NOTAS

[1] L’ére du Verseau. Hay una nueva edición corregida y aumentada por Jacques d’Arés, en las Ediciones Dervy, octubre 1999. <<

[2] En el mismo orden de ideas se podría evocar la otra plaga, al menos tan inmunda, que fue el comunismo estaliniano. Poniéndolo en paralelo con el nazismo bastaría, desgraciadamente, con comparar el número de víctimas de cada lado. Todo ello forma parte integrante de las innumerables locuras humanas de nuestro siglo XX, que Fulcanelli no podía enumerar de modo exhaustivo. <<

[3] N. del T.: Organisation de la Radio Television Française. <<

[4] N. del T.: Los Compagnons des Devoirs du Tour de France (asociación tradicional gremial de los diferentes oficios, con sede en París junto a la iglesia de San Gervasio y San Protasio) reciben en régimen de internado una formación integral, profesional y humana. Los candidatos a «compañón de los deberes» recorren el país (es el tour de France) aprendiendo su oficio con los compañones ya establecidos a lo largo y ancho. No conocen el paro. <<

[5] La reproducción del cuadro de Valdés Leal Finis Gloriae Mundi puede verse en internet, en la página web de las ediciones Liber Mirabilis, y puede descargarse gratuitamente. Internet: http://www.liber-mirabilis.nu. <<

[6] Centre Européen des Mythes et Légendes: L’ile de la Cité, 11000 Carcassonne - Tel.: +04.68.25.2096 - Fax: +04.68.79.80.34. Internet: http://www.mnet.fr/carcasun. <<

[7] Jacques Bergier y Louis Pauwels, Le matin des magiciens (El retorno de los brujos), París 1961. <<

[8] Allan C. Wilson, Rebecca Cann y Mark Stoneking, «Mitochondrial DNA and Human Evolution», Nature, vol. 325, 1987. <<

[9] Les Demeures Philosophales, tomo 2, pág. 208 de la 3.ª edición. <<

[10] N. del T.: Tendre (Ternura) es un país imaginario ideado por novelistas franceses en el siglo XVLI. Levantaron el mapa utópico de dicho país con una toponimia alegórica, localidades apropiadas (Tendre-sur-Estime, Tendre-sur-Reconnaissance, Jolis-Vers…) etc. <<

[11] Isha Schwaller de Lubicz, Her-Bak «disciple» de la sagesse égyptienne, Flammarion, París 1956, pág. 165. <<

[12] Mahabharata, libro III. <<

[13] Cada cual sabe ya traducir este acrónimo por la divisa latina Visita Interiore Terre Rectificando Inveniens Occultum Lapidem. Su ilustración gráfica más caritativa se encuentra en la obra clásica de Basilio Valentin Les douze clefs de la Philosophie, felizmente reproducida en la reedición moderna de las Ed. de Minuit. <<

[14] Robert Fludd, Utriusque cosmi historia, 1617. La ilustración muestra las divisiones del mango de una viola. <<

[15] En la ilustración del duodécimo epigrama de la Quête chimique, retornada en la segunda edición del Atalanta fugiens de Michel Maier, se ve al filósofo provisto de una linterna, perseguir las huellas de la naturaleza, figurada por una ninfa, que le precede en el camino. Por tanto, es la observación de los procesos naturales y su desciframiento lo que debe guiar al artista, y no cualquier idea preconcebida sobre el mundo. <<

[16] Goethe, Segundo Fausto. <<

[17] Romanos 8,22. <<

[18] «Tiempos rudos en el mundo - adulterio universal - tiempo de hachas, tiempo de espadas - los escudos están hendidos - tiempos de tempestad, tiempo de lobos - antes que el mundo se desmorone: - nadie - nadie se salvará». Völuspa, estrofa 45. Traducción de Régis Boyer. L’Edda poétique. Fayard, París 1992. <<

[19] Para la Edad Media pensamos más particularmente en Juan de Salisbury, Chrétien de Troyes, Allain de Lille o Raimundo Lulio, sin olvidar a Alberto Magno. Están raramente traducidos los tratados árabes, pero podríamos leer con provecho De l’homme universel, de Abd al-Karîm al-Jîlî, traducido por Titus Burckhardt, Lyon 1953. <<

