); también habló de Sigurd, su hijo no nacido, y le dijo que guardara los fragmentos de la espada, que debería rehacerse.
Inmediatamente tras la muerte de Sigmund, una nueva flota llegó a la orilla, dirigida, como se dice en la Saga, por Alf, hijo del rey Hjálprek de Dinamarca (estrofa 14 de La balada, donde los recién llegados no son nombrados). Al ver esto, Hjórdis ordenó a su sirvienta que intercambiara sus ropas con ella, y que declarase ser la hija del rey. Cuando Alf regresó con las mujeres, todavía disfrazadas, a su propia tierra, la verdad del subterfugio salió a la luz. Alf prometió casarse con Hjördis después de que naciera su hijo, y por eso Sigurd fue criado en la mansión del rey Hjálprek. En La balada, la curiosa historia del disfraz de Sigrlinn (Hjördis) se reduce a las palabras «La prometida de Sigmund / como criada / sobre resonantes mares / viajó con tristeza».
11«Wanhope»: desesperación. [319]
13En la Saga, Sigmund llamó Gramr a la espada que debería hacerse con los fragmentos; así aparece en la siguiente parte de La balada, V. 18.
Las fuentes de la historia de esta parte de La balada no son solamente la Völsunga Saga, sino también los poemas de la Edda en los que se basó la Saga: la conclusión de Reginsmál (ver la nota a la parte I, p. 307), y Fáfnismál; Snorri Sturluson también explica brevemente esta historia en la Edda Prosaica, donde explica por qué «oro» en poesía es «la morada de Fáfnir» y «la carga de Grani».
En términos estrictamente narrativos, hay poco en esta parte de La balada que no se encuentre en esas fuentes, y hay partes donde se sigue el estilo de los versos de Fáfnismál (sobre todo en el diálogo entre Sigurd y Regin tras la muerte de Fáfnir); pero sólo en algunos puntos concretos no se corresponden casi absolutamente.
La leyenda de «El oro de Andvari» como se cuenta en la parte I de La balada no se extiende más allá de la partida de los Æsir de la casa de Hreidmar tras el pago del rescate por su hijo Otr. En la nota a esa parte (p. 307) he advertido que Snorri Sturluson, en su versión de la leyenda völsunga, empezó con «El oro de Andvari», mientras que en la Saga no se introduce hasta mucho más tarde, y entra como historia contada por el propio Regin, hijo de Hreidmar, a Sigurd antes de su ataque al dragón. En esta parte de La balada llegamos a ese punto.
Después de contar que Sigurd creció en la casa del rey Hjálprek, la Saga no cuenta más que Regin se convirtió en su padre adoptivo, y que le enseñó muchas cosas a Sigurd, incluyendo el conocimiento de runas y muchas lenguas (ver estrofa 2). Snorri, por otro lado, continúa la historia de Hreidmar y el oro de Andvari más allá del punto donde la dejó mi padre al final de la parte I de La balada.
«¿Qué más hay que decir del oro?», escribió Snorri, y luego cuenta su historia. Hreidmar cogió el oro, pero sus otros hijos Fáfnir y Regin [320] reclamaron para sí parte del dinero ensangrentado pagado por su hermano. Hreidmar no quiso darles nada («Anillos rojos y dorados / gobernaré yo solo», I. 15); y Fáfnir y Regin mataron a su padre. Entonces Regin exigió que Fáfnir comparciera con él el tesoro a partes iguales, pero Fáfnir replicó que había pocas posibilidades de ello, pues por eso había matado a su padre; y le dijo a Regin que se marchara, o sufriría el mismo destino que su padre.
Entonces Fáfnir cogió el yelmo que había poseído Hreidmar y se lo puso en la cabeza; el yelmo que se llama ægishjálmr, Yelmo del Terror: todos los seres vivos lo temen. Entonces, tras ir a Gnicaheiði, Fáfnir se hizo un cubil; y se convirtió en dragón, y se tendió sobre el oro (como hizo Glaurung en Nargochrond). Pero Regin huyó y acudió al rey Hjálprek, y se convirtió en su herrero; Sigurd fue su hijo adoptivo.
Tras explicar la historia del origen del tesoro, Snorri continuó con la historia de la relación de Regin con Sigurd y la muerte de Fáfnir. Esta parte de La balada trata de esa historia; pero antes de llegar a ella, como se indicó anteriormente (ver pp. 308-09), mi padre siguió la Saga y presentó aquí la historia del oro de Andvari (o, en el caso de La balada, volvió a presentarla) como un relato que Regin cuenta en respuesta a la pregunta de Sigurd de por qué lo escogió para matar a Fáfnir. En esta segunda aparición de la historia en La balada se repiten de forma casi idéncica versos de un modo característico (comparar I. 2-6 con V. 7-11), pero los Æsir quedan excluidos, y Loki es sustituido por un «ladrón vagabundo / de mano implacable» (8). En V. 12-14, sin embargo, el relato de Regin cuenta ahora la muerte de Hreidmar (a manos de Fáfnir; que Regin tomó parte no se menciona, ni en la Saga ni en La balada), la pelea entre los hermanos, y la transformación de Fáfnir en dragón «en Gnitaheiði».
Un elemento importante de la historia tal como se cuenta en la Saga queda completamence ausente en esta parte de La balada. Después de forjar la espada Gram y de la adquisición del caballo Grani, Sigurd le declaró a Regin que no atacaría a Fáfnir hasta que hubiera [321] vengado a su padre, y tras partir con una gran hueste y una flota proporcionadas por el rey Hjálprek lo consiguió en una sangrienta batalla donde mató al rey Lyngvi. Pero una forma de la venganza de Sigurd aparece en La balada en un momento posterior de la narración (VII. 24-29).
14Gnitaheiði: en nórdico antiguo, este nombre es Gnitaheiðr, donde el segundo elemento es heiðr, «monte», y recibe diversas nomenclaturas como «Gnitaheid», «Gnitaheith», o «Gnitaheath». En los poemas de mi padre aparece varias veces pero siempre en la combinación «por Gnitaheiði». Puede ser una conservación del caso dativo, o tal vez un uso de la forma moderna islandesa de la palabra, que es heiði.
17-18Fue Sigurd quien rompió las dos espadas al golpearlas contra un yunque; después, según la Saga, fue a ver a su madre y le preguntó si era cierto que Sigmund le había confiado los fragmentos de su antigua espada, y ella se los entregó. Sobre el nombre Gram (Gramr), ver la nota a IV. 13.
20Tanto Snorri Sturluson como la Saga hablan de la prueba del filo de Gram cuando Sigurd la pone a prueba cortando con la hoja de la espada el mechón de lana que arrastraba la corriente hasta ésta; pero sólo en La balada el río es identificado con el Rhin (Rín en nórdico).
«Sheer»: claro.
21«Now rede me»: «Ahora dame consejo.»
22-24Sólo en la Saga se encuentra esta historia de cómo Sigurd llegó a poseer su caballo gris Grani (mencionado muy frecuentemente en los poemas de la Edda). El anciano es, de nuevo, Odín (comparar con esta descripción II. 12, III. 12, IV. 8).
El nombre Busiltarn deriva de la Saga; la forma nórdica es Busiltjörn, que fue la forma con que se escribió primero en el [322] manuscrito de La balada, corregido más tarde a lápiz por mi padre. La palabra inglesa tarn, un lago pequeño, deriva de la palabra nórdica; pero en la Saga se dice que Busiltarn es un río, y también lo es claramente en La balada.
