ANEXOS

LA VISITA AL VALLE DE LOS REYES

Los turistas residen habitualmente en la orilla este, en uno de los hoteles de Luxor. Utilizan un trasbordador, que hace frecuentes travesías, para dirigirse al embarcadero de la orilla oeste. Un autobús o taxis les aguardan para llevarlos al Valle de los Reyes.

Actualmente, hay que comprar la entrada en la cabaña que las vende, junto al embarcadero. La entrada da derecho a visitar tres tumbas.

Es imposible facilitar un orden de visita pues, según la temporada, la afluencia de gente y las decisiones del Servicio de Antigüedades, una tumba puede estar abierta o cerrada.

La más célebre de todas ellas, la tumba de Tutankamón (núm. 62) de la que sólo está parcialmente decorada la cámara funeraria, está cerrada en la actualidad a causa de su mal estado de conservación, aunque se lleve a cabo un programa de restauración, como en la magnífica tumba de Nefertari en el Valle de las Reinas, no es seguro que vuelva a quedar abierta al público. Sería indispensable una reproducción fotográfica.

La tumba que merecería una visita más larga es la de Seti I (núm. 17); abierta en junio de 1991, fue cerrada de nuevo en noviembre del mismo año.

Deben verse, prioritariamente, las tumbas de Tutmosis III (núm. 34), Ramsés III (núm. 11) y Ramsés VI (núm. 9); luego las de Amenhotep II (núm. 35), Horemheb (núm. 57) y Setnajt y Tausert (núm. 14), Ramsés I (núm. 16) y Ramsés IV (núm. 2); las de Ramsés IX (núm. 16), Merenptah (núm. 8), Seti II (núm. 15) y Tutmosis IV (núm. 43) merecen también atención, en el marco de un estudio profundo. Las demás sepulturas sólo interesan a los especialistas.