[20] La mejor reedición de este texto se encuentra en Nicolás Flamel, Le Livre des figures hiéroglyphiques seguido de Le sommaire philosophique y Le désir désire, prefacio de Eugenio Canseliet, SGPP-Denoel, París 1970. <<

[21] Job 38,11 y Salmo 104,9. <<

[22] II Pedro, 3,5-7. <<

[23] Gregario de Tours, Historia francorum. <<

[24] Jean-Pierre Valet y Vincent Courtillot, «Les inversions du champ magnétique terrestre», La Recherche, nº 246, 1992. <<

[25] Salmo 89,4 y II Pedro 3,8. <<

[26] En una narración que escribió en colaboración con el Sr. André Ruellan. <<

[27] Mateo 17, 1-9; Marcos 9, 2-10; Lucas 9, 28-36. <<

[28] Les Demeures Philosophales, tomo 1, p.147 de la 3.ª edición. <<

[29] Ibidem, p.115. <<

[30] Hemos quedado agradablemente sorprendidos leyendo a Atorène, Le Laboratoire alchimique, Trédaniel, París 1981, por la incisiva claridad con la que guía a los neófitos, sin jamás sobrepasar los límites de la prudencia. <<

[31] Mateo 6, 6. <<

[32] Valentin Andreae, Les noces chymiques de Christian Rosenkreutz (Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreutz, Ed. Obelisco, Barcelona, 1996). <<

[33] Corintios 3,15; 15,52. <<

[34] Jeremías, 4.10. <<

[35] Mateo,24,36. <<

[36] «Legis cantio contra ineptos criticos. // Quid legent hosce versu, mature censunto // Profanum vulgus et inscium ne attrectato: // Omnesque Astrologi Blenni, Barbari procul sunto // Qui aliter facit, is rite sacer esto» - Centuria VI, 100. <<

[37] Les Demeures Philosophales, tomo 2, pág. 350 de la 3.ª edición. <<

[38] Sólo los tintoreros de Israel podían, sin atraer sobre su cabeza la cólera celeste, blanquear la lana en la sangre del cordero; pero en este caso se trataba de una práctica profética. <<

[39] Génesis 18, 23-33; 19, 1-29. <<

[40] N. del T.: Arquimistas y no alquimistas. Los arquimistas también intentaban la transmutación de los metales, pero por medios exotéricos o puramente químicos, por ejemplo, los que describió a este respecto el eminente científico Marcelin Berthelot, etc. <<

[41] Mateo 20,30 y Marcos 12,25 utilizan el griego αλλ εισιν ως αγγελοι, expresión muy vaga que sugiere que los hombres serán lo que son los ángeles. Lucas 20,36 precisa en una lengua más elegante ισαγγελοι γαρ εισιν, «serán iguales a los ángeles». No se trata de trocar la naturaleza humana contra la naturaleza angélica, ni de una simple cuestión de abstinencia sexual. <<

[42] Mahabharata, libro VI. Observemos que estos versos no se aplican a las «terribles armas de India», sino a la transfiguración de Krishna. Para el Sr. Oppenheimer, el fulgor mortal de la bomba era la revelación de la gloria de la materia. Todavía no sabía nadie cuáles serían las consecuencias. <<

[43] Sethon, Les oeuvres de Cosmopolite. Traducción de Antoine Du Val, París 1669. <<

[44] Eyrénée Philaléthe, L’entrée ouverte au palais fermé du roi, Amsterdam, 1667, capítulo 23, ss. (Hay traducción española: La entrada abierta al palacio del Rey, Ed. Obelisco, Barcelona, 1986.) <<

[45] Su propio interés le llevaba a buscar la benevolencia de los Aliados, y por tanto a concesiones inhabituales para obtener el sostén que le hubiera permitido reconstruir rápidamente una Rusia arruinada por la invasión alemana, y por el esfuerzo de guerra que tuvo que suministrar para asegurarse la victoria de Stalingrado. No otorgamos ningún satisfecit al dictador soviético; no es menos cierto que fue el Sr. Truman quien, deliberadamente, endureció el tono en 1947 y denunció, sin decirlo claramente, los acuerdos de Yalta firmados por su predecesor. Se piense lo que se piense de este período de la Historia que, por nuestra parte, contemplamos con igual desapego filosófico que cualquier otro, los hechos son los hechos. <<