Sleipnir era el nombre del caballo de ocho patas de Odín.
25Gand: el caballo de Regin no se nombra en ninguna otra parte, pero debe ser la palabra nórdica gandr (contenida en «Gandalf»). Su significado original o principal es incierto, pero tiene connotaciones de brujería y magia, tanto para seres como para objetos, y sobre codo se utiliza para referirse al báculo empleado en la hechicería; también con los lobos. La palabra grandeið se usa para la cabalgada nocturna de las brujas.
En una conferencia sobre el texto de Fáfnismál, mi padre observó que la enorme altura del acantilado en el que bebía Fáfnir era un buen detalle de la Saga ausente en el poema, ya que así Sigurd tenía «una idea de lo que le esperaba».
26«El allí acechaba»; es decir, Sigurd. En el preámbulo a Fáfnismál del Codex Regius, así como en la Saga y en el breve relato de Snorri Sturluson, Sigurd cavó un pozo en el camino donde cayó el dragón cuando se arrastraba hasta el agua (el «hueco» de las estrofas 26-27, 29, que no se dice que ha sido hecho por Sigurd); en la Saga, un anciano (Odín) acudió a Sigurd mientras lo estaba cavando y le aconsejó que cavara otras trincheras para contener la sangre del dragón. Sobre este asunto mi padre recalcó en una conferencia:
Odín y su consejo, sin embargo, no parecen muy inteligibles, y la intrusión de Odín tal vez haya sido imitada de otros lugares (por ejemplo, la elección de Grani). Los diversos pozos no parecen de mucha utilidad, pues en cualquier caso Sigurd tiene que estar dentro de uno de ellos, y es sólo en el que está (inmediatamente después [323] de la herida) donde es probable que se derrame la sangre. La versión de la Saga tiene por motivo vilipendiar a Odín, y a la apreciación de que el plan heredado no pone a la mejor luz la muerte del dragón a manos de Sigurd (que más tarde es mencionada como su mayor mérito). No podía alterarse en su forma, y por tanto el dragón y su malignidad deben ser magnificados; pero no se hace bien.
Su opinión era que el significado original del pozo era permitir que Sigurd escapara a la llamarada de fuego que pasó por encima de su cabeza (cf. 27, versos 1-3).
30En Fáfnismál, repetido en la Saga, Sigurd, en respuesta a la pregunta de Fáfnir, responde que se llama göfugt dýr, que es «noble bestia», y una nota en prosa del Codex Regius en este punto explica que «Sigurd ocultó su nombre, porque en tiempos antiguos se creía que la palabra de un moribundo podía tener gran poder si maldecía a su enemigo por su nombre». Mi padre observó que esta nota era «sin duda perfectamente correcta para el escritor original del poema, cuyo público conocía probablemente lo suficiente sobre los “tiempos antiguos” para no necesitar la explicación». También dijo que «las misteriosas palabras göfugt dýr probablemente pretenden ser oscuras, incluso sin sentido», aunque pueden ser «una especie de acertijo para decir “hombre”».
33«Glamoured»: hechizado.
34Las palabras de Sigurd en esta estrofa se refieren al ægishjálmr, «Yelmo del Terror», que poseía Hreidmar y que Fáfnir tomó para sí: ver p. 320, y estrofa 14. Con las palabras «¡sea con él el infierno!» Fáfnir murió.
36-41Mi padre advirtió el «tono» de las «oscuras palabras» de Regin en su preámbulo para esta parte de La balada; y en las notas para una conferencia (escritas a lápiz a gran velocidad y ahora no [324] completamente legibles) discutió con detalle la relación en este episodio entre la Saga y Fáfnismál, buscando determinar no sólo cómo el escritor de la Saga comprimió y modificó los versos, sino por qué lo hizo. Doy aquí, con algunas pequeñas correcciones, una parte de esta discusión, ya que ilustra bien su tratamiento crítico de esos problemas en la Edda.
Comienza con un resumen del diálogo entre Regin y Sigurd tras la muerte de Fáfnir en la Saga (doy referencias a las estrofas y versos de La balada entre corchetes).
Tras la muerte de Fáfnir, Regin acudió a Sigurd y dijo: «Has logrado una gran victoria: ¡por ella tu gloria será eterna» [35, 1-4]. Entonces Regin de repente se siente afectado o finge inquietud: «mira el suelo durante largo rato», y dice con gran emoción «es mi hermano a quien has matado y no puedo ser considerado inocente de esto» [36, 5-8]. Sigurd seca su espada en la hierba, y simplemente responde «estabas muy lejos en el momento en que probé la espada» (implicando por tanto «suficientemente inocente») [37, 1-4].
Regin replica que él forjó la espada [37, 53; Sigurd replica que «un corazón Valiente es mejor que una espada afilada en batalla» [38, 3-4].
Regin no lo rebate, pero repite de nuevo «con gran emoción» casi sus palabras exactas «Mataste a mi hermano, etc.». Entonces Regin arranca el corazón del dragón, bebe su sangre, y le pide a Sigurd como único regalo (no se da ningún tipo de motivo) que ase el corazón para él.
La repetición por parte de Regin de las palabras «mataste a mi hermano y no puedo ser considerado inocente» no es característica de Fáfnismál. ¿Tiene una función artística, o es sólo accidental, debido a alguna confusión en las fuentes del escritor de la saga, o en su forma de transmisión? Probablemente es intencionado, y tal vez no sea negativo. El escritor de la saga ha construido una imagen de Regin, que ya planea la eliminación de Sigurd, y casi intenta justificarse a sí mismo. Aliviado de toda responsabilidad por parte de Sigurd, se contenta con la mera repetición, se adhiere a sus remordimientos, [325] y a su «mataste a mi hermano» (es decir, a su venganza). Después de esas palabras, Sigurd no tendría que haber necesitado ningún igður [los pájaros cuyas voces podía comprender, ver 41, 8 y 43, 1-3]. Que el hermano de alguien a quien has matado no era de fiar era algo que se aprendía casi en las rodillas de la madre, y desde luego en el regazo del padre, en Escandinavia, sobre todo cuando aparecía para señalártelo.
Hay una curiosa ausencia de explicación para el motivo por el que Sigurd debe asar el corazón. El verdadero motivo es naturalmente que debe hacerlo para oír a los pájaros. Fáfnismál suministra un motivo no abrumador pero suficiente: «ek mun sofá ganga» [«Iré a dormir»] (podemos suponer que después del potente efecto de la sangre del dragón) [39, 5-8, y 40]. Si hubo alguna vez una mejor razón, relacionada con los restos de creencias muy antiguas, de comer la carne y beber la sangre (de los enemigos, especialmente) para obtener su sabiduría y poder [40, 5-8; 46,1-4], eso ya no podemos afirmarlo.
Puede advertirse que Snorri Sturluson dice que Regin propuso expresamente a Sigurd que le asara el corazón como forma de reconciliación por la muerte de Fáfnir.
39Ridil: Riðill en nórdico antiguo, la espada de Regin; Snorri la llama Refill.
