Fugaz como una sombra, breve como un corto sueño,
rápida como un relámpago en una noche oscura,
que bruscamente ilumina cielo y tierra,
y antes que el hombre tenga tiempo de decir: «¡Mira!»,
las tinieblas lo absorben con sus fauces:
¡tan pronto en las cosas resplandecientes sobreviene la disipación!
WILLIAM SHAKESPEARE,
El sueño de una noche de verano, I, I