[46] Savinien de Cyrano Bergerac, «Histoire des Oiseaux» en L’autre monde, Histoire comique des Etats et Empires de la Lune et du Soleil, 1667, reedición Jean-Jacques Pauvert, París, 1962. <<

[47] Hemos seguido aquí la traducción de André Chouraqui aparecida en 1975 en Desclée de Brouwer. En cuanto a los libros proféticos presenta el inmenso mérito de no favorecer ninguna interpretación preconcebida, ninguna mira de dominación teológica, ateniéndose al texto de un modo casi literal, y no adaptando sino la gramática. <<

[48] Observamos que la visión tuvo lugar en una de las tres ciudades sagradas del imperio persa. Parsagadesh representaba el origen de la dinastía aqueménida; Persépolis, otra Parsagadesh diferente a la que los historiadores dejaron su nombre griego para distinguirla de la primera, fue la capital real del pueblo persa; Susa, o mejor, Shûsh, había sido la antigua capital del imperio de Elam, y simbolizaba la unión de las civilizaciones del Creciente Fértil bajo la égida de Ciro, que todos reconocían como el «ungido del Señor» y el justo protector de los pueblos. <<

[49] N. del T.: Picrochole es un personaje del Gargantúa de Rabelais. Viene del griego picrós, amargo, y kholé, bilis. Rabelais estigmatiza con este personaje las guerras de conquista –en nuestro texto, referencia a los EEUU–, de modo que la guerre picrocholine designa al conjunto de este episodio de Gargantúa. <<

[50] N. del T.: El original francés dice quartiers, a saber, barrios, arrabales, suburbios, aledaños, extramuros, etc. Se trata en realidad de las cuatro partes en que el arado de los bueyes, trazando los perpendiculares cardo y decumanus, van a dividir el espacio de la ciudad desde el momento mismo de su fundación. Una de las últimas (o la última) ciudades fundadas tradicionalmente, fue la de Na Sra de los Buenos Aires, en Argentina. <<

[51] N. del T.: Llamado mundus ubicado en el decussus o cruce de cardo (latín «gozne», el eje del mundo norte/sur) y decumanís (latín «diez manos», la del hierofante con sus brazos extendidos, cuya sombra en el suelo señalaba el eje este/oeste). Lugar del altar primigenio, podía incluir ofrendas votivas, tradición recogida con la ceremonia de la «primera piedra». <<

[52] Cyliani, Hermes dévoilé, Locquin, París 1832, visión preliminar. <<

[53] I Corintios 2,15. <<

[54] Kaushitaki Upanishad, traducción de Jean Varenne en Le Veda, Denoël, París 1967, réédition Les deux océans, 1984. <<

[55] Mateo 22,14. 104. <<

[56] Charles Kerényi, La religion antique, Georg, Genéve 1957, cap. VI. <<

[57] Joel I, 19-20. <<

[58] Odas, 5, 4 y 6. <<

[59] Joel, 3,1. <<

[60] No por ello nos adherimos a la doctrina darwinista. Pero tanto como esta interpretación, apenas científica y de una indigencia metafísica lamentable no retiene un segundo nuestra atención, tanto más deben ser escrutados a la doble luz del arte y de las revelaciones más sagradas los hechos confirmados, es decir, la transformación del universo de era en era, la de la Tierra y la de los seres vivos que porta en su seno, según el proceso de una Obra divina que sobrepasa y transciende la inteligencia del hombre. <<

[61] Quizás fuera concebible una undécima vuelta de rueda, si pudiéramos echar mano, como en la física nuclear, del confinamiento magnético. Pero además de que la manipulación necesaria para instalarlo justo al instante de la eclosión del Huevo plantean dificultades que hasta ahora nos parecen insalvables, se trataría del último límite. Todo nos indica que ni siquiera un agujero negro sabría retenerla en una duodécima vuelta. <<

[62] Ioannis Aurelii Augurelli P. Ariminensis, Crysopoeia et Gerontico, Basilae, 1518. Hemos traducido este pasaje porque la traducción en versos clásicos que debemos a François Habert, muestra a nuestros ojos la incomprensión de su significado hermético. <<