42-44En Fáfnismál había siete estrofas dedicadas (en un párrafo de enlace en prosa) a las palabras de los pájaros (de una clase llamada igður, de significado incierto) que parloteaban en el bosque, cuyas voces Sigurd pudo comprender al instante después de que la sangre del dragón tocara su lengua; pero estas estrofas están en dos metros diferentes. El poema Fáfnismál no está en la forma métrica fornyrðislag, en la que está escrita la mayor parte de los poemas de la Edda, sino en ljóðaháttr. En este metro la estrofa usa dos mitades de tres versos cada una, de los cuales el tercer verso de cada mitad suele tener tres elementos acentuados y una aliteración doble (o triple) en él. Sólo tres de los «versos de los pájaros» [326] están en ljóðaháttr, estando los otros en fornyrðislag, y mi padre argumentó con intensidad y detalle que los versos fornyrðislag proceden de otra fuente (ver nota posterior a 49-54).
Los tres versos ljóðaháttr, sostenía, son pronunciados por dos pájaros, con dos motivos principales seleccionados: oro, miedo a la traición, y oro de nuevo. Ésta es la base de estas tres estrofas de La balada (aunque la sugerencia en 42, 5-6 de que Sigurd debería comer el corazón de Fáfnir se presenta de un verso a otro); pero, extrañamente, están en ljóðaháttr, lo que los hace parecer extraños, ya que La balada está en fornyrðislag.
Para ilustrar la forma en que aparece en nórdico antiguo, ofrezco aquí los tres primeros versos ljóðaháttr con una traducción aproximada:
Höfði skemraláti hann inn hára þul
Fara til heljar heðan!
Öllu guiliþá kná hann einn raða,
fjöld, því er und Fáfni lá.
(Por una cabeza más corto / ¡enviemos al mago de cabellos grises /al infierno! Todo el oro / entonces podrá poseer solo / la riqueza, que bajo Fáfnir yacía.)
46-48En la Saga, Sigurd comió sólo parte del corazón del dragón, y guardó otra parte. El propósito de este acto se ve más adelante en la saga, cuando se dice que poco después de la boda de Sigurd y Gudrún, «Sigurd le dio a Gudrún parte del corazón de Fáfnir para que lo comiera, y después ella fue mucho más decidida que antes, y mucho más sabia». Este elemento queda excluido de La balada; mi padre consideraba que «es una pieza de maquinaria posterior para explicar la complicada psicología de Gudrún».
Estos versos derivan de un párrafo en prosa de Fáfnismál, muy similar al de la Saga, que dice que después de la muerte de [327] Regin Sigurd cabalgó a Grani siguiendo las huellas de Fáfnir hasta su cubil, que estaba abierto. Las puertas y postes eran de hierro, como lo eran todas las vigas de la casa, que estaba excavada en la tierra (46). Sigurd descubrió un enorme alijo de oro y llenó dos cofres con él; cogió el Yelmo del Terror y una cota de malla de oro y muchas otras cosas preciosas, y las cargó en Grani; pero el caballo no quiso moverse hasta que Sigurd montó en él.
49«Their wit he knew not»: «su significado no conocía»; este uso muy inusual del término «wit» parece ser equivalente en este contexto a «significado».
49-54En Fáfnismál, después de matar a Regin y comer el corazón del dragón, Sigurd oye de nuevo el igður, y estos cinco versos están de nuevo en fornyrðislag (ver las notas a 42-44). No hay ninguna indicación de cuántos pájaros hablaron, pero los primeros versos se refieren a Gudrún, y los tres últimos a una valquiria en el monte de Hindarfell, rodeada de fuego, dormida: Odín la apuñaló con la espina, pues había abatido a un guerrero contra sus órdenes. Ver la nota 54 más abajo.
Mi padre sostenía que estos versos, como los anteriores «versos-pájaro» en fornyrðislag procedían de un poema que «ampliaba la situación, y probablemente intentaba, a través de la tradición de los pájaros, contar más cosas de la historia», un resto de un poema que trataba de «compilar gran parte de la historia en una sola situación». Aunque aceptaba que «es inútil discutir qué pájaro dice qué cosa», pensaba que la hipótesis de que un pájaro dice los versos que se refieren a Gudrún y otro los versos que se refieren a la valquiria, es tan buena como cualquier otra.
En La balada, sin embargo, conservó este segundo grupo de «versos-pájaro» (o, más concretamente, versos compuestos que repiten su significado) y los dio a un cuervo (los de la valquiria) y a un pinzón (los de Gudrún), y los intercaló. Pero los colocó de forma que siguieran a la entrada de Sigurd en el cubil de Fáfnir [328] y su carga del tesoro a lomos de Grani, de modo que los pájaros hablan de cosas que esperan en el futuro a Sigurd mientras se aleja de Gnitaheiði; mientras que en Fáfnismál el párrafo en prosa citado en la nota a 46-48 sigue el segundo grupo de «versos-pájaro».
54«Su poder dominan, / la victoria se tambalea / como valquiria.» En las leyendas y poesías el curso y resultado de las batallas lo gobernaban las valquirias, demoníacas mujeres-guerrero enviadas como emisarias de Odín.
La palabra Valkyrja significa «la que elige a los muertos»: son ellas quienes determinan quién va a morir, y a quién se le concede la victoria. Tal vez el ejemplo más sorprendente de esta concepción se encuentre en el Hákonarmál, un poema compuesto en el siglo X sobre la muerte del rey Hákon el Bueno de Noruega, hijo del rey Harald Cabellera Hermosa. El poema comienza así:
Göndul y Skögul por Gautatýr enviadas
a elegir quién de los reyes de la raza de Yngvi
debería ir con Odín y habitar en Valhöll.
Göndul y Skögul son valquirias; Gautatýr es un nombre de Odín. En el poema el rey Hákon es descrito sentado en el suelo con el escudo roto y la cota de malla desgarrada, escuchando las palabras de las valquirias.
Entonces dijo Göndul, mientras se apoyaba en la vara de su lanza,
«Ahora el poder de los Dioses crecerá,
puesto que han convocado a Hákon con una gran hueste
a sus moradas». [329]
El rey oyó lo que decían las valquirias
sentadas en sus caballos, pensativo su semblante,
con yelmos en la cabeza y los escudos sujetos ante ellas.
Entonces Hákon habla a la valquiria llamada Skögul:
«¿Por qué habéis decidido así la batalla, Geirskógul?
Hemos merecido la victoria de los Dioses.»
«Nosotras hemos logrado» —dijo Skogul—, «que seáis los amos del campo de batalla y tus enemigos hayan huido.
Ahora debemos cabalgar a los verdes hogares de los Dioses, para decirle a Odín que un poderoso rey va con él.»
En la nota a V. 46-48 ofrezco el contenido del pasaje en prosa proporcionado por el Codex Regius donde se describe cómo Sigurd entró en el cubil de Fáfnir y se llevó el tesoro, que cargó en cofres en su caballo Grani. Este pasaje se trata en ediciones de la Edda como la conclusión del poema Fáfnismál, pero de hecho continúa sin pausa ni nuevo título en la historia del encuentro de Sigurd con la valquiria dormida en Hindarfell, y esta parte se trata como la introducción en prosa a una obra extraña que recibe por nombre Sigrdrífumál.
