Duch: «Señor Rithy, ha olvidado un eslogan aún más importante: las deudas de sangre se saldan con sangre».

Me sorprendo: «¿Por que ése? ¿Por qué no un eslogan más ideológico?».

Duch me mira fijamente: «Los jemeres rojos son la eliminación. El hombre no tiene derecho a nada».