Capitulo 76

En 1890, Charley se casó con una joven neozelandesa, Jenetta Rutherford, y entre unos viajes y otros engendró dos varones y una niña. Su esposa era una figura trágica, agostada por la soledad y el clima inglés. La actitud de Charley respecto del matrimonio quizá coincidía con el fragmento que encontré en su álbum de recortes bajo el encabezamiento Esta libertad:

El papel del hombre consiste en echar la simiente y partir; la concepción es la función de la mujer, quien tiende a venerar e incorporar en su seno aquello que recibe. Dicha función es la gloria de su cuerpo y el lastre de su mente. El hombre se va: es un morador de tiendas, un árabe con su caballo y las planicies que lo rodean. La mujer es una moradora de la ciudad amurallada, habita una casa, atesora sus bienes junto a ella, vive con ellos sin que nadie pueda separarlos.

Hacia 1896 la salud de Jenetta ya no pudo soportar el clima inglés y se trasladó con sus hijos a Ciudad del Cabo. Falleció allí el 3 de marzo de 1897, de tuberculosis de la cadera. Charley llevó a los niños de regreso a Shrewsbury, donde vivieron con su hermana soltera.