Esta última parte del párrafo en prosa, que se encuentra de forma muy similar en la Saga, cuenta que Sigurd cabalgó hasta Hindarfell (Hindarfjall) y se dirigió al sur. En la montaña vio una gran luz, como un fuego ardiente, que iluminaba el cielo; y cuando se acercó encontró una muralla-escudo (skjaldborg) y sobre ella un estandarte. Sigurd entró en la skjaldborg, y vio a un hombre dormido, con toda sus armas y armadura. Primero le quitó el yelmo de la cabeza; y luego vio que era una mujer. La cota estaba can apretada que parecía haberse clavado en la carne. Enconces, con su espada Gram, cortó la cota [330] desde el cuello y en ambas mangas, y se la quitó, y ella despertó, y se sentó, y vio a Sigurd.
Se verá que las estrofas 2-4 de La balada siguen el contenido de este párrafo en prosa bastante de cerca, con el «muro de escudos tejidos», el estandarte, y «ceñido el corselete, / como creciendo en la carne»; pero el salto de las llamas por Grani es una adición de La balada, tomada de la segunda visita de Sigurd a Brynhild, cuando fue a verla con la forma de Gunnar. En la ocasión de su primera visita las fuentes sólo dicen que «entró» en el skjaldborg. Esta palabra, que se encuentra tanto en la Saga como en el pasaje en prosa de la Edda, a menudo se interpreta como una torre, o una fortaleza, pero mi padre refirió en otro escrito que Brynhild «se había rodeado de una muralla de fuego».
Los versos de la llamada Sigrdrífumál comienzan con las primeras palabras de la valquiria a Sigurd:
Hvat beit brynju? |
Hvi brá ek svefni? |
Hverr feldi af mér |
fölvar nauðir? |
¿Qué mordió la malla? |
¿Cómo despierto del sueño? |
¿Quién me ha retirado |
las pálidas ataduras? |
Entonces Sigurd replicó que el hijo de Sigmund con la espada de Sigmund la había liberado. Este verso está en fornyrðislag, pero el poema que sigue está en ljóðaháttr (ver nota a V. 42-44), con unas cuantas estrofas en fornyrðislag. La valquiria celebra su despertar en un verso que se repite en La balada en las estrofas 5-6, y luego dice:
¡Mucho dormí, mucho me apresó el sueño,
muchos son los males de los hombres! [331]
Odín ordenó que yo no pudiera romper
las runas del sueño.
En el manuscrito del Codex Regius sigue otro párrafo en prosa que comienza: «Ella se nombró Sigrdrífa, y era una valquiria»; le contó a Sigurd que dos reyes habían combatido, que Odín le prometió la victoria a uno de ellos, pero la valquiria lo mató en batalla. En desquite por esto, «Odín la apuñaló con la espina del sueño» (como en las palabras del Cuervo en V. 52), y dijo que nunca más ganaría victoria alguna en la batalla, pero que debería casarse. «Y yo le dije a Odín que a cambio hacía un juramento de no casarme con ningún hombre que conociera el miedo» (las mismas palabras se usan en la Saga). En la versión de Snorri Sturluson ella juró casarse sólo con el hombre que se atreviera a atravesar el fuego que rodeaba su morada. Del juramento de la valquiria en La balada (VI. 8), «de casarme sólo con uno, / el elegido del Mundo», no hay ninguna sugerencia en ninguna fuente.
El nombre Sigrdríf o Sigrdrífa de la valquiria dormida ha dado pie a gran número de especulaciones. En el último de los cinco «versos-pájaro» que constituyen el final de Fáfnismál (y que se representan en La balada en las estrofas V. 50-54), hay una referencia al «sueño de Sigrdríf», y en el pasaje en prosa se cita dos veces con el nombre de Sigrdrífa. Se ha supuesto que este nombre es irreal, un error por parte del recopilador del Codex Regius, quien interpretó el verso de Fáfnismál como un nombre propio, cuando de hecho es un epíteto de valquiria, que quizá significa «dadora de victoria», usado para Brynhild. En la Saga la valquiria de Hindarfell se llama Brynhild; mientras que Snorri Sturluson dice que se presentó como Hildr (que significa «batalla»), pero añade que «se llama Brynhild, y era una valquiria».
Por otro lado, se sostiene que «Sigrdrífa» y «Brynhild» eran originalmente dos personajes distintos que más tarde se unificaron; y así «Sigrdrífa» se convierte en un elemento del problema más intratable de la leyenda nórdica de los völsungos, el tratamiento de Brynhild de dos formas diferentes e incompatibles en las fuentes. La balada no proporciona ninguna prueba de la opinión de mi padre sobre el [332] nombre «Sigrdrífa», que no aparece. Ver más en la «Nota sobre Brynhild», pp. 349-50.
El pasaje en prosa del Codex Regius termina, después de las palabras de la valquiria a Sigurd referidas a su juramenco, cuando él le pide que «le enseñe sabiduría», y sigue una estrofa donde Brynhild le trae cerveza mezclada con buenos hechizos y gamanrúna, que puede traducirse como «runas alegres» o «runas de la alegría». La estrofa 12 de La balada se basa en este hecho: los últimos versos sugieren que mi padre pensaba en las runas grabadas en la copa.
Sobre el Sigrdrífumál observó: «Este poema, más que casi ningún otro de la Edda, es un compuesto que ha crecido más o menos por accidente, y no como lo concibió el poeta»; y tras el verso en que se trae la cerveza hay una larga serie de versos referentes al saber de las runas (el uso mágico de las runas; por ejemplo, las runas de la victoria, las runas del habla, las runas de las olas, las runas de nacimiento, y los lugares donde deberían ser talladas). «No hace falta mucha persuasión para convencerse de que todo este material es adición. No tiene ninguna conexión con la vida posterior de Sigurd. Su causa es gamanrúna. Es muy interesante e importante, pero no concierne a los völsungos.»
Es destacable que el autor de la Völsunga Saga incluyera todos estos versos de saber rúnico, como versos, en su texto. Mi padre vio en esto un buen ejemplo del método del escritor de la saga: «Casi todo esto no tiene sentido ni significado para la historia, es probablemente una adición posterior, no es adecuado para la prosa; aquí había una oportunidad espléndida para omitirlo, si el recopilador hubiera estado inspirado por un propósito verdaderamente artístico.»
Naturalmente, no hay ningún vestigio de estos versos en La balada. En el poema eddaico la valquiria dio a Sigurd una serie de once consejos. Este elemento aparece, aunque en forma muy reducida, en La balada (estrofas 15-16); mi padre creía que eran, al contrario que los versos sobre el saber rúnico, parte del poema original, ya que pueden relacionarse en su mayor parre con la historia de Sigurd. [333]
No se sabe nada más en el Sigrdrífumál del primer encuentro de Sigurd y la valquiria más allá de los consejos que le da, pues no se conserva nada más del poema: es aquí donde comienza la «gran Laguna» de la Edda Poética. Ésta es la calamitosa pérdida de una parte del Codex Regius, probablemente ocho folios (ver p. 30): mi padre suponía que esos folios contenían tal vez entre doscientas y trescientas estrofas. Para esta parte de vital importancia de la leyenda völsunga no hay ningún poema eddaico, excepto cuatro estrofas fornyrðislag citadas en la Völsunga Saga; y así, a partir de este punto, las fuentes son La Saga y la brevísima versión de la Edda Prosaica de Snorri Sturluson. La laguna termina, en términos de La balada, en La estrofa 46 en su última sección.
Mi padre creía que el juramento de Sigurd y Brynhild (estrofa 19), que se encuentra en la Saga inmediatamente después de un párrafo en prosa con los consejos, derivaba de la conclusión perdida del Sigrdrífumál.
20-23La Saga, después de las palabras «y esto se prometieron el uno al otro con juramentos», continúa de inmediato con «Ahora Sigurd se marcha». La conclusión de esta parte de La balada, mencionada en el preámbulo en prosa que la precede («Parten juntos, pero el orgullo de Brynhild hace que ella obligue a Sigurd a marcharse para volver solamente cuando haya ganado el honor de todos los hombres, y un reino») es un desarrollo particular de La balada.
Cuando en La balada Sigurd se separó de Brynhild, su viaje lo llevó intencionadamente a la tierra de los gjúkings, como se ve en las palabras (VI. 23) «verdes corrían los caminos / que Grani cabalgaba», junto con las del Pinzón (V. 51): «Verdes corren los caminos / hasta la tierra de Gjúki». Así aparece también en el relato condensado de Snorri. [334]
En la Saga, por otro lado, Sigurd cabalgó desde Hindarfell hasta que llegó a la casa de un gran señor llamado Heimir. Éste estaba casado con Bekkhild, hermana de Brynhild, que trabajaba en casa bordando, mientras que Brynhild llevaba yelmo y cota de malla y salía a la batalla (de ahí sus nombres, bekkr, «banco», por los largos asientos de los antiguos salones escandinavos, y brynja, «cota de malla»). Sigurd permaneció en esa casa durante largo tiempo entre grandes honores.
Se nos cuenta entonces que Brynhild era la hija adoptiva de Heimir, y que había vuelto a su casa y vivía aislada y trabajaba en un tapiz que mostraba las hazañas de Sigurd, la muerte del dragón, y la captura del tesoro. Un día el halcón de Sigurd voló hasta una alta torre y se posó junto a una ventana. Sigurd subió tras él, y vio dentro a una mujer de gran belleza trabajando en un tapiz de sus gestas, y supo que era Brynhild.
Al día siguiente fue a verla, y al final de una extraña conversación, ella le dijo: «No es nuestro destino que vivamos juntos; soy una doncella armada y llevo yelmo entre los reyes guerreros. A ellos ayudo en la batalla, y la batalla no me resulta odiosa.» Pero cuando Sigurd dijo que si así era, «el dolor que eso entraña es más difícil de soportar que una espada afilada», Brynhild replicó que ella reunía a hombres para la batalla, «pero tú te casarás con Gudrún, hija de Gjúki». «Ninguna hija de rey me enamorará», dijo Sigurd; «no tengo un corazón traidor, y juro por los dioses que te tendré a ti o a ninguna otra mujer». Entonces Brynhild habló del mismo modo, y Sigurd le dio un anillo de oro, «ok svörðu nú eiða af nýju», «y renovaron sus votos». Entonces Sigurd la dejó, y ahí acaba el capítulo en la Saga.
Brynhild es aquí la hija del rey Budli (Buðli), y hermana de Atli (Atila), y Snorri dice lo mismo.
Sobre este extraordinario desarrollo de la historia de Sigurd y Brynhild no hay rastros en La balada; pero pospongo la discusión sobre el tratamiento de esta parte de la leyenda por parte del autor de la [335] Saga hasta el final de mi comentario sobre la misma («Nota sobre Brynhild», p. 348).
La Saga se vuelve ahora hacia el reino de Gjúki, que se encuentra «al sur del Rhin», a su esposa Grímhild (descrita como hechicera, y de carácter sombrío), sus tres hijos Gunnar, Högni, y Gotthorm, y su hija Gudrún (Guðrún). Se dice que un día Gudrún habló con una de sus camareras y le dijo que estaba abatida a causa de un sueño.
Con el sueño de Gudrún comienza la parte VII de La balada, pero mi padre trató su episodio de una forma muy distinta a la Saga. En la segunda, Gudrún soñó que tenía en la mano un maravilloso halcón con plumas doradas: no le preocupaba nada más que el halcón, y prefería perder la salud que perderlo a él. La mujer incerpretó que el sueño significaba que el hijo de un rey vendría a pedir su mano; sería un hombre hermoso y ella lo amaría profundamenre. Enconces Gudrún dijo: «Me apena no saber quién es; pero vayamos a ver a Brynhild, pues ella lo sabrá.»
Y así lo hicieron. Gudrún y sus sirvientas fueron al hogar de Brynhild, que estaba adornado de oro y se alzaba en una colina. Allí Gudrún relató a Brynhild su sueño: pero no el sueño del que había hablado antes, pues ahora habló del gran ciervo de melena de oro que aparece en La balada. Pero en su poema (VII. 1-5), mi padre combinó y entrelazó los dos episodios, rechazando el sueño del halcón, y la intérprece del sueño o los sueños de Gudrún no es la camarera ni Brynhild, sino Grímhild, su madre. El sueño del ciervo de La balada (VII. 2-4) deriva de la Saga, pero hay una importante diferencia en su concenido. En la Saga, Gudrún le dice a Brynhild que «fuiste tú» quien abatió al ciervo a sus pies, y «fuiste tú» quien le dio un lobezno que la manchó con la sangre de sus hermanos; mientras que en La balada fue una «una mujer que salvaje / en el viento cabalgaba» quien abatió al ciervo dorado, y queda sin idencificar quién le regaló el lobo.
En la Saga, cuando Gudrún ha contado su sueño, Brynhild le dice: «Te explicaré lo que va a suceder. Sigurd, a quien elegí para ser mi esposo, vendrá a ti. Grímhild le dará hidromiel que contiene droga, y nos causará gran aflicción a todos. Tú lo tendras, pero lo perderás [336] pronto; luego te casarás con el rey Atli. Perderás a tus hermanos, y luego matarás a Atli.» Entonces Gudrún expresó su sensación de «pesar abrumador» por conocer estas cosas, y regresó a la casa de su padre.
Es posible que el escritor de la Saga derivara esta historia de un poema donde la trama se contara de manera profètica, como se ve en otras partes de la Edda; pero como simple elemento de la narración donde se cuenta el poder para predecir de Brynhild, resulta grotesco. Como observó mi padre, «la predicción es un elemento grotesco en un relato». En La balada él, naturalmente, se deshizo por completo de la visita de Gudrún a Brynhild, y Grímhild no ofrece ninguna interpretación del sueño, sino que intenta calmarla con palabras tranquilizadoras sobre el tiempo (como hace la camarera en la Saga), y la idea de que «los sueños a menudo cambian / la oscuridad por la luz, / el bien por el mal». Desaparece también Bekkhild, la hermana de Brynhild; Atli, hijo de Budli, desaparece igualmente como hermano de Brynhild. No se nos cuenta dónde vivió Brynhild después de separarse de Sigurd: «a su tierra regresó, / brillante solitaria», «a su tierra ella volvió / larga la espera» (VI. 23). Al principio de VIII se la ve en sus cortes «de riqueza y esplendor», esperando a Sigurd (1-2).
En la Saga, como en La balada, Sigurd llegó a las estancias del rey Gjúki, montado en Grani con su tesoro. Fue recibido con honores, y salió a cabalgar con Gunnar y Högni, y destacó entre ellos. Grímhild observó lo profundamente que amaba a Brynhild, y cuánto hablaba de ella, pero pensó en lo bueno que sería si él, con sus grandes cualidades y enormes riquezas, se casara con Gudrún y se quedara con ellos. Preparó por tanto una poción y se la dio a beber a Sigurd, y con esa bebida él perdió todo recuerdo de Brynhild.
En La balada, en el festín celebrado a su llegada, entra un nuevo elemento en la canción que Gunnar entona con el arpa (sobre la guerra entre los godos y los hunos, 14-15) y la que canta Sigurd (sobre Fáfnir y el tesoro, y de Brynhild y Hindarfell, 16-18); y hay un relato de una campaña dirigida por Sigurd sobre la antigua tierra de los völsungos en venganza por la muerte de Sigmund (24-29). En la Saga [337] esto tuvo lugar mucho antes, y se llevó a cabo con la ayuda del rey Hjálprek (ver pp. 320-21), mientras que en La balada recibió la ayuda de los gjúkings. Odín aparece en La balada como lo hace en la Saga, pero su papel es muy distinto. En la Saga (derivada de los versos de Reginsmál) los barcos quedaron atrapados en una gran tormenta, pero Odín se plantó en tierra y los llamó, y cuando lo subieron a bordo la tormenta remitió. En La balada (28-29), aparece al final de la lucha y aborda a Sigurd en la vieja casa de los völsungos, ahora sin techo y muerto el gran árbol que la sostenía, para advertirle de que su destino no se encuentra en la tierra de sus antepasados; pero Odín dice: «Ahora eres rey / de reyes engendrados, / una novia te llama / sobre mares hinchados», y tras su regreso Sigurd recuerda Las palabras de Brynhild: «Una reina fui antaño / y con un rey me casaré» (VI. 22, VII. 35).
8«En la tierra de los niflungos, / el señor niflungo», y 12 «niflungos»: sobre el nombre Niflungar Snorri Sturluson fue concreto: «Gjúkingar, þeir eru ok kallaðir Niflungar», «los gjúkings, también llamados niflungos». En este comentario, concebido estrictamente como elucubración sobre el tratamiento de la leyenda nórdica de los völsungos en La balada de mi padre, no es necesario entrar en la cuestión de los orígenes que se encuentran tras el nombre niflungos (en alemán Nibelungen, nibelungos); pero algo se dice en el Apéndice A, pp. 509-514.
14Mirkwood: Aunque no aparece en la Saga, el nombre nórdico Myrkviðr, trasladado al inglés como «Mirkwood», describía un oscuro bosque fronterizo que separaba pueblos, y se encuentra en poemas de la Edda en diferentes sentidos; pero parece probable que en sus orígenes representara un recuerdo de leyendas heroicas del gran bosque que dividía la tierra de los godos de la tierra de los hunos en el sureste lejano. Así es como aparece el nombre en el poema eddaico Atlakviða, La balada de Atli (Atila), y de ahí aparece aquí en La balada. [338]
Danpar: como Mirkwood, este nombre no se encuentra en la Saga, pero sí en Atlakviða y en otros poemas en nórdico antiguo (ver nota posterior a la estrofa 86 en La balada de Gudrún). Es uno de los nombres del río ruso Dnieper.
15«Señores borgundos»: esta expresión se repite de nuevo en la estrofa 20. Mi padre la derivó de las famosas palabras de un verso de la Atlakviða, donde Gunnar es mencionado como «vin Borgunda», «señor de los burgundios». En ningún otro lugar de los textos nórdicos se reconoce Gunnar como burgundio, ni se encuentra la palabra como nombre de un pueblo; pero es de destacar que la misma expresión se encuentra en uno de los fragmentos del poema en inglés antiguo Waldere, donde Guðhere se menciona como «wine Burgenda». Tanto el nórdico antiguo Gunnarr como el Guðhere del inglés antiguo descienden del nombre del histórico rey burgundio Gundahari, muerto por los hunos en el año 437. Para un relato de los orígenes históricos de los gjúkings, ver Apéndice A.
Hermano de Budli: en la Saga, la muerte del hermano del rey Budli, padre de Atli y Brynhild, a manos de los gjúkings se menciona en un momento posterior de la narración.
28«Y ciego su ojo»: Odín sólo tenía un ojo; según el mito, renunció a uno de sus ojos como sacrificio para beber del manantial de Mímir, que contenía el agua de la sabiduría al pie del Árbol del Mundo.
38No se dice en La balada, pero sí en la Saga, que después de beber la poción de Grímhild, Sigurd perdió todo recuerdo de Brynhild: «la apuró riendo, / luego permaneció sentado sin sonreír»; pero el significado está claro por IX. 4.
39«Glamoured»: este término también aparece en V. 33 y 47: «encantado», en el sentido de estar bajo un hechizo. [339]
La balada continúa con los esponsales de Sigurd y Gudrún y el juramento de hermandad entre Sigurd y los hijos de Gjúki (estrofas 7-10 de La balada); se dice que a estas alturas llevaba ya viviendo entre los gjúkings dos años y medio. Después de casarse, Sigurd le dio a Gudrún un poco del corazón de Fáfnir para que lo comiera; ver la nota a V. 46-48. Tuvieron un hijo llamado Sigmund.
La visita de Odín a Brynhild entre los reyes pretendientes (2-5) es propia de La balada. Parece (estrofa 6) que sólo después de esta visita se alzó el fuego alrededor del salón, y que Brynhild lo concibió como barrera contra todos los que llegaran excepto Sigurd. La descripción del fuego en La balada recuerda a la de VI. 2, cuando en Hindarfell Sigurd vio el fuego de Brynhild como una «reja de rayos» que «alto hacia el cielo / siseaba y temblaba».
En la Saga, Grímhild aconseja a Gunnar que corteje a Brynhild (estrofas 12-17 de La balada); y se dice que Sigurd anhelaba tanto el emparejamiento como Gjúki y sus hijos. Pero visitaron primero al rey Budli, padre de Brynhild, para conseguir su aprobación antes de ir al salón de Heimir, el padrastro de Brynhild (ver p. 334). Heimir dijo que el hogar de Brynhild no estaba muy lejos, y que ella sólo pensaba casarse con el hombre que cabalgara a través del fuego que lo rodeaba. En La balada, Budli y Heimir son eliminados.
La balada sigue la historia de la Saga de la negativa del caballo de Gunnar a entrar en el fuego, el préstamo de Grani, la negativa de Grani a llevar a Gunnar, y el cambio de formas que les enseña Grímhild; la Saga cita aquí dos estrofas de un poema desconocido referido al súbito rugir del fuego y el temblor de la tierra cuando Sigurd entró en él, y su hundimiento (seguido en las estrofas 25-26 de La balada).
La temática del diálogo entre Sigurd y Brynhild (28-31) deriva en su mayor parte de la Saga; las dudas de ella en la respuesta, la promesa de él de un gran desposorio, la exigencia de ella de que él mate a [340] todos los que han sido sus pretendientes (estrofa 30, versos 3-4), y el recordatorio que él le hace de su juramento. Se da a entender claramente en la estrofa 31 que Brynhild había jurado no casarse con nadie más que con el hombre que se atreviera a atravesar el fuego, y en este punto de la Saga Sigurd le recuerda explícitamente que ella ha jurado irse con el hombre que así lo hiciera. Compárense las palabras que Brynhild le dirige a Sigurd en Hindarfell (VI. 8):
Murmuré un juramento |
para siempre jamás, |
de casarme sólo con uno, |
el elegido del Mundo. |
Debemos comprender que para Brynhild el que cabalga en el fuego debe ser «el elegido del Mundo», y ése es Sigurd; pero es Gunnar, y ella está preocupada, y en sus dudas se equipara a un cisne «en mares mecientes».
En la Saga, con la forma de Gunnar, Sigurd permaneció tres noches con Brynhild, y durmieron en la misma cama; pero él colocó entre ambos la espada Gram, y cuando ella le preguntó por qué lo hacía, Sigurd respondió que estaba destinado que mantuviera así sus nupcias, o bien moriría.
Una importante distinción entre la Saga y La balada se encuentra en lo que se dice del intercambio de anillos. En la Saga se decía (ver p. 334) que en su encuentro en las estancias de Heimir «Sigurd le dio un anillo de oro», aunque no se dice nada más, y ahora se dice que en su partida «él recibió el anillo Andvaranaut que le había dado a ella, y él le dio otro anillo del tesoro de Fáfnir». En La balada (33), por otro lado, él le quitó mientras dormía el anillo que llevaba en el dedo y puso en su lugar a Andvaranaut. En esto La balada sigue el relato de Snorri: «por la mañana le dio a Brynhild como regalo nupcial el mismo anillo de oro que Loki había tomado de Andvari, y tomó otro anillo de su mano como recuerdo». Ver más en IX. 9-10 y nota. [341]
Después de esto, en la Saga, Sigurd volvió a atravesar el fuego, y Gunnar y él asumieron sus verdaderos aspectos; pero Brynhild fue a ver a su padrastro Heimir y le contó lo que había sucedido, y sus dudas: «Atravesó mi fluctuante fuego… y dijo que se llamaba Gunnar; pero yo dije que sólo Sigurd podía hacer eso, con quien me juramenté en la montaña.» Heimir dijo que las cosas debían quedar como estaban, y ella respondió: «Áslaug, hija de Sigurd y mía, se educará aquí contigo.» Mi padre consideró la introducción de Aslaug como un «perjuicio grave» a la historia (y ver p. 349, [6]). Fue indudablemente un invento para relacionar a Sigurd y Brynhild con el vikingo más famoso de las leyendas, Ragnar Loðbrók: en la fabulosa Ragnars Saga se dice que Áslaug era una de sus esposas, madre de varios de sus numerosos hijos vikingos.
4«Dreed»: someter.
«No elegirá a los muertos»: una referencia a Brynhild como valquiria.
17En el verso 6 se refiere a Gunnar; en el verso 8 se refiere a Gunnar y Sigurd.
20«Rowel»: rueda puntiaguda y giratoria al final de una espuela.
29«Meted»: adjudicar, repartir.
Como he dicho (p. 333), la gran laguna del Codex Regius causó la pérdida de toda la antigua poesía germana referida a la parte central de la leyenda de Sigurd. El manuscrito no continúa hasta casi el final de una balada de Sigurd conocida como el Brot (af Sigurðarkviðu), el Fragmento (de una balada de Sigurd). Sólo se conservan unas veinte estrofas de este poema, y pertenecen a los últimos estadios de la tragedia, [342] tras «la pelea de las reinas», cuando se lavaban el pelo en las aguas del Rhin. Mi padre observó que puede verse por lo que queda del Brot que se ha perdido la mayor parte de «un poema antiguo y muy vigoroso, por ejemplo el vigor supremo y la fuerza económica de
Mér hefir Sigurðr |
selda eiða, |
eiða selda, |
alla logna…» |
Estas palabras de Gunnar vienen casi al principio de la parte conservada del Brot, y se reflejan en La balada, IX. 46.
Lo que contenían estas páginas perdidas del Codex Regius se ha discutido mucho. Un factor importante es la existencia del manuscrito de un poema llamado Sigurðarkviða en skamma, La balada corta de Sigurd; pero tiene 71 estrofas, lo que la convierte en una de las más largas de todas las baladas heroicas de la Edda. Este título debe de haberse utilizado en contraste con algo, muy probablemente en la misma recopilación. La opinión de mi padre sobre este asunto fue bien argumentada pero expresada de forma tentativa; dijo «hay que recordar que este tipo de cosas (como la fecha de un poema individual, sobre la que cada erudito parece dar una opinión diferente con igual certeza) es muy “aventurada” y dudosa». Creía posible que hubiera tres baladas de Sigurd: Sigurðarkviða en skamma, conservada en el Codex Regius; Sigurðarkviða en meiri, La balada más grande (más larga) de Sigurd, totalmente perdida; y un «poema antiguo, terso, concentrado principalmente en la tragedia de Brynhild», cuya conclusión se conserva en el Brot. (A su propio poema le dio un título alternativo, escrito bajo el título principal en la primera página del manuscrito de La balada, Sigurðarkviða en mesta, La más larga balada de Sigurd, pues en ella se cuenta toda la historia.)
Sea como fuere, durante casi toda la narración de la llegada de Sigurd a la corte de los burgundios (niflungos, gjúkings) al principio [343] del Brot (la declaración de Gunnar a Högni de que Sigurd había roto sus promesas) dependemos casi por completo de la Völsunga Saga, pues Snorri cuenta la historia con gran brevedad, y la balada de Sigurd que se conserva, Sigurðarkviða en skamma, se concentra principalmente en las muertes de Sigurd y Brynhild. Para mi padre, puede asumirse que, aunque los capítulos relevantes de la Saga tenían bases eddaicas, dependían de poemas muy similares a los de la laguna del Codex Regius.
Así, recapitulando, la poesía eddaica referida a las muertes de Sigurd y Brynhild se conserva, principalmente, en Sigurðarkviða en skamma, y en la conclusión (el Brot o Fragmento) de otra balada de Sigurd. Fueron utilizados, naturalmente, por el escritor de la Saga, y mi padre creó su versión de manera independiente a partir de estas fuentes.
3-4Al final del gran festín nupcial de Gunnar y Brynhild, según la Saga, Sigurd recordó todas sus promesas a Brynhild, pero no mostró ninguna señal. No hay ninguna sugerencia en la Saga de lo que se da a entender en la estrofa 3.
6-11La pelea entre Brynhild y Gudrún cuando se lavaban el pelo en el río sigue la historia según se cuenta en el poema de Snorri Sturluson y en la Saga, excepto la cuestión de los anillos que reveló la verdad a Brynhild: ver la nota a 9-10. En La balada se elimina un largo diálogo posterior entre Brynhild y Gudrún.
9-10Como he señalado antes (p. 340), en la Saga, Sigurd, con la forma de Gunnar, tomó de Brynhild el anillo Andvaranaut y le dio otro del tesoro de Fáfnir, mientras que en La balada, siguiendo a Snorri Sturluson, es al revés. Así, aquí, en palabras de Snorri: «Gudrún rio, y dijo: “¿Crees que fue Gunnar quien atravesó a caballo el fluctuante fuego? Yo creo que quien durmió contigo fue el que me dio este anillo de oro; pero el anillo de oro que llevas en tu mano y que recibiste como regalo de bodas se llama Andvaranaut; y no creo que Gunnar lo consiguiera en Gnitaheiði."» Sobre Gnitaheiði, ver V. 14. [344]
12-20La retirada de Brynhild a su dormitorio en negro silencio, para acostarse como si estuviera muerta, y sus palabras a Gunnar cuando acudió a ella, derivan, en general, de la Saga; pero el largo reproche que en la Saga ella le dirige difiere enormemente del pasaje equivalente en La balada (estrofas 15-19). En la Saga, cuando Brynhild por fin consiguió hacer callar a Gunnar, comenzó diciendo: «¿Qué has hecho con el anillo que te di, que me dio el rey Budli en nuestra última despedida, cuando los gjúkings vinisteis a él y jurasteis acosar y quemar a menos que me ganarais?» Entonces dijo que Budli le había dado dos opciones: casarse como deseaba, o perder todas sus riquezas en su favor; y viendo que no podía vivir con él prometió casarse con quien atravesara su fuego con el caballo Grani y el tesoro de Fáfnir. Esta nueva confusión que surge del punto de vista «duplicado» de Brynhild se elimina una vez más de La balada, igual que otros detalles de la historia en la Saga: el encadenamiento de Brynhild por Högni después de su amenaza de matar a Gunnar, y su destrucción del tapiz.
20Versos 3-4: en la Saga, Brynhild ordenó que abrieran la puerta de su cámara para que sus lamentos pudieran oírse muy lejos.
21-34El diálogo entre Sigurd y Brynhild deriva en su mayor parte de la Saga, pero en La balada está mucho más comprimido y es más coherente. En la Saga, Brynhild no maldice a Gudrún, y Sigurd no dice que estaría dispuesto a matar a Gunnar.
26En la Saga, Brynhild dice que dudó ante el hombre que entraba en su casa, y le pareció reconocer los ojos de Sigurd, pero no pudo ver claramente porque «su fortuna estaba velada».
27Versos 7-8: ver VIII. 33 versos 3-4 y IX. 10 versos 5-8.
29Versos 1-3: «Woe worth»: una maldición; «Woe worth the while»: una maldición al tiempo. De nuevo en las estrofas 37, 50. [345]
30Versos 7-8: «me sentaba sin sonreír, / sin hacer ningún signo»: ver IX. 3-4*
35Aquí en la Saga el autor citó un verso de un poema que llamó Sigurðarkviða, donde se dice que la pena de Sigurd fue tan grande que los eslabones de su cota de malla saltaron. Mi padre observó que no creía que este verso procediera de la misma mano que el Brot, y lo atribuyó al Sigurðarkviða en meiri, completamente perdido (ver p. 342). En La balada, tan extravagante idea queda reducida.
39-40Las estrofas 39 versos 5-8 y 40 versos 1-4 repiten VIII. 30.
39-50Los elementos en la disposición del diálogo se alteran en La balada, y el desarrollo se muestra de manera más clara y concentrada. Brynhild miente a Gunnar, diciendo que Sigurd la poseyó (43), y eso lleva a sus palabras a Högni (46): «juramentos me hizo, / todos los traicionó», que son casi las primeras palabras del Brot (ver p. 343).
51-64Hay dos versiones distintas de la historia de la muerte de Sigurd, cada una representada en poemas de la Edda. En el Brot fue asesinado al aire libre, y Högni tuvo que ver con ello (a pesar de su percepción de que Brynhild le había mentido a Gunnar, como se ve en un verso del Brot que se repite en la estrofa 47 de La balada); pero en Sigurðarkviða en skamma y otros poemas fue asesinado por Gotthorm en su cama (ver más pp. 349-50). El recopilador del Codex Regius puso esto en una nota en prosa al final del Brot:
En este poema se cuenta la muerte de Sigurd, y aquí la historia es que lo mataron al aire libre; pero algunos dicen que lo mataron bajo techo, en su cama, dormido. Pero los germanos dicen que lo mataron en el bosque; y por eso también se cuenta en Guðrúnarkviða en forna (La antigua balada de Gudrún) que Sigurd y los hijos de Gjúki habían cabalgado al lugar de encuentro donde fue asesinado. Pero todos están de acuerdo con esto, que rompieron su fidelidad a él, y cayeron sobre él donde yacía acostado y desprevenido. [346]
La Saga sigue la historia de su muerte mientras dormía en la casa, y La balada adopta igualmente esta versión, pero introduce (54-57) un breve episodio donde Gotthorm encontró a Sigurd cuando cazaba en el bosque, y lo saludó efusivamente, quizá para dar color a lo que se dice en la Saga, y se repite en las estrofas 52-53: que la dieta de lobo y serpiente de la que se alimentaba lo volvía excesivamente osado y feroz.
51Retoño de Grímhild: el autor de la Saga consideraba a Gotthorm (Gottormr) como hermano de Gunnar y Högni, y hace decir a Gunnar que deberían persuadir a Gotthorm para que se encargara del acto, porque era joven y no había hecho ningún juramento. Mi padre siguió aquí la tradición, encontrada en el poema Hyndluljód, de que Gotthorm era hermanastro de Gunnar y Högni, siendo «retoño de Grímhild»; Snorri Sturluson también dice que Gotthorm era hijo adoptivo de Gjúki.
58-59En la Saga, Gotthorm fue dos veces a la cámara de Sigurd por la mañana, pero Sigurd lo miró, y Gotthorm no se atrevió a atacarlo debido a su penetrante mirada; cuando fue por tercera vez, Sigurd estaba dormido.
67-69Estas estrofas repiten los versos finales del Brot, que no se extiende hasta la muerte de Brynhild.
73En la Saga, que sigue a Sigurðarkviða en skamma, Brynhild, moribunda, predice toda la historia posterior de Gudrún; esto no sucede en La balada.
77Los versos 5-7 son una repetición exacta de los versos 3-5 de III. 13, donde el «hijo del hijo» es Sinfjötli, excepto que la lectura aquí es Völsung, no völsungos. La forma plural está aquí clara, pero puede sin embargo ser errónea. Sobre la forma Valhöllu ver la nota a III. 13. [347]
77-82El pasaje final es naturalmente propio de La balada. Con las estrofas 79-81 cf. «Upphaf», el comienzo de La balada, estrofas 11, 14-15.
77-78En un poema fragmentario del siglo X sobre la muerte del feroz Eirik Sangre de Hacha, hijo del rey Harald Cabellera Hermosa y hermano de Hákon el Bueno (ver la nota en V. 54), hay una notable imagen de la llegada de un «héroe de Odín» a Valhöll. El poema comienza con Odín declarando que ha tenido un sueño donde preparaba Valhöll para recibir a una compañía de muertos. Hay un gran ruido de muchos hombres acercándose al salón, y Odín llama a los héroes muertos Sigmund y Sinfjötli para que se alcen rápidamente y salgan a recibir al rey muerto que viene, diciendo que cree que es Eirik.
Sigmund le dice a Odín: «¿Por qué esperas que sea Eirik, en vez de otros reyes?» Y el dios responde: «Porque ha enrojecido su espada en muchas tierras.»
Entonces Sigmund pregunta: «¿Por qué lo has privado de la victoria, cuando sabías que era valiente?» Y Odín responde: «Porque no puede saberse con certeza…» Y entonces (en cualquier caso tal como declara el texto), se interrumpe, y concluye: «El lobo gris está mirando las moradas de los Dioses» (ver el comentario sobre el «Upphaf» («Comienzo»), pp. 